Hoy sábado dia 10 de Mayo del 2014, he empezado un nuevo viaje hacia Escandinavia en mi autocarava con Fifty y llevando a cabo una nueva experiencia con Bla Bla Car , una aplicación que me habian comentado como interesante y que me dí de alta para ver que tal funcionaba y si era interesante eso de subir y llevar gente en tu coche y que encima te paguen algo para que no te salga tan cara la gasolina.
De este modo he recogido a una chica en Marbella, que contactó conmigo justo cuando estaba recargando el gasoil en la gasolinera de Sotogrande. Encantadora, guapa, de 24 años,
financiera, actualmente como casi todos los jóvenes en paro, que se llama Irene a la que curiosamente la llaman "NeNe" en su casa, ( que coindidencia, es el doble que el mio) y que he traido hasta Madrid donde ahora me encuentro. Es la que está en la foto, con Fifty al volante y con cara y dientes de no gustarle que le quiten su privilegiado favoritismo.
Tambien he trasportado (parece que estoy haciendo portes, jaja), a otra chica, llamada Carmen que se subió en
Torremolinos y que la llevé hasta Granada. Jugadora de tenis y profesora de
inglés en un instituto, era ya experta en conducir y acompañar gente a través de Bla Bla Car. Venía de un campeonato de tenis-playa en la Costa del Sol.
Total, ha sido una experiencia positiva, y que además me ha valido para amortizar casi la mitad de la gasolina de lo consumido en esta primera etapas. Aunque, son las charlas y la compañía lo que hace interesante este nuevo sistema de llevar personas en tu coche.
Por la noche, cenita en Madrid con mi amiga Arancha Diez, importante ejecutiva de Hewlet Packard, además de actriz eventual, bien guapa y simpatica y con mis amigos, Bianca y Dani. Buena y agradable cena en un twaiguanés, barato, bien rico, con una pasta exquisita elaborada por ellos mismos, no me acuerdo de su nombre, pero se que está por la zona de Fuencarral. A la salida en la calle mencionada, un buenísimo helado italiano
Mañana comida con mis hermanos y a seguir con la ruta
2º Día : Madrid- Haro (La Rioja)
Mañana tranquilita en Madrid a la espera de la comida
con la familia. Paseo con Fifty y mirar alguna cosilla en el ordenador.
Comimos en un restaurante de la calle Costa Rica que
se llama Norte y Sur, que tiene desde hace tiempo mucha fama en Madrid y que
está casi siempre lleno. Hay que reservar sobretodo si vas en grupo como
nosotros. Realmente es una marisquería, aunque no llega ni mucho menos a la
altura, calidad y fama de otras de Madrid que no viene a cuento mencionar, pero
que todo el que se mueve por aquí, sabe.
Lo mejor como siempre, la familia y la compañía. La
comida aceptable y como es habitual en estos sitios, cara para lo que comes.
Después de los cafés enseñé la furgo a los que no la conocían y sobretodo los sobrinos quedaron encantados al
verla y acto seguido seguí mi ruta.
Tomé rumbo norte como es lógico, con la idea de
quitarme de encima unos 300 kms y se me ocurrió que que mejor sitio para hacer
noche que en Haro en La Rioja, cerca de mis padres y hermano Carlos que están
enterrados aquí en el panteón familiar junto a abuelos y otros miembros de la
familia. Así, mañana antes de seguir camino hacia las tierras del norte de
Europa, meta de mi viaje, me acercaré a darles un beso en recuerdo a los
maravillosos momentos vividos junto a ellos.
3 ª Dia : Haro (La Rioja) – Perigueux
(Perigord-Francia)
Me levanté temprano con la intención de ducharme,
desayunar e ir pronto a visitar el cementerio donde se encuentran enterrados
los miembros de mi familia, para no salir muy tarde hacia Francia. Me adelanté
demasiado pues no habrían las puertas hasta las 10 y tuve que esperar un buen
rato. Pero bueno a eso iba y había que hacerlo.
Salí de viaje sobre las 10,30 no sin antes dar una
vueltecita por Haro, para hacer fotos de un par de bodegas al menos para dejar
plasmado algo de la ciudad, aunque la conozco de sobra y tengo muchas fotos de
otras ocasiones. Fui a la antigua y hermosa Bodega de López Heredia, la de Viña
Tondonia, que para mi gusto es una de las más bonitas de las que hay en La
Rioja , por su clasicismo. Ya sabemos que ahora la moda es que un gran
arquitecto (tipo Frank Guery) haga los nuevos edificios. de las bodegas Y sí,
se puede decir que alguna merece la pena, pero para esto del vino, donde esté
lo antiguo y clásico que se quite el resto. Claro que también algunos se pasan
tanto con eso de imitar lo clásico que se remontan a la época de Roma. Vease la
muestra con Carlos Serres.
Emprendí ruta y durante el trayecto y teniendo en
cuenta que era la 1,30 del mediodía no pude resistir la tentación de entrar en
San Sebastián y darme un pequeño homenaje de esos maravillosos pintxos que
elaboran en el casco viejo. Estuve solamente en dos porque ya no podría con un
tercero ya que la vista te hace pedir mas de la cuenta. Estuve en uno llamado
“Beti-Jaiberria”, nuevo, con pintxos y tapas de toda la vida y otras mucho mas
elaboradas según las nuevas tendencias, fantástico. Eso si caro carete. Después
me fui a “Astelana”, uno de los clásicos de la Plaza de las protestas y también
muy bueno un ravioli relleno de pasta de jamón de bellota y magret de pato. En
este coincidí en la misma mesa con a una coreana, nacida en USA y por tanto tan
americana como Obama que vive en San Francisco y que bien simpática y
atractiva.
Al salir de Astalana iba a ir a otro que me habían recomendado
y me encontré con el rodaje de una película y no me dejaron entrar. Debían
estar buscando el “noveno” apellido vasco
Pero la ruta me llamaba y me tuve que despedir de ella sin mas
miramientos. Jaja. La verdad, es que ligo menos que los gases nobles.
Al entrar en Francia y para evitar esas colas que ya
sufrí en el viaje anterior, no tuve mas remedio que meterme por autopista hasta
Burdeos. De allí ya me salí por nacionales que nada tiene que ver y por las que
ves y contemplas paisajes que son imposibles de admirar desde una "motorway"
donde no hay sitio para parar y hacer una foto sin jugarte la vida.
Pasé por los preciosos campos llenos de viñedos y
arboles de las región bordolesa por las denominaciones de St. Emilion y
Pomerol.
A través de esos campos y continuos ríos llegué a Perigueux, la
capital del “Perigord” (la región del foie) donde pasaré la noche
6º Dia : Amberes – Bremen (Alemania)
Luego cogí la furgo y como suelo hacer de tarde-noche me he hecho unos 200 kms para adelantar y aquí estoy en Bremen, de la que de momento no puedo decir nada, pero que por la primera impresión nocturna, mañana voy a coger carretera bien rápido pues no parece haya nada interesante en esta ciudad.
Fuimos a un par de bares en la zona del puerto. Mucho
ambiente y muchas niñas guapas y fuertes. Por aquí son ellas las que mandan y
dominan. Es increíble como se ponen , pues beben bastante. Un detalle, una de
unos veinte año al pasar delante nuestra le agarró el culo a Manolo con todo el
descaro. Pero ojito, no te pases tu con
ellas. Vimos a uno que agarró por el pelo a una de ellas y no te quiero contar
la reacción de la noruega. De entrada una torta a la cara y después se lo comía
como si de una pelea callejera se tratara. Encima las amigas a defender.
Increíble. Así que cuidadín.
4º Dia : Perigueux – Paris
Anoche después de descargar el blog, como no tenia
sueño y no pensaba recorrer la ciudad de Perigueux, cogí la furgo y anduve unos
kilómetros para quitarme el rollo de los atascos de las ciudades por la mañana
y me fui a unos 20 kilómetros a un “tranquilo” pueblecito, eso si, tranquilo
hasta las 7 que empezaron a trabajar con un maquinón al lado de la furgo. Esta
gente se levanta demasiado temprano. Aproveché para ducharme, desayunar y salir
pitando hacia el Perigord, la cuna del foie y de las trufas. Antes que nada
quiero decir que el otro día se me olvidó comentar que al ir de Haro a Donosti,
me paré en Idiazábal a comprar unos quesitos de la tierra. Me he acordado
porque uno de los tres medios quesos (pequeños) que compré lo he abierto hoy y
está “pa matarse”. Hay que aprovechar los pasos por estos sitios para comprar
esos productos artesanos directamente del productor, com este Idiazábal de
pastor. Hecho por el mismo que lleva las ovejas. Una gozada.
Es igual que hoy en el Perigord, que he comprado 3
tarros de foie de pato, hechos por los mismos criadores de una pequeña granja
de patos, gansos y cerdos. Me preguntareis porque cerdos también, pues por la
sencilla razón que son los artífices de conseguir ese manjar tan preciado y
valorado como son las trufas negras. Por supuesto por aquí dicen que las
mejores del mundo. Será de las negras, porque se olvidan de esa maravillosa
trufa blanca italiana, llamada “tartufo bianco” y que está considerada como la
mas cara del mundo. Pero bueno, lo que cada uno produce, debe decir que es lo
mejor de lo mejor. En España tenemos sobrados ejemplos, con los vinos, los
aceites e incluso las gambas.
La verdad es que da gusto ver esas granjas tan limpias
, cuidadas y productivas. Envidia dan, pero es que en el cuidado y presentación
de los productos alimentarios estos franceses nos dan la vuelta de sobra.
Después de estas visitas a un par de granjas, me fui en dirección Paris pero de
momento siguiendo por carreteras normales.
Así, hice una primera parada en Limoges. Me di una
ligera vuelta por el centro donde me sorprendió la cantidad de trolebuses y
autobuses que recorrían el centro de la ciudad. Había veces que se juntaban
hasta cinco en la misma calle. Limoges es una ciudad famosa por su cerámica y
efectivamente ves cosas artesanales de este material realmente bonitas,
sobretodo , como no, de cosas para comer como platos , tazas ,etc.
De Limoges a Orleans. Enorme atasco en la entrada,
supongo debido al chaparrón que cayó jus to cuando ya era tarde para dar marcha
atrás. Tardé en llegar al centro , pero mereció la pena por ver esa fantástica
catedral y la Casa de los Orleans, con su colorido y sus flores por todos
lados. De allí, pues tampoco una visita larga, pues el viaje importante es en
Escandinavia, me fui a Paris y cosa rara entré sobre las 20,30 sin ningún
atasco importante, cosa rara y mi Garmin me llevó hasta el restaurante
“Rosimar” meta de este día , para visitar a mi amiga Rosita y a su hijo Pascal
que regentan el negocio. Mañana seguiré rumbo hacia el norte de nuevo.
He intentado colocar este cuarto día en la red y me ha
sido imposible tanto en el restaurante de Rosita y Pascal, a pesar de tener
wifi mi ordenador no reconocía su clave y no pude hacerlo, luego se me hizo muy
tarde para irme a un bar a hacerlo. Así que esta mañana después de desayunar
con Rosita y Pascal en su restaurante una exquisita bollería con croissant y
demás bollería típica francesa. Me fui a la caravana que ya me vencía el ticket
de aparcamiento.
Cambié de sitio la furgo y entré en uno de esos Café- Bistrot que hacen esquina y que vi que tenía wifi pues casi todos los que estaban en la terraza acristalada, aquí no ponen problemas como los puñeteros dirigentes del Puerto de Sotogrande que nos han denunciado por la nuestra (a quien molestará , digo yo…), todos decía estaban con su ordenador, tableta o móvil. Total que entré, pedí un café au lait y pedi la clave que me dieron en un papelito. Pues “ná de ná”, otra vez que mi puñetero Mac no reconocía ni el sitio y por supuesto ni me dejaba poner su clave y eso que salían montones de conexiones todas, claro está, con su llave de seguridad.
Cambié de sitio la furgo y entré en uno de esos Café- Bistrot que hacen esquina y que vi que tenía wifi pues casi todos los que estaban en la terraza acristalada, aquí no ponen problemas como los puñeteros dirigentes del Puerto de Sotogrande que nos han denunciado por la nuestra (a quien molestará , digo yo…), todos decía estaban con su ordenador, tableta o móvil. Total que entré, pedí un café au lait y pedi la clave que me dieron en un papelito. Pues “ná de ná”, otra vez que mi puñetero Mac no reconocía ni el sitio y por supuesto ni me dejaba poner su clave y eso que salían montones de conexiones todas, claro está, con su llave de seguridad.
Al ver que no podía hacer nada, decidí irme ya de
Paris hacia Amberes, mi próxima parada y pedí la “addition”, hay no fallaron
7,80 euritos de vellón por un cafetito con lerche que encima estaba bastante
regulín. Enfín, Paris es así y el que no
lo quiera ver que no venga. Ya digo.
Pues parece que no quiere descargar el blog . Supongo
será por las fotos por lo que intentaré mandarlo sin fotos y ya buscaré el
medio de introducirlas mas tarde en otro sitio.
Pillé la furgo y a unos 20 kms por la A-1 que va hacia
el norte, entré en una de esas áreas de servicio que tiene de todo incluso wifi
y ahora sí, veo que ha conectado e intentaré mandar esta cuarta entrega. Pues tampoco y llevo ya 3 sitios. Veremos como lo hago pues ya estoy en la frontera con Belgica
Después de la cenita, y justo en esa plaza del
parking, me he metido para poder mandar esto que escribo, en un garito llamado
Nick’s Café con muchísimo ambiente y
buenísima música nada comercial. Aquí con el sonido de Neil Young de fondo y un
Hendricks con Fever Tree por 9,70€ me
encuentro la mar de gustito después de estos primeros cinco días en los que ya me
he hecho 2.350 kms la mar de rapidito para llegar cuanto antes a
5º Dia : Paris
a Amberes
Hoy ha sido el día tonto, buscando desde la mañana
hasta la tarde sitios donde poder conectarme al wifi para poder mandar lo del
4º día. Al final lo conseguí pero he perdido prácticamente un día localizando
la puñetera red.
Ahora ya estoy en Amberes, (ciudad que no conocía de
Belgica) después de una mañana que ya os conté pues solo ha sido para dedicarme
a buscar ese lugar wifi,. He parado hasta en tres áreas de servicio y nada de
nada, no tenían fuerza y no lograba colgar las fotos.. Llegué por tanto tarde,
pero la ventaja es que como aquí ahora está oscureciendo sobre las 9,30 ó 1º de
la noche, me ha permitido hacer alguna de las fotografías que ahora os pondré.
Por eso me ha dado tiempo a dar un paseo por el puerto
y la calle Suikerrui que va del puerto a la Catedral y está llena de bares, alguno
con muy buen gusto puesto. De cualquier forma poca gente en los negocios y ya
eran las 10 mas o menos. Justo cuando me iba me llamó mi amigo Michael Reading
dueño de “Scapa Sports” y antiguo socio nuestro en el Scapa Polo Lounge que
montamos en las canchas de Polo de Santa Maria Polo Club. Mañana he quedado en
llamarnos para vernos bien a media mañana, bien a comer.
Michael me ha recomendado moverme a una plaza bastante
grande donde se puede aparcar la furgo y donde no cobran nada. Así que ahí me
moví,. Le di el paseo reglamentario a Fifty y cenamos en la autocaravana lo que
a cada uno nos correspondía. Por cierto y no es porque las hice yo, las
croquetas que congelé para este viaje, están que no os quiero contar para no
daros envidia. Insuperables, si llego a saber lo riquísimas que están,
normalmente me salen bien, pero estas…dios mio…, las hubiera guardado para
presentarlas a un concurso, jeje
tierra escandinavas.
6º Dia : Amberes – Bremen (Alemania)
Hoy he tenido un día fantástico en Amberes en todos
los sentidos. He aprovechado bien el día y ha hecho un tiempo espléndido. Solo
a primera hora estaba un poco nublado y hacía algo de frío, pero para eso están
los chaquetones. Luego calor, primero solo jersey y al final con el polo solo.
Desayuné, me duché y quedé con Michael a tomar un
café, pues tenía un día muy ocupado pues presentaban en Scapa Sports la
colección de verano. Fuimos a una panadería-pastelería que era una pasada, no
solo por la cantidad de panes , bollería y tartas que tenía, si no por la
estética como estaba montada y decorada. De ahí le acompañé a una frutería pues
tenía que llevar a casa un encargo e igualmente estaba puesta a las mil
maravillas y no solo tenía una fruta y verduras excepcionales, si no que la
forma de tenerlas hacía que todo te entrara por la vista, ver las fotos.
Cuando le dejé, fui a por Fifty que seguía al cuidado
de la furgoy empezamos una larga caminata por todo el centro de la ciudad,
cámara en ristre que nos llevó cerca de cuatro horas de paseo ininterrunpido.
Así acabamos los dos, hechos polvo, pero mereció la pena. Es una ciudad muy
atractiva y llena de vida. Sorprendentemente aquí, según me han comentado no ha
habido prácticamente crisis y se nota porque los cientos de bares, restaurantes
y demás que hay por doquier, estaban repletos de gente. Claro todos al
solecito, pero realmente repletos y con tanto ambiente que me ha sorprendido
bastante. Muchas tiendas de todo tipo, tanto de muebles antiguos, chamarilerías
y otras de diseño, todas muy cuidadas y bien decoradas. Se nota el nivel de
vida.
Por cierto no comenté ayer, que la entrada por la
autopista belga que viene de la de peaje francesa es como si hubieras entrado
en una del siglo pasado. Cutre, con baches, los carteles descoloridos y encima
en la primera área de servicio que me paro, me recordaba a las gasolineras de
la España de los cincuenta. Sucia y asquerosa. Luego he visto que es solo esa de
entrada. Debe ser para fastidiar a los gabachos, que como todos sabemos son los
que mas odian los belgas y eso que los españoles con aquello de los tercios de
Flandes no es que seamos muy queridos por las viejas guardias. El resto bien ,
pero sin pasarse, ya que cuando entras en Holanda paso lo mismo pero al revés,
parece que te han adelantado el tiempo cincuenta años. Vaya nivelazo el de los
holandeses. Bien cierto es que entré por Eindhoven, cuna y patria de la
Philips.
Quise ir antes de recoger a Fifty al Museo de Bellas
Artes, pero estaba de obras y cerrado por tanto. Así que hice ese largo
recorrido por todos los barrios del centro con su Catedral, plazas y edificios
antiguos que cuidan con esmero.
Como a las cinco y media, hora que llegamos a la furgo,
y como no había comido nada desde el desayuno, me hice una ensalada pues tenía
intención de ir a un restaurante que me había recomendado Michael y que habría
a las 6,30 de nuevo la cocina. Y yo, como buen giri que soy por estas tierras y
por eso de donde fueres haz lo que vieres, pues a las siete y previa reserva,
pues ya me avisaron que a partir de las ocho lo tenían todo absolutamente
reservado.
Así que allí se fue el prenda a comer esa cocina belga del pescado y
marisco, pues el sitio estaba dedicado a este producto, sin que se viera carne
por sitio alguno. Carta con pocos
platos. Unos seis tipos de pescado, otros cinco o seis de marisco y alguna
entrada como ensaladas y ceviches también de pescado. Yo me pedí de entrada 3 Ostras Gillardeau, y
de palto unas Carrileras de Rape al vino tinto. De postre una Creme Brulé. Una
copita de Riessling, agus y café , todo muy bueno y salió por 34,50 €. Muy bien
todo. Calidad y frescura. Servicio muy rápido, camareros y camareras
jóvenes poco profesionales pero muy
simpáticos y el precio de acuerdo a lo tomado, para estar donde estamos. A las
8 ya había acabado mi cena. Creo que nunca en mi vida he terminado una cena a
estas horas. Ni de chico, quizás cuando estaba con el bibe. Jajá.
Luego cogí la furgo y como suelo hacer de tarde-noche me he hecho unos 200 kms para adelantar y aquí estoy en Bremen, de la que de momento no puedo decir nada, pero que por la primera impresión nocturna, mañana voy a coger carretera bien rápido pues no parece haya nada interesante en esta ciudad.
7º Dia : De Bremen a Hamburgo
Efectívamente en Essen no había nada, di una vuelta
por la noche para ver si era interesante y no había ni gente por la calle, solo
la entrada de una discoteca que debía estar hasta las trancas porque había una
cola de órdago.
Dormí en una zona tranquila de chalecitos y tempranito
emprendimos viaje con destino a Hamburgo. No obstante y gracias a la
recomendación de nuestro camarero Dani que este invierno estuvo trabajando en Alemania, me recomendó
que si pasaba cerca que no me olvidara de ver la ciudad de Bremen donde el
trabajaba. La verdad es que no falló. Es
una ciudad con una parte antigua preciosa, aunque ya muy comercial. Además
tiene rio navegable y unos edificios históricos importantes. Destaca la
Catedral de San Pedro, que con ese estilo tan germánico se alza en medio de una
gran plaza rodeada de preciosos edificios que se han mantenido en el tiempo,
como habitualmente sucede en el centro de Europa, aparte de la Estatua de
Rolando Mantienen las fachadas y reconstruyen todo lo de dentro con los últimos
adelantos de la construcción. Muy bonito
también el gran edificio donde se instaló el Ayuntamiernto.
Después de ese gran paseo por todo el centro, nos
alejamos un poco para descansar y comer. Ya eran las cuatro de la tarde y
seguíamos sin probar bocado. De ahí, emprendí la horrorosa ruta hacia Hamburgo.
Digo eso no por fea, si no porque al entrar en la Autopista (creo dije que aquí
no hay peajes, como en Belgica y Holanda a diferencia de Francia que te clavan
bien). Total que después de movernos unos 10 kilómetros en tres cuartos de
hora, decidí salir por carreteras secundarias para no perder mi sana costumbre.
Ahí me fue bastante mejor, aunque al principio pensé
que había metido la gamba pues los atascos seguían igual por esas carretera y
encima se empalmaban pueblos con pueblos. En uno de estos cerca de Bremen pasé
por delante de una de las factorías Mercedes, quizás por eso todo estaba tan
superpoblado.
De pronto se hizo la luz. Se acabaron las casas y
empezó a vislumbrarse un campo maravilloso, lleno de plantaciones de algo que
no sé y que con el sol reinante brotaban con un verde impresionante. De los campos a los bosques y así
sucesivamente se alternaban en una paz increíble. Me paré tres veces pues
merecía la pena respirar ese aire.
Como se me iba a hacer tarde y quería llegar con
bastante luz a Hamburgo, decidí buscar de nuevo la autopista. Y mi Tontón, que
no es ni Tonto ni Tontón, pues es un Garmin, empezó a elucubrar como si se
acabara de fumar un buen porrito. Me mandaba por sitios que las señales
indicaban lo contrario. Así, principio le hice caso, hasta que me di cuenta de
mi craso error. Seguí las oficiales y llegué a la autopista, pero caí de nuevo
en la tentación de acudir al GPS, pues había montones de señales diferentes de
entradas a Hamburgo, cuando de pronto ,atascazo de nuevo y este más fuerte si
cabe. Busqué una salida hacia el puerto de Hamburgo para empezar por ahí y no
te quiero contar la de kilómetros que ne ha hecho dar el puñetero, hasta que
decidí que ni tontón ni nada que yo como mediamark no soy tonto y al final
cuando parecía que cada vez estaba más lejos decidí segui unas indicaciones de
aeropuerto de Hamburgo y por ahí conseguí entrar mas tarde que nada. Casi de
noche.
Debo disculpar al Garmin y al resto de aparatos, pues
aparte que se me olvidó actualizarlos antes de salir, la autopista principal de
entrada a Hamburgo estaba cerrada por obras y te desviaban por otras para poder
enlazar con la ciudad y ya sabemos que si a estos aparatitos los han programado
de una forma, no se mueven de ella ni a patadas.
Bueno, por fin en Hamburgo y ya contaré mañana como ha ido la visita
8ª Dia : Hamburgo – Esbjerg (Dinamarca)
Me habían hablado muy bien de Hamburgo, pero debo
reconocer que hasta que no lo ves con tus propios ojos, todo lo que te digan es
poco. Creo que es una de las grandísimas ciudades europeas. Tiene todo y en
abundancia.
Es bonita, tiene ambiente, es antigua y es moderna,
tiene un puerto que para si quisiera cualquier ciudad del mundo. Es clásica, es
normal, es moderna, es hippy, es punky, es golfa, es musical y es liberal
sexualmente y además tirada y paraíso de vagos, borrachos, putas y vagabundos .
Seguro además que habrá algo elegante y sublime a lo que lógicamente, no he
llegado a tener acceso, pero seguro que haberlo seguro que lo habrá. No se que
mas se puede pedir a una ciudad que vive del mar y por tener tiene hasta
grandes zonas verdes con grandes parque y jardines. Pero amigo, tiene y se
respira mar y eso hace que como mi Cai, esto tenga algo especial.
Me levanté no temprano, mucho antes de eso. A las 7,15
ya estaba en pié. He dormido a unos 90 metros del Ayuntamiento, es decir en
plenísimo centro. Y en esta zona, a las 8, digo bien, a las 8 de un sábado
algunos trabajan y hay además que pasar por taquilla del parking callejero. Yo
no pasé. Agarré la furgo y empecé a visitar la casi despoblada sabatina ciudad.
Cada vez tengo mas claro que con esto de mi furgo, si
quieres ver las grandes ciudades, tranquilo, con calma, sin gente y sin coches
que te mareen, nada mejor que sea en fin de semana. Parking por doquier. La
poli durmiendo. Los vigilantes de los parquímetros esfumados y todas las calles
para ti solito y eso si, algún loco que también trabaja. Una gozada. Ves todo
en un tiempo que tendrías que multiplicar por diez en cualquier otra
circunstancia. Así que si algún día hacéis algo parecido a mi locura de viajes,
ya sabéis lo que hay que hacer.
Impresionante el Ayuntamiento. Estos políticos siempre
se buscan lo mejor. Por cierto hoy con eso de las europeas de las narices, no
he podido ver le Fishermarkt porque había una reunión de políticos de algún
mitin. Además se van a poner ciegos, pues mientras paseaba por allí he podido
ver la descarga del catering. Que pasada. Son como en España si no hay comida
la gente no asiste. Eso ya lo sabemos bien. Además el impresionante despliegue
de la Policía ha hecho que me retirara un poco, porque vaya tela lo que les va
costar a los Hamburguer este mitin.
Impresionante el puerto. Lleno de todo. Astilleros
trabajando en un gigantesco transatlántico. Barcos esperando hacer su agosto
con los turistas por doquier. La amplia zona portuaria reconvertida en zonas de
ocio increíbles. Miles de restaurantes de todo tipo. Bares como setas y
terrazas fantásticas que en un día tan soleado como el de hoy, harán un
grandísimo negocio de aquí a unas horas.
La mañana se echaba encima, se notaba porque salían
turistas por todos lados y la city empezaba a bullir como si regalasen las
cosas. He de decir que en bebidas y comidas, todo tiene un precio normal, nada
de abusos. Bebidas largas entre 5 y 7 euros en cualquier buen sitio. Eso la
noche anterior. Hice de todo pues eso de poder mover y aparcar la furgo donde
quieras tenía esa ventaja de poder visitar y dar veinte vueltas a la ciudad.
Desde la parte clásica y centro de la ciudad, hasta los barrios como el de St.
Pauli, famosísimo por sus baretos de música en vivo de todo tipo. Miles de
conciertos y fiestas programadas y todo esto mezclado con el cutrerío del
barrio del sexo, pues mezclan ambas cosas en el mismo barrio. Hay teatros de
variedades para todos los gustos y todas las tendencias sexuales. Además está
el famoso Barrio Rojo o zona restringida con escaparates que al estilo
Amsterdam, las chicas ofrecen sus servicios desde tempranas horas y ligeritas de ropa. Muchos bares gays y
muchísimo tirado borracho por la calle que no se han levantado del sitio que
cayeron la noche anterior.
A eso de las 4,30
decidí salir de nuevo, pues en principio me quería quedar pero visto lo
visto, la noche debe ser peligrosísima una vez conocido esos ambientes, asi que
uno que es muy responsable cogió el atillo y salió por piernas de Hamburgo
camino de Dinamarca, donde me encuentro en este momento. Tuve entonces el premio de ver unos campos preciosos y super cuidados.
Pensaba ir a Copenhagen pero mi amiga Isabella se iba
el finde con su madre fuera, así que quedé con ella para tomar algo en la
mañana del lunes y decidí venirme a Esbjerg (vaya tela con los nombrecitos por
aquí). Está en la costa del Mar del Norte. Mañana harté un pequeño recorrido ,
luego quiero ir a Ostende y dormir en Copenhagen.
Mañana seguiré por esta costa porque hay mas de un pueblo muy bonito, sobretodo uno que tiene el premio europeo al mejor cuidado y embellecido. Ya veremos, aunque he mirado el parte meteorológico y sigue hablando de lluvias hasta el sábado, así que me parece que Oslo, a la que querría llegar mañana noche o pasado al medidía me parece que me tocará lluvioso.
Parece que es una nueva tendencia y realmente quedan
preciosas. Parece ser que el color mas normal antes era el negro y después el
marrón, pero no se si influencia mediterránea o que la cuestión es que ahora se
lleva el blanco.
Desayuné, me duché y mientras tanto no paraba de
llegar gente al parque para hacer footing. Este era un buen motivo para dejar
la furgo aquí aparcada durante el día, sin problemas pues no para de llegar e
irse gente en coche que vienen a hacer deporte. Por otro lado, pregunté y me
dijeron que sí, Fifty se vino conmigo en el metro sin problemas. Es comodísimo,
tengo la estación a ciento cincuenta metros de la furgo y me lleva al centro en
doce minutos por 3,50 euros. Así que por la noche voy en coche que se puede
aparcar y de día en el metro.
De allí y a pesar de que eran las 8,30 de la tarde,
fui a ver otro de los emblemas de la ciudad, la Fortaleza Akershus que domina
desde el otro lado del fiordo toda la ciudad de Oslo. La visita fue del
exterior de los edificios que componen la fortaleza, ya que el interior estaba
cerrado, supongo que por la hora, aunque decía en la entrada hasta las nueve. Ya
en este punto y como hay que subir hacia la fortaleza sobre piedras no
uniformes, mi rodilla volvió a resentirse y la bajada la tuve que hacer con
muchas paradas y masajeando la misma.
Ahora me iré por ahí a dar una vuelta y quizás me quede a ver algo del ambiente de Oslo un viernes por la noche, aunque a refrescado algo, debido fundamentalmente a que hay algo de viento, pues la temperatura es de 17º y está parcialmente nublado, como dicen los meteorólogos.
9º Dia : De Esbjerg a Copenhagen
La visita a esta ciudad no ha tenido excesivos
alicientes. Aparte de ser sábado, con lo cual todo estaba calmadísimo, aquí se
recogen en las casas y no se ve un alma ni por la calle. Ni coches ni
movimientos de personas, solo la plaza principal donde está el Ayuntamiento que
tiene los pub-discotecas y las terrazas y que es el único sitio donde se ve
ambiente.
Ayer sábado hacía una semana que salía de Sotogrande,
bueno a decir verdad 8 días pues entre dos sábados los hay. Me tocaba una
limpieza general de la furgo, con cambio de ropa de cama incluida. Después de
hacer las labores caseras de mi pequeño habitáculo, cenamos y me puse a
escribir para buscar un lugar de conexión.
Precisamente, en uno de ellos fue donde anoche pude
conectarme a su wifi y poder mandar el capítulo de ayer. Muy del estilo de los
pubs ingleses o irlandeses como se quiera, oscuros y con mucha madera por
doquier con enseres que asemejan antiguos, pero que deben estar hechos en serie.
Ya dudo si en China también. Un Gin Tonic, me costó 50 coronas danesas las
entrada con derecho a consumición (aquí aunque sean pubs cobran en la entrada).
Unos siete euros céntimo arriba o abajo.
Por la mañana vuelta a la ciudad y a los alrededores y
poco que contar. Ciudad muy tranquila, bien distribuid como es costumbre por
aquí, Dos o tres calles de comercios, la zona de marcha, aparcamientos grandes
para todo ese comercio y el resto casitas bien cuidadas de poca altura, como
máximo de dos plantas. En las afueras el puerto, importante punto de enlace con
las Islas Británicas que están enfrente y que salen aparte de Ferrys, muchos
cargueros.
Aparte de este transito de buques y los hoteles deben
ser lo que da vida a esta ciudad. De cualquier forma encontré una industria
importantísima de aspas de molinos de viento (había estibadas cientos de ellas)
y de otros tubos gigantescos que parecían los soportes de las torretas de
extracción de petróleo. Der aquí me fuí a Odense pueblo natal de Hans Christien Andersen que realmente tiene una parte histórica de los tiempos del escritos en los que se mantienen las casas tal cual eran.
Esta es la casa y museo de Hans Christian Andersen
Salida hacia Copenhagen y a disfrutar de nuevo de las
vistas del campo. Era el primer día que estaba nublado de mi viaje, pero todo
seguía igual de bonito. De hecho vi una especie de parque con bancadas para que
la gente hiciera sus pic-nics y allí que me paré y en vez de comer en la
autocaravana, por un día me puse mi mantelito individual y mis cubiertos en una
de esas mesas. Como había sacado uno de los lomos de lubina que llevo, me lo hice
en la furgo a la plancha y con una ensalada y unas cerezas de postre me di un
banquete en plena naturaleza, con unas vistas que no existe comedor en casa
alguna que las tenga igual.
De camino que andaba y de pronto me acordé que me habian recomendado visitar el mejor castillo de Dinamarca. Se llama Egestov y me tuve que desviar unos 40 kms de la carretera pero realmente es una auténtica pasada y ha merecido la pena.
Es una explotación en toda regla y es una experiencia piloto que muchos deberían seguir para mantener en perfecto estado estos patrimonios.
Es granja, cultivan de todo desde flores hasta lo que sea productivo del campo. Tiene ganado. El terreno es inmenso. Tienen pequeños bares, un grandísimo restaurante; parece que muy bueno y tiendas de todo tipo relacionado con su producción. Parque infantil, jardines para pasear y todo tipo de atracciones para los pequeños.
Pero aparte del Castillo que está muy bien y se visita parte de el, ya que la familia sigue viviendo y por supuesto sus estancias ni verlas, lo realmente espectacular y único en el mundo es la colección de coches, motos, muñecas, porcelana, enseres de casa y yo que se más. No se los coches que tiene, pero imagina una marca mítica o un modelo único y lo tienen, tanto en coches como en motos. Desde Ford T, pasando por Rolls Royce, Ferrari, BMW, y hasta los mas utilitarios célebres como el Fiat, Renault 4x4, Topolino y que se yo.
Motos clásicas y hasta los últimos modelos 2014 de Honda, Yamaha, Harley o lo que sea.
Si alguno quereis ver fotos que he hecho de una mínima parte pero increible me lo decís y os las mando. Merece la pena, no solo verlas, si no que si algún dia teneis la oportunidad, no dejeis pasar por Dinamarca sin visitarlo. Tiene hasta tres o cuatro aviones clásicos.
Mas campo
y pronto me tuve que incorporar a la autovía
pues empezó a llover y en estas carreteras sin arcenes y algo estrechas no es aconsejable seguir por ahí con mal tiempo.
Llegada a Copenhagen, llamada a Isabella para quedar mañana y me situé ya, cerca
del sitio (muy de moda) donde mañana hemos quedado en el “Lunch Time”.
En el camino, como siempre en este pais, grandes vistas y paisajes fabulosos
Obsérvese la anchura del camino donde paré
10 Día : De Copenhagen a Karlskrona (Suecia)
Hoy me he tomado el día tranquilamente por Copenhagen.
Habia quedado a tomar “El Lunch” a las 12 del mediodía, vaya horarios giris que
me marco, pero ya hemos dicho que “donde fueres, haz lo que vieres”.
Saqué la furgo a las afueras de Copenhagen, pues aquí
son muy severos con eso de los horarios de parking. Empiezan a contar a partir
de las 8 y de esa forma no te da tiempo ni a lavarte el ojo y ya tienes que
largarte. Maldita la hora que me fui del centro a las afueras. Bueno tampoco es
para tanto no os vayáis a asustar. Busqué un barrio tranquilo de esos que no
tienen la puñetera maquinita de sacarte el dinero por aparcar que tiene todos
los Ayuntamientos. Vi una zona con coches y “fragonetas” mas o menos como la
mía y varios huecos. Me puse en un de ellos comprobando como siempre que no
haya rayas amarillas ni carteles intimidatorios.
Me dormi la mar de bien y me levanté mejor. Desayuné ,
me duché y saqué a Fifty a dar su primer recorrido matutino. Cuando volví vi un
plastiquito en el parabrisas. Lo cogí y multa al canto de 500 coronas danesas
unos 75 euros mas o menos. Y me dije, ¡porqué¡ empecé a mirar y ninguna señal
por ningún sitio y los coches que estaban al lado mío ni plástico ni leches en
vinagre. El edificio de delante era
oficial, pero la parte posterior del mismo, así que si no era por eso no
entiendo nada. Estos cabritos son tan serios que ya te ponen en ingles y
francés aparte de su idioma que no hay cristiano que lo entienda, que si no
pagas en 10 dias en una estafeta de correos, te llegará una reclamación a
través de su bufete de abogados contratado al efecto. Pues eso, que yo esperaré
a que me reclamen la pasta, por ahora no pienso soltar ni una corona que la que
tenemos está bastante jodida.
Visto lo visto me fui para el centro y como tenía
bastante tiempo hasta las 12 y hace ocho meses que me había bicicleteado todo Copenhagen,
pues decidí no hacer mas fotos (las que pongo son de ese otro viaje) Solo me
faltaba la famosa sirenita que me pareció una horterada entonces y que ahoracon
tiempo pues la hice como un turista mas que posee esa foto inolvidable.
La verdad es que es una ciudad fantástica, preciosa y
alegre con miles de personas por las calles y millones de bicicletas por
doquier y donde combinan a la perfección lo antiguo con lo mederno.
Paseo con Fifty para hacer tiempo y a las 12 en el
“Dag H”,Café & Restaurant de Copenhagen con mi amiga Isabella . Comimos una
ensalada de atún marinado, bastante aceptable y cada uno. un exquisito tartar
de buey como plato principal. Lo mejor la charla y los recuerdos de cuando
estuvo en Sotogrande y la cantidad de amigos que dejó allí. Ahora casada y con
un hijo de un año, después de haber estado en Tanzania en una ONG para ayudar y
enseñar a los jóvenes.
Muy amena y encantadora, después de comer y como le
quedaba bastante tiempo hasta las tres que recogía a su hijo de una especie de
guardería, me propuso sacar a Fifty de la autocaravana y dar paseando un vuelta
a un lago bastante grande, con patos y cisnes que está por la zona donde ella
vive y cerca del restaurante. Al acabar el recorrido nos despedimos y emprendí
la marcha hacia Suecia segundo país escandinavo que visitar.
Después de un viaje pesado, pues el Garmin se equivocó
dos veces y menos ml que me di cuenta a tiempo, pero aquí los atascos también
son frecuentes y nos pilló uno grandísimo por un accidente antes de poder
atravesar el gigantesco puente de “Oresund” que une Copenhagen con Malmoe en
Suecia. Una obra maravillosa de ingeniería con un principio de un túnel bajo el
agua de unos cuatro kilómetros y a continuación el puente de unos 8 kilometros
y que presume de ser uno de los mayores del mundo en cuanto al vano se refiere
pues es de 500 metros y con unos pilares de mas de 200 metros que por cierto se
construyeron en Puerto Real (Cádiz). La vez anterior que estuve y fui a visitar
Malmoe lo hice en el tren que va justo debajo de la carretera.
Llegué a la primera ciudad que había pensado ver de
Suecia, Kristianstad, pero no tenía nada interesante, hice tres o cuatro fotos
y me vine hasta Karlskrona que es donde estoy ahora mismo y que mañana verá
mejor.
Me quedo por aquí y mañana iremos a Kalmar a conocer la ciudad que según cuentan es muy bonita. Ya contaré.
No es que no haya bares, que los hay y con alcohol, lo quen no hay es en las tiendas o en las grandes superficies, ni siquiera vino. Que pasa entonces, que el estado cobra lo que quiere (carísimo) y luego te tomas un mini whisky (como un chupito) en un bar y te cascan al cambio 10 euros, como en este que estoy mandando esta entrega.
11º Dia : De a Karlskrona a Kalmar
El sitio que elegí para aparcar la furgo y dormir era
una pasada, cuando llegué estaba casi oscuro y no pude verlo bien aunque se
intuía, pero al despertar me encontré un sitio realmente fantástico con unas
vistas increíbles. Después de una vuelta a pié por el lugar me fui para ver el
resto de la ciudad.
Karlskrona es una ciudad de un tamaño medio pero que
esta si, tiene cosas que ver. Un Museo Marítimo y una Plaza Mayor con una
iglesia y distintos edificios bastante bonitos. El puerto tiene varias partes.
La de la zona del mercado de pescado es muy bonita y tiene sabor marinero,
aunque el puerto comercial es mas normalito.
Habías quedado de nuevo en horario giri para hacer un
lunch en Kalmar, con Marisa y Per. Aunque parezca raro a Per no le conocía de
nada y a Marisa me la presentaron diez días antes de iniciar el viaje en el
propio Midas. Estaba con Concha, la de la Escuela de idiomas de Pueblo Nuevo
(lo siento pero no se su apellido), tomando una tapas en Midas y fue ella quien
me preguntó cuando hacía otro de mis viajes y le dije que unos diez días. Me
preguntó a donde y cuando le dije a Escandinavia me contestó que su amiga
(Marisa), vivía en Suecia pues estaba casada con un sueco. Total, hablamos y me
dijo que si iba a pasar por Kalmar como así la dije que no dudara en llamarles.
Y eso hice.
Contacté con Marisa y quedamos a las 11,30en una
gasolinera de un mini pueblo llamado “Alem” (me falta el cerito sueco encima de
la A y que se pronuncia entonces cono una “o”) y que está 30 kms pasado Kalmar.
Y allí que casi llego tarde por la poca velocidad con que se puede ir en coche
por este país. No he visto mas radares fijos en los días de mi vida. Te avisan,
eso si, pero hay veces que en 500 metros hay 3 ó 4. Desde luego el fabricante
se ha forrado. Pues cada nada de metros hay una señal de 50 ó de 70 y te cascan
el susodicho radar mirando hacia ti y en una especie de tubo delgado tipo
semáforo. Claro, la gente aquí respeta hasta pisar a las hormigas con que no te
cuento saltarse el límite de velocidad.
Aparecieron y me llevaron a su casa en las afueras del
pueblo. Me explicaron lo que es típico en este tipo de vieviendas en Suecia y
es que formando una especie de cuadrado en la parcela tienen hasta cuatro o
cinco casitas. Unas la mas grande, la vivienda. Otra donde guardan la lecha y
aperos de la huerta. Otra para el garaje y una última como casita de invitados.
En el centro un jardín con frutales, huerto y mucha hierba natural que crece
sola, Muy agradable.
Comimos en el jardín con un día fantástico de tiempo.
La comida espléndida. Típica sueca. De aperitivo unas tostas de foie y otras de
arenques. De plato principal dos tipos de arenques macerados de dos condimentos
diferentes, con salsa de yogourt y
mermelada de frutos rojos. El primer bocado de este plato hay que tomarlo primero
bebiendo una copita de Schnapps (un licor hecho de un destilado de patatas) y
después el arenque tal cual. A continuación ya les puedes añadir el cebollino,
la salsa y la mermelada. De postre, una especie de pudding que llaman pastel de
queso , pero que no lo lleva aunque lo parece, pues es de una especie de
cuajada con almendras. Muy rico todo. Café y licores. Todo muy bien y ellos
encantadores.
Después de la tertulia me llevaron a dar una vuelta
por los alrededores y sobretodo a la zona donde tienen sus barcos de velas.
Estos situados en frente de la gran isla y donde hay montones de islitas con
sus embarcaderos. Un sitio fantástico.
También visitamos el pueblo antiguo que tiene unas
casas de madera construidas hace mas de quinientos años y que se conservan de
maravilla. Llama la atención lo chico de la puerta principal, pero como me
dijeron antes los suecos también eran bajitos y que ha sido la alimentación y
el desarrollo lo que les ha hecho subir la media de altura.
Después y ya a las 8 cenita también con comida típica.
Unos canapés y después unas patatas rellenas de carne con crema de leche y
mermelada de arándanos. De postre un helado tipo “contessa” que es una barquita
con helado de nata relleno de crema de fresas y chocolate crujiente laminado,
todo regado con un buen vino tinto chileno. Despedida y hasta mañana. Ellos en
su casa y yo en su jardín pero en mi furgo.
Me quedo por aquí y mañana iremos a Kalmar a conocer la ciudad que según cuentan es muy bonita. Ya contaré.
12ª Dia : Kalmar
Anoche dormí en la autocaravana que tenia aparcada en
el jardín de la casa de Marisa y Per. Me levanté como de costumbre temprano,
sobre las 7,30. Saque a pasear a Fifty. Increíblemente a esa horas el sol está
como a 30º ya y pica tela. Salí sin la gorra necesaria y claro los que tenemos
la azotea despejada en esos casos luego nos pica un montón. Hay que cuidar esa
frente despejada. Me duché y me fui a Kalmar.
Ciudad bastante bonita y que tiene también ese encanto
de ser puerto, por lo que continuamente salen barquitos a vela y motor, pues
por estas tierras son muy aficionados a la mar. Tiene un castillo fortaleza que
realmente es mas bonito por fuera que por dentro, aunque lo están restaurando
y tienen muchas estancias cerradas. La Catedral está también bastante bien y
luego tiene esa gran plaza que normalmente tienen todas estas ciudades en las
que se rodea de edificios oficiales. Los barrios periféricos y la parte antigua
tienen casas de madera que son una auténtica maravilla. La zona del puerto
tiene vsrios restaurantes y comí en uno de ellos con Marisa y Per, ya que debía
devolverles algo de lo mucho y bien que me han tratado.
Fue en un restaurante de cocina francesa,
encima del agua, especializado en pescados y que se llama “Le bien et mixte”. Por lo visto han
empezado hace poco a servir menús al mediodía y estaba muy animado. Comimos uno
de los cuatro menús que ofrecían, eligiendo los tres el mismo y que se componía
de una ensalada que te servías a tu gusto en un buffet y luego un plato
principal que no recuerdo su nombre (lógico, pues son imposibles) y que era una
especie de hamburguesa de una pescado bastante aceptable aunque le faltara un
poco de fuerza. De postre unas pastitas con el café. Cada menú 110 coronas, al
cambio unos 12,50 euros. De los cuatro menús era el mas barato. El tope estaba
en 180 euros, es decir unos 20 euros.
De allí, nos fuimos a visitar la isla de Oland que se
cruza a través de un gran puente construido en los años cincuenta y que hasta
que se abrió el que une Copenhagen con Malmoe, era el mas largo de Suecia. Sin
peaje. La isla en estrecha, unos 15 kms de ancha y larguísima 120 o 130 kms.
Solo vimos la mitad sur, donde está el palacio de veraneo de los Reyes de
Suecia. No entramos siquiera. La isla es muy turística en verano y fines de
semana de estas épocas. En invierno está todo helado y solo se mueven por ella
los que viven aquí y trabajan en Kalmar. Es fundamentalmente ganadera y tiene
por esta parte sur muchísimos molinos de viento que lógicamente ya no están en
servicio ninguno.
En la punta y alrededor del faro, está un importante
centro ornitológico en donde había montones de gente con prismáticos y grande
cámaras de fotos con objetivos al menos de 400 mm. Viene a ver y a estudiar la
migración de las aves del norte. Ahora es la época en que regresan de Africa y
España fundamentalmente. Ahí tuve un recuerdo para mi amigo David Barros que se
dedica con gran pasión y profesionalidad a lo mismo.
Mas vuelta por la isla para regresar al puente de
nuevo y regresar a Kalmar, no sin antes visitar una fortaleza vikinga que se
está reconstruyendo y que data de año 300 aproximadamente. Está muy bien
explicada y restaurada, pues realmente estaba destruida y enterrada en el mismo
lugar donde se han sacado todo y se está rehaciendo.
Mañana me iré ya camino de Estocolmo donde pienso
estar al menos tres días y que ya veré si hago un resumen de esos días en vez de dar una información
diaria en el blog. Por cierto una anécdota de estos suecos que son pero que muy
suyos. Aquí no se vende alcohol nada más que unas tiendas que son propiedad del
estado sueco, pues tiene el control total del alcohol y no te quiero contar
como persiguen a los muy bebedores. Por lo visto hay muchas asociaciones de
personas para luchar contra el alcohol y exigen su total desaparición. Pues
bien no te quiero contar las caritas que he visto mirándome en el día de hoy.
Yo que no sabía nada de esta lucha, me había puesto y con él toda la jornada un
polo negro de Bacardí y para algunos es como si fuera una provocación. Como
vemos, en todas partes hay locos histéricos. Claro, así luego los jóvenes encuentran
mas atractivo lo prohibido y lo sacan de debajo de las piedras cogiéndose una
buenas moñas. De los adultos, solo hay que ver como se las agarran cuando van
por España. Vamos como el toro de Osborne
13º Día : Norrkoping
Anoche como no tenía sueño y no era excesivamente
tarde al final cogí un poco de carretera para quitarme unos kilómetros de
encima y llegar a una ciudad que ya me habían recomendado y a decir verdad con
mucha razón. La ciudad es Norrkoping.
Aparte de ser grande y estar muy bien urbanizada, está
muy cuidada en todos los aspectos, limpia y con flores por todos sitios con
unos parques y jardines preciosos. Desde primeras horas del dia están los
jardineros y la limpieza pasando una y otra vez por todos los sitios céntricos.
Tiene además el orgullo de haber incorporado a la
ciudad y prácticamente ya en el centro toda la antigua zona industrial, lo que
hacen llamar “The Industrisl Landscape” y la han reconvertido en la Ciudad
Universitaria del Campus de la ciudad.
Las fachadas de los edificios mantiene su sabor de
industrias de otra época, pero han conseguido aunar una serie de elementos como
el agua de los canales que los han incorporado de una forma genial al paisaje
urbano, creando aparte ya de su belleza visual, un ambiente de sonido de agua
con desniveles a forma de cascadas por varios sitios y consigue además mantener
una bruma húmeda que parece que estás en un salto de agua importante.
Dejé la ciudad después de haberme tomado una cerveza
en uno de esos bares con sabor universitario regentado por unos tíos súper
simpáticos y muy amables. Tanto que se pasaron un par de pueblos al preguntarme
de donde era y al ratito ponerme el “Que viva España”, que a mi me abrumó pues
se puso a cantarlo el bareto entero. Cosas de los universitarios y de la gente
como dios manda.
A media tarde salí ya, pasando antes por otra ciudad mas pequeña llamada Nykoping, que como casi todas en esta costa, lo mas atractivo son las entradas de mar, las islitas y los puertos con sus barcos a vela, motor y de pesca. para Estocolmo a la que he
llegado con uyn tráfico horroroso, no solo en la carretera, si no también por
la ciudad. De entrada solo puedo decir que es una auténtica pasada de ciudad.
Abarrotada de gente con unos edificios impresionantes y que parece ser alegre y
bulliciosa, pero eso será para otros cantares.
Dia 14 : Estocolmo
Como dije, llegué anoche a Estocolmo y efectivamente
es todo una locura. Desde la cantidad de gente que hay por todos sitios, se
nota que es la capital de Escandinavia y la mas visitada, hay gente de todas
partes y por miles, barcos que desembarcan tropeles de personas y todo parece
de saldo (cuando es todo lo contrario) pues no hay terraza que no esté “full”.
De igual manera, lo del tráfico es caótico, nos
quejamos de una ciudad como Madrid, pero que venga dios y vea lo que hay por
estos lares. Una pasada. Desesperante para un pueblerino de Sotogrande como yo.
Aquí no hay quien viva mas de una semana sin que se vuelva loco. Son colas y
colas y parones y parones. Eso si, a diferencia de Madrid aquí todo el mundo
sigue siendo educado y nadie toca el claxon o arma la marimorena. Todo en su
sitio, pero te aseguro que no, Es la primera y última vez que se me ocurre volver
a esta ciudad en coche o una camper como la mía. Que mas da.
Aquí el impuesto de las maquinitas por aparcar en la
ciudad es terrible. No hay sitio en un radio de quince kilómetros que no tenga
parquímetros. Me tuve que ir a dormir a unos 16 kms del centro. No se puede
sacar ticket de mas de una hora en el mismo sitio, si encima has tenido la
suerte de encontrarlo y eso cuesta 30 coronas, unos 3,50 euros por exactamente
52 minutos. No hay quien aguante este gasto en la ciudad y mucho menos si te tienes
que mover como te obligan. Las multas son rapidísimas, pues hay vigilante por
todas partes ya que debe ser erl gran negocio de la ciudad.
A partir de ahora lo tengo clarísimo, para viajar a
una gran ciudad hay que hacerlo como dios manda, es decir, en avión y
sintiéndolo mucho sin mi Fifty. No me puedo mover cómodo y en la furgo no la
puedo dejar continuamente que aunque no es un coche por el tema del calor, ya
que el habitáculo es grande y se puede poner con corrientes de aire, es que
ayer y hoy hemos estado sobre los 28º de temperatura y con un cielo radiante.
Además con eso de tener que cambiar la furgo continuamente te pasa mas tiempo
en los atascos que viendo la ciudad. Así que ojo al parche, porque además la
gracia es que las horas de pagar en las maquinitas famosas, es desde la 6, he
dicho bien desde las seis de la mañana, hasta las 12 de la noche, también lo he
dicho bien. O sea que ni para cenar puedes.
Quería haberme quedado aquí hasta el domingo y ver le
partido de la Final de Champion el sábado, pero amigo mío, los que vivimos en
zonas tranquilas ya no aguantamos tanto este bullicio que no conduce a nada,
Por lo tanto, carretera y manta o mejor dicho carretera y nuevos atascos,
porque vaya tela, hasta saliendo les encanta hacer colas. No me voy a dormir a
otros 16 kilómetros para mañana volver de nuevo y meterme en el jaleo otra vez
y encima pagando los aparcamientos continuamente. Una pena, pues quería haber
ido hoy a alguno de los garitos de moda que anoche pasé por delante de ellos
para ver como eran y estaban, a pesar de ser jueves, a tope. En una gran plaza
hay unos cuantos de ellos y tienen normalmente una terraza en la parte inferior
nivel calle y otra terraza, en la parte de arriba, incluso en azoteas, mas guay
y con música a tope (?). Increíble. Y el sábado ver el partido en una plaza que
anunciaban ya, con pantalla gigante y que podía a ver sido fantástico. Claro si
gana el Madrid y encima me ligo a una sueca. Pero no, voy en plan tranquilito y
con el arroz bastante pasado. Jajaja.
Por otro lado y a decir verdad, la ciudad es una
pasada, con unos imponentes edificios, bien bonitos algunos y con una vistas
desde cualquier sitio y un puerto espectacular no solo por lo impresionante del
tamaño , si no por el continuo movimiento de todo tipo de embarcaciones, mas la
cantidad de gente que vive en alguno de ellos y los diferente bares y
restaurantes creados en otros también.
A media tarde por tanto y después de arreglar una
cosilla en Media Mark pues no me cargan las baterías de la cámara, he tenido
que comprar una nueva original. Así que clavo, casi un 40 por ciento mas de lo
que me cuesta por internet. Pero era seguir teniendo fotos o no, así que sin
discusión. Pues lo que iba diciendo, sobre las seis y visto ya todo lo que he
podido ver, salí con dirección a Uppsala. La cuarta ciudad mas grande de
Suecia, pero no te quiero contar la diferencia. Aquí se vive y se puede vivir.
Se respira tranquilidad (también ya es viernes tarde y la gente no trabaja),
pero a primera vista y he aparcado en pleno centro es una ciudad preciosa,
tranquila, lleno de terrazas también repletas en sitios preciosos y además los
parquímetros de lunes a viernes solo son de 8 a 6 de la tarde. Algo normal y no
como en Estocolmo que encima el sábado es también de 6 a 12 del mediodía.
El susto fue cuando en medio de mi comida , oí un
estruendo y es que había bajado el cristal de protección de la cocina y no
había apagado el gas. Estalló el cristal y se hizo añicos en miles de
cristalitos pequeñitos. Susto enorme. Fifty no sabía donde esconderse. Total
que puestos ya y sin remedio aparente, acabé mi paella y me puse a recoger los
miles de trocitos que había por todo el suelo y en la propia cocina. Después
una siestecita la mar de a gusto en ese bosque, con el olor de los arboles y la
madera talada y con canto de los pájaros. Solo un pero al despertarme, también
había puñeteros mosquitos como buitres de grandes. No me picaron, pero hubo que
expulsarles de la furgo , no fuera a ser que esta noche si que me hubieran
extraído algo de sangre.
Dia 15 : Uppsala
Efectivamente Uppsala es una de esas ciudades donde
uno, como yo sin ir mas lejos, podría vivir tranquilamente y sin ningún agobio.
Por lo que he visto, desde luego es con mucho la ciudad que mas me ha gustado
para vivir de Suecia. No es que sea mas bonita que Estocolmo, no se puede
comparar, pero reúne ese tipo de cosas que a mi particularmente es lo que me
gusta de los sitios. Ciudad bonita, con buenos y estéticos edificios, pero con
una forma de vida de sus gentes que realmente me agrada. Es tranquila y la
gente llena las terrazas pero de una forma diferente, algo así como para
relajarse aún mas.
Es además una buena ciudad universitaria, con una
Universidad a las afueras llena de espacios libres y edificios bien separados.
En el centro se nota también ese ritmo joven, pues por la noche y se notaba que
era viernes, estaba repleta por todas partes de gente joven y alegre que no
paraban de ir de un local de copas a otro. Por cierto hay muchísimos. Y se notó
que ya a una hora algo así como a la una, se veían muchos de estos jóvenes
dando tumbos, en el sentido amplio de la palabra, borrachos como cubas.
Estuve localizando, lo encontré, un bar donde poder
ver hoy la final de la Champion League entre mi Madrid y los colchoneros esos.
El camarero , bien simpático es brasileño y habla perfectamente español, fue el
que me dio todo tipo de información, aparte de la wifi del local. Así que esta
noche toca volver y celebrar si es posible ese triunfo que tanto espero de los
merengues. Además , como en Estocolmo, la parte de arriba, que no vi anoche, es
mas bulliciosa, con música mas alta, pantallas y varios billares, según me
comentó el brasileiro de turno.
Como hoy me quedaba tranquilamente en esta ciudad , me
he tomado el día con mucha calma. Cogí la bici, dejé a Fifty un ratito sola en
su furgo y me fui a pedalear un poquito
por la ciudad. Cuando volví eché un vistazo a las posibles cosas que ver y vi
que recomendaban el Castillo de Skokloster que está a unos 40 kms de Uppsala..
Allá que me fui tranquilamente y vaya si son bonitos los alrededores. Bosques
junto a grandes praderas y grandes fincas ganaderas donde el caballo es la
estrella. La verdad que cuando veo un caballo, mi recuerdo va dirigido a mi
amiga Amanda Stagnetto, gran amante y conocedora del mundo equino. Hay te dejo
una fotos de recuerdo.
El Castillo o Palacio como se quiera denominar, a mi
me parece mas lo segundo aunque lo denominan de la primera forma, es
impresionante de tamaño, cuadrado con cuatro torres iguales y como es habitual
en todas partes, está de reforma, solo la fachada está ya restaurada y por
dentro es un puro andamiaje en el que había que pagar, como no, para entrar y
que aquí, el presente, se negó ante tanto polvo, paletas y carpinteros. Así que
un descansito y como al ir hacia el
Castillo vi una zona boscosa que decía que había un camping y playa, allá que
me acerqué.
Como decía antes la zona está llena de bosques, pero
es que además hay zonas con agua por todas partes a nada que alces un poco la
vista. Yo ya no se si todas son saladas (por esta zona de aguas del Báltico) o
es que hay también miles de lagos. Pienso más que aquí son de estos, pues
Uppsala está ya mas bien metidito y alejado de la costa.
Entré y el sitio no podía ser mas bucólico. Me di un
paseo por los embarcaderos, pequeñitos ellos, y tenía su zona de baño. Como
hacia 30 grados estuve a punto de cambiarme y darme un chapuzón, pero al ver el
color y la porquería del agua, desistí. Así que me adentré un poco en el bosque
en una zona que dejaban entrar los coches, aparqué y me instalé ahí para
hacerme una paellita (preparada de “Carretilla”) que no estaba del todo mal.
Ya por la tarde salida hacia Uppsala para antes de ver
el partido, dar una vueltecita y cenar algo. Luego si las ganas prometen, igual
me voy a tomar una copita a uno de esos antros de buena música y gente guapa.
Claro , todo esto lo quería haber mandado antes del
partido, pero decidí no llevarme el ordenador al sitio donde iba a ver el
futbol porque no era lo suyo. Pensé, cuando acabe me daré otra vuelta y
entonces lo enviaré. La realidad fue que el subidón del partido y los
acontecimientos que se iban a producir hicieron que eso no se cumpliera.
Me fui al famoso bareto que había localizado, ya dije
ayer que no había subido a ver la parte alta donde estaban los billares etc. Y
no os podéis imaginar mi sorpresa. Lo de abajo no era muy grande que se dijera,
había una barra pequeñita y cuatro mesitas con una tele, mas la terraza que tendría
entre sofás y pufs para una 20 personas sentadas. Cuando subí aquello era el
Bernabeu de grande. De entrada un comedor del restaurante que había que haber
reservado mesa. Ya estaba lleno y habría sin exagerar mas de 100 personas
cenando con una 10 pantallas de led gigantes repartidas para que todos vieran
bien. Pregunté a la “hoster” si podía ver el futbol solo bebiendo y me dijo que
claro que pasara a la zona de billares que estaba después de una gran barra.
Aluciné, aquello eran salones gigantescos con mesas y mas mesas de billares y
una especie de boleras en alto de unos 25 metros de larga cada una de las cinco
que había. Billares, no exagero, habría mas de 30, prácticamente todas con
gente jugando y todo rodeado de mas de super pantallas gigantes de led de 50”,
mas tres gigantes de proyectores que como todos sabemos se ven algo peor. Y por
último a la derecha de todo esto una terraza inmensa con gente comiendo y
bebiendo que tendría una 30 mesas. En fin, una autentica pasada que jamás pude
imaginar.
En una de las partes en una especie de sala, me senté
con mi birra en una mesa alta enfrente de dos de esas televisiones que se veían
de miedo. Delante de mi, otra mesa alta con dos chicas, la de espalda con una
bandera del Madrid colocada rodeando su espalda, pero con las letras del revés.
La otra de vez en cuando me miraba y sonreía, no parecía gustarle mucho el
futbol. Al ratito, todo estaba abarrotado. Una mesa de unos catorce tios
hablando español y uno de ello al grito de “Atletiiiiii”. Otras con gente
árabe, eso parecían, todos estos del Madrid. Se me acercaron dos chavales para
ver si se podían acoplar a mi mesa y les dije que por supuesto.
Empezó el partido y antes del descanso se puso fea la
cosa con ese tanto del Atletico y parte de la mesa de españoles gritando como
locos. La chica de espaldas se tapaba con su bandera hasta la cabeza, estaba de
los nervios y no aguantaba mas. Mientras con uno de los dos chavales, con pinta
de brasileño, hablaba y me preguntaba de donde era, que hacia, etc.. y yo pues
lo mismo. Eran estudiantes en la Universidad de Uppsala, suecos, pero este de
ascendencia brasileña de dos generaciones.
Descanso. Seguimos perdiendo. Se acerca otro tío, de
unos cuarenta tacos y saluda efusivamente al brasileño. Al momento se dirige a
mi, era español y le acababa de decir que yo también. Muy amable me saluda y me
invita a la mesa grande. Le digo que prefiero comerme el mal rollo que
llevábamos solo, sin estar rodeado de atléticos. Me dice que también había madridistas, pero que visto el panorama
estaban calladitos. Le dije que al final me acercaría.
El partido seguía y el Madrid no era capaz de marcar.
En una de esas miradas de la chica que estaba enfrente de mi, le dije que le
diera la vuelta a la bandera de su amiga. No entendía y me acerqué a explicarle
que igual eso nos daba suerte. Se la puso bien. Pensaría que el loco era yo.
Faltaban unos diez minutos de partido. Al final, la locura. El Madrid remonta y
empata. Nos vamos a la prórroga. Las chica de la bandera ya feliz. Su amiga me
insinuaba que su amiga estaba como un cencerro con esto del futbol y se reía.
Final. Alegría por doquier. Gritos de Madrid Madrid. Se había ganado en la
prórroga. Al fin “La Décima” a las vitrinas del Bernabeu.
Los chicos se despidieron y al verlo la chica de
enfrente me pidió que me sentara con ellas. La de la banderola feliz. Suecas,
pero estaban estudiando español. Algo
entendían, mas la madridista, la otra en inglés. Se acercó de nuevo el español
y me volvió a invitar a su mesa. En fín como aquello había acabado, las chicas
me dijeron que se iban a MacDonald’s. A
mi, que he dicho que me moriré sin pisar uno. Decliné la invitación. La verdad
eran demasiado jóvenes, con lo que acabé en la mesa de españoles.
Todos currantes en Suecia y al mayoría desde hace
mucho tiempo. Algunos casados, otros separados, había solteros también. Se
reúnen cuando hay un evento de este tipo para charlar y beber. Al final toda la
noche de bar en bar con ellos. Colocón y
resacón. Hasta me propusieron un party con unas suecas, no muy allá. No fui, no
andaba yo para eso. Había amanecido. Pero ojo, solo eran las tres y cuarto
cuando nos echaban del último bar. Aquí es época de mucha luz. Amanece sobre
las tres y oscurece sobre las diez. Solo cinco horas de noche.
Acabo esta novela que me ha salido con el resacón. Ya
se me ha pasado, son las doce del mediodía y emprendo travesía hacia mas al
norte, a Sundsvall
16 Día : De
Uppsala a Sundsvall
Con menos resaca después de la ducha y el desayuno,
habiendo lo tomado todo con una tranquilidad pasmosa a eso de las tres de la
tarde emprendí de nuevo la ruta hacia Sundsvall, no sin antes y al estar al
lado de un lavado de coches, darle una limpia a la furgo que bien se la tenía
merecida.
A los ciento
cincuenta kilómetros mas o menos me empezó a entrar soñarra y paré
inmediatamente y aproveche para hacerme algo de comida. Un “marmitako” que
también traía de Sotogrande de la marca Ortiz y que no estaba malo, pero nada
que ver con el que hago yo de vez en cuando. Eso unido a un tomate fresco fue
la comida del día después de la alegría de la Champion conquistada.
Continué por la carretera, vi anunciada una gasolinera
a 4 kilómetros y aunque no estaba en reserva, si debía rellenar el depósito .
Mi sorpresa fue que junto a la estación de servicio, habían hecho (siguen las
obras) unas macro horterada de nuevo rico chino que no os podéis imaginar.
Bueno si. Solo hace falta mirar estas fotos para daros cuenta del desmadre
amarillo. Me recuerda a esos nuevos ricos españoles que en medio de cualquier
carretera se hacen su castillo-restaurante-hotel, al igual que este chino.
Mirar el detalle interior del comedor con esa barcaza sobre agua. No tiene
desperdicio. Yo me pongo a comer ahí y de entrada me da un patatús solo de ver
tanto colorín oriental. Entré y tal cual salí por piernas, mi cabeza no podía asimilar
semejante “belleza”. Lo de fuera, es como veis, una macro obra faraónica de
mucho cuidado. No quiero imaginar como srán en el futuro las habitaciones de
ese hotel. De pesadilla.
Llegué por fin a Sundsvall. Llegué con lluvia y además
he pasado de los 29 o 30 grados de estos últimos días a los 7 con los que he
llegado aquí. Una maravilla y creo
haberlo dicho antes, eso de llegar un domingo por la tarde a una ciudad de
tamaño medio pequeño en la que no se mueve un alma por la calle donde todo está
tranquilo y encima puedes moverte con el coche sin agobios por todos lados y
ves la ciudad en un periquete. Dicho y hecho.
Solo decir que es una bonita ciudad dando al mar y que
la rodean una colinas que en el día de hoy y a pesar de la lluvia se me antojan
como un complemento ideal llegando a parecer salvando las infinitas distancias
a lo que podría ser San Sebastián.
Las casas y edificios son realmente nobles
en su construcción y diseño, de ese neoclasicismo que hace tan atractivas este
tipo de ciudades. Mañana daré otra vuelta y ya empiezo a cortar en horizontal a
esta altura del pais hacia Noruega. Hacia arriba ya sería hacer muchos
kilómetros y es meterse en la Laponia sueca.
La frontera se encuentra a unos 80 kms y mi destino será Trondheim la ciudad más
grande de las que lindan con la Laponia noruega. De ahí, empezaré a bajar de
nuevo hacia el sur para ver esa maravilla que son los fiordos.
17 Dia : De Sundsvall a Åre
Como era de esperar, el parte meteorológico no falló y
lleva todo el día lloviendo. Ya anoche estaba chispeando y hoy se ha pasado
todo el día con un chirimiri que lo dicho, parece el norte de España.
Salí
temprano, ya que al estar todo mojado decidí no dar mas vueltas por la ciudad y con la esperanza de llegar a Østersund y no
encontrarme de nuevo con el líquido elemento, ya que eran casi 200 kms de desplazamiento al
oeste. Pero que va, todo el camino con la ligera llovizna y encima bastante oscuro, al
estar todo el cielo encapotado, me estaba acostumbrando mal en mi viaje. Tan buen tiempo no era lógico.
Llegué a Østersund y vi que era una ciudad
relativamente pequeña, con unos bonitos edificios, mas que estos, los chalets que hay a lo largo
de la ribera y justo enfrente, una pista de esquí. Solo tienes que cruzar un
puente y te puedes ir a esquiar por la mañana.. Así no es extraño que salgan la cantidad de buenos esquiadores que hay en este
país. En esta zona empiezas a ver por todos lados laderas de montaña preparadas para el esquí y a veces solo hay una pista y un remonte. De estos he visto dos o tres.
Al ver
que tampoco merecía la pena una estancia en la ciudad me fui hasta Åre que esta
si que es una estación de esquí muy reconocida y muy importante, quizás la mas conocida de este pais yla que mas fama tiene. A lo largo de la carretera camino
Curiosamente, la parte baja de la estación o el pueblo
como quieras llamarlo, pues es lo mismo, solo está a 350 metros de altitud sobre el
nivel del mar y todavía se ve algo de nieve en lo que son las pistas y ventisqueros. Es un
pueblo largo y vas viendo a tu derecha montones de pistas, ahora ya sin nieve
esquiable y otros tantos remontes entre cada dos o tres de estas pistas. El
final de las mismas acaban todas en las casas, hoteles y apartamentos de la
villa. De todas formas el frío es brutal, ahora mismo ya estamos a 4º, así que
esta noche se espera heladora y encima con algo de viento, luego ya sabemos eso de la sensación térmica.
Sacaré toda la ropa de abrigo que tengo, para
combatir el fresquete que voy a pasar esta noche, ya que tampoco quiero ni
puedo gastar mucho gas pues al final por un despiuste, solo vine con una bombona de propano.
Espero y deseo me respete al menos hasta que llegue a Francia de nuevo.
Como es natural en una estación de esquí, hay montones de restaurantes, bares y
tiendas y algunos siguen abiertos, pero solo de dia, pues se ve bastante vida en la zona. Supongo
que ahora debido no solo a la población que vive aquí todo el año, si no a la gente
que vendrá a practicar senderismo, ciclismo o lo que se tercie, Además al otro
lado de la carretera hay un caudaloso rio que surca con
fuerza y que supongo servirá también con buen tiempo para disfrute de pescadores y
deportistas de agua.
Hoy me quedo a dormir aquí y ya mañana emprenderé
viaje hacia Noruega. Si me da por ahí, hay un funicular que sube a la cima mas alta y desde ahí se divisa toda la zona. Ya veré.
Por cierto hasta este momento, llevo la friolera y
nunca mejor dicho por la temperatura reinante de 6012 kms en el cuerpo. De
momento sin cansancio alguno y toco madera, sin sustos. Espero que todo
continúe igual.
Antes de salir, estuve buscando una “Laundry” para
hacer la colada, pues se acumula la ropa
sucia, pero nada, la única que había, te pasa como en Sierra Nevada, que la
ropa la cogen hoy pero estaría mañana o pasado. Nada, carretera y manta
(sucia).
18º Dia : De Åre a Trondheim
Al final y a pesar de lo dicho, tuve que encender toda
la noche la calefacción, aunque fuera a una velocidad bajita y que el
termostato hacia su función. Pero claro, es que a las doce de la noche mas o
menos seguía siendo de día y encima se había despejado. Conclusión, bajó el
termómetro hasta los menos dos grados y encima del frío no lograba dormirme por
la luz.
Ha sido desde luego, el noche mas corta de lss que
llevo por estas tierras. Dos razones, la primera y lógica es que estoy todavía
mas al norte que cualquier otro. Y la segunda, también evidente es que los días
de luz siguen creciendo hasta el 21 de junio, día del solsticio de verano. Ese
día por aquí tendrán solo, hora u hora y media de noche. Cuando estuve hace
años en la Laponia finlandesa, fue por el mes de Febrero y era absolutamente lo
contrario, teníamos tres horas y media de luz
y eso que ya se alargaban los días de luz, pues el solsticio de invierno
había sido el 21 de Diciembre. Por esa fechas tiene allí las 24 horas de noche
durante unos cuantos días. Que terrible, imposible vivir allí.
La estación de esquí de Åre realmente es fantástica.
Hoy que me he dado una vuelta en condiciones, incluso a punto estuve de esperar
para montarme en un teleférico que te sube a la cima, he comprobado la cantidad
de pistas, remontes y servicios que tiene. Todo de primerísima calidad y con
unas pendientes de alucinar que para si quisiera mi socio, amigo e incluso a
veces hijo, David Bizcocho. (Cuantas veces han preguntado si era mi hijo o yo
su padre). Jaja, menos mal, porque si llego a tener un hijo así no sé quien
sería mas activo si el padre o el hijo. A tortas acabaríamos.. Lo cierto es que
debe ser una gozada esquiar en estas pistas en plena temporada. Como dije ayer,
en cuanto uno tiene una buena laderita, se monta un remonte, aplana una pista,
hace diez casitas y ya tiene su estación particular que le dará para vivir bien
en verano. He visto unas cuantas de estas.
Anoche mi amigo Ernesto, socio de Currito en Cádiz en
eso de los diseños gráficos y montajes de eventos, le mandé un whatsapp para
que me recomendara algo por la zona, ya que casado con una noruega,
precisamente nativa de Trondheim, sitio en que me hallo, es un gran conocedor
de esta parte de Noruega. Y vaya si me recomendó bien. Me dijo que camino de
este lugar en que me encuentro y a unos 30 kms de Åre, no dejara de visitar la
Catarata de Tannforsen.
No encuentro palabras para describir las sensaciones y
el impacto que me ha causado verlas. Alucinante, impactante, impresionante,
sobrecogedora, temible y yo que se mas. Solo el ruido cuando te acercabas sin
verla todavía, te causaba cierto asombro e interés. Pero dios mio, cuando estás
en ella es como si la madre tierra se hubiera cabreado y empezara a vomitar
agua de una forma desenfrenada. Yo no se cual será, pues no las conozco, las
sensaciones en Niagara Falls, en las cataratas Victoria de Zambia o las de
Iguazú entre Argentina y Brasil y además es considerada como una de las
maravillas del mundo, pero esta, infinitamente más pequeña, la he tenido tan a
mano que realmente te impacta por su fuerza, por su ruido, por su entorno y por
el agua que escupe a esa velocidad de vértigo que hace que te des cuenta del
respeto que le debemos a la madre naturaleza, a la que hay que tener miedo
cuando se encabrita de esta forma. Algo realmente asombroso.
Después de esta maravilla, recorres hasta Noruega toda
una zona de bosques interminables, llenos de todo tipo de robles, hayas, tilos
o abedules, algunos pienso que centenarios por su tamaño y altitud, ríos
rebosantes de agua que con el deshielo hacen crecer sus orillas. En fin,
naturaleza rebosante y bella que además me ha premiado con un tiempo espléndido.
Ya en Noruega, lo primero y necesario dar los datos de
tu coche y tarjeta de crédito a través de internet a la página web de AutoPASS,
para pagar los peajes de visitante que abundan en la entrada de las grandes
ciudades y zonas importantes y que de esta forma no te obliga a ir haciéndolo
en cada zona donde existen. Así , los miles de cámaras que te controlan,
apuntan y el cargo directamente a tu cuenta. No obstante si quieres no pagas
ahora, pero luego un bufete internacional te manda la factura a casa de todos
los pasos de peaje, pero añadido un recargo de 300 coronas noruegas.
Ahora en Trondheim, la primera vuelta a la ciudad como
de costumbre con la furgo y sin parar me avisa de una ciudad bonita, con muchos
edificios modernos, con una zona portuaria importante y casas antiguas que en
los canales me recuerdan a las de Copenhagen. Luego he salido un rato mas
porque laluz sigue siendo increíble, a las 8,30 todavía picaba el sol en mi cabeza despejada.
He podido por tanto hacer una visita mas a fondo a la
ciudad y realmente está muy bien, pero como todo por esta parte del mundo, la
gente a pesar del buen tiempo sale muy poco o ya es excesivamente tarde. He
intentado ir a dos restaurantes que me habían dicho para probar ese salmón
noruego de tan reputada fama y nada de nada. Uno cerrado a cal y canto, es una
especie de “Los Mellizos” de Benalmádena, es una pescadería bastante grande que
venderá por la mañana su pescado fresco y además tiene restaurante, con lo que
se garantiza el producto. Solo había dos mesas con una pareja cada una y según
daba la impresión les habían dejado con sus copas después de cerrar el local.
El otro ya tenía la cocina cerrada eran las 20,48 horas. Es lo que hay que le
vamos a hacer.
Así que me he venido a una taberna irlandesa que
suponía bien, tendría wifi y podría enviar el panfleto de hoy. Es de lo poco
abierto que he visto y eso que es bastante grande, no menos que Salamanca por
poner un símil. Eso si, la pinta de cerveza (470 c.c.) que es lo mínimo que
sirven, 9,70 coronas noruegas, al cambio 12 euritos. La fama la tienen y creo que
bien merecida, es actualmente el país mas caro de Europa. Ya he visto también el
precio del gasoil y anda por los 1,70 euros al cambio. No está mal.
19º DIA : De Trondheim a Ålesund
De nuevo solazo desde temprana hora de la mañana que
me ha motivado parea darme un paseo a pie con Fifty por todo el centro de
Trondheim,. Algo mas he visto y es verdad que es una gran ciudad, mas de lo que
en principio ayer vi y mas aún cuando al salir he tardado lo que he tardado,
dada la amplitud de la ciudad.
Después del paseo y ya en la furgo , intenté pero no
me entraba el 3G del móvil y necesitaba ver hacia donde me iba a dirigir, ya
que tenía dos alternativas y cuantos kilómetros iba a hacer. Así que la puse en
marcha, maldito yo, me fui al centro,
aparqué y me fui a tomar un café en un sitio con wifi para decidir mi ruta. Al
salir, multazo en el parabrisas. Porque? Pues imagino por no estar fuera de
esos 25 metros que piden no aparcar desde las esquinas. Lo curioso es que me
puse en un sitio de uno que salía y justo detrás había otro. Cuando llegué ya
no estaba este último así que no se si le pusieron o no el regalito de 300
coronas. Ya veremos cuando llegue que haré. Decía lo de maldito yo, porque
debería haber dejado la furgo donde estaba y haber cogido la bici que total no
estaba tan lejos y Fifty asguanta un buen rato sola. Pero bueno, a veces el
Alzheimer nos gasta estas bromas.
Después, salí por la ruta elegida hacia la meta del
día que era Ålesund, zona importante ya de fiordos. Había elegido una carretera
secundaria con tan solo 20 kms mas , pero que seguro merecía la pena.
Efectivamente ha sido un viaje fantástico, con unas vistas increíbles, pasando
por bosques, por prados, por fincas de ovejas, de todo. La primavera aquí hace
que todo esté increíblemente verde y frondoso. Además con esas exageradas horas
de sol y luz, pues todo crece salvajemente.
La primera etapa era llegar a Kristiansund. A lo largo
del trayecto no paras de cruzar puentes y túneles. Este es el país , pienso,
que mas debe tener del mundo, pues entre fiordos ye islas tienes para dar y
tomar. Si pueden, por distancia o profundidad, harán puente o túnel. En el caso
que no puedan hacer ninguna de estas obras pues te toca Ferry. Hoy ya me han
tocado dos.
El primero para poder llegar a Kristiansund. Travesía
de unos veinte minutos por 87 coronas. Iba a prepararme una fabadita Litoral,
pero justo leo el cartel de prohibido encender durante la travesía cualquier
aparato de gas. Mi gozo, para otra ocasión. Hoy tocaba sándwiches que me hice
tan ricamente que para eso llevo de todo. Uno de jamón y queso y otro vegetal
con atún. Por cierto, tremendamente buenos, los panes de molde por toda
Escandinavia.
Visita corta a la ciudad y rapidito fuera, que tampoco
me ofrecía gran cosa. Segunda etapa Molde. Esta si que es una pequeña y coqueta
ciudad. Su emblema es una ballena. Supongo fueron en su día cazadores de
ballenas pues es una ciudad costera. Si vi, anuncios del Festival de Jazz de
verano, que llaman “Moldejazz” y también antes de llegar, una catarata estrecha
pero altísima, en una de las montañas que da al Fiordo de Molde, pero no sabía
ni como se llamaba, ni como se llegaba. Adelante pues.
Nuevo Ferry. Esta vez, para ir hacia Ålesund, lugar
donde me encuentro. Media hora de travesía y 124 coronas. La verdad no lo
encuentro caro pues este me lo podía haber ahorrado, pero haciendo unos ochenta
kilómetros por malas carreteras. Solo en gasolina ya me dirás. Las vistas desde
el barco son impresionantes. Montañas con nieve en las alturas y bosques que
besan el mar, el color del agua, la travesía… que mas puedo decir, una gozada.
Desde el desembarco hasta Ålesund otros cincuenta y
tantos kilómetros con iguales o mejores vistas. Al principio me paraba
extasiado para verlas, pero llega un momento que piensas que habrá muchas
iguales y hasta mejores y dejas de parar. Así es como los humanos nos
acostumbramos tan rápido a lo bueno. Luego pasa lo que nos pasa.
Esta si que es una ciudad antigua y con clase. Tiene
edificios Art Nouveau realmente bonitos, es pescadora (dicen el mejor puerto
pesquero de Noruega), moderna (arquitectura de vanguardia) y con unas vistas
excepcionales, aparte de ser punto de partida hacia uno de los fiordos mas
impresionantes de Noruega, el
“Geiranger” . Hoy ya es tarde y veré si es posible enviar esta entrega.
20º Día : De Ålesund a Lom
Antes que nada y aunque mandé una foto por Facebook,
quiero decir lo espectacular que resulta ver y estar con el sol de medianoche
en el norte de Noruega. Es increíble, ya que eran mas de las doce de la noche y
se veía luz solar con una intensidad pasmosa. Creo que esa noche en Trondheim no
hubo oscuridad durante las veinticuatro horas de día, o al menos una total.
He seguido toda la mañana en Ålesund, pues he dormido
muy bien y me he dado cuenta enseguida del porqué. Era festivo, la Ascensión. Poir este motivo
no había ruidos por ningún sitio y he dormido como una marmota para lo que
acostumbro, hasta las 8,15 y eso que me acosté a la 1,30. Un record del viaje. Así
que me he levantado con la sana y buena intención de quedarme a comer en esta
ciudad de fama de pescados.
Como tenías tiempo de sobra, me di con mi inseparable
compañera una vueltecita por el puerto pesquero. Iluso de mi que la noche
anterior decidí dormir al lado del mismo, para a primera hora acercarme y
comprar algo especial y sobretodo, fresco. Que se le va a hacer. Miré por
internet recomendaciones de restaurantes y vi que había uno que se llevaba la palma
en cuanto a pescado se . se llama “Sjobua” por si alguien viene por aquí. Dicho
y hecho. Sobre la una allá que fui, ya lo había visto en mi paseo del día
anterior. Mala fortuna, abría a las 4 y no quería esperar tanto tiempo. Así que
de nuevo a escoger y lo hice con uno que se llama “Lyst”.
Mi obsesión iba por el famoso salmón noruego. Pero
nada, nuevo pinchazo. No lo tenían en
carta, solo en contadas ocasiones cuando se le ocurría al chef. No entiendo
porque pedí de primero una sopa de pescado que la base eras salmón fresco. Iba
con gambas. Le sobraba el toque francés de ponerle un poco de nata, pero aún
así estabas francamente buena. Iba acompañada de una brochetita de gambas
cocidas peladas frías y dos tomatitos cherry. Aparte de pan tostado con mantequilla
(un detalle lo avisan para que no pidas mas pan que te cobrarian aparte) Buena
también. De segundo lo recomendado que fue un bacalao fresco gratinado
acompañado de un puré de patatas con aceite de chorizo y unos brócolis
crujientes. Espectacular. Parecía mejor que la mejor de las merluzas. En su
punto, jugosísimo y con la piel crujiente gratinada con pan rallado con sabor
también a chorizo. Al abrir los lomos, las lascas se presentaban brillantes y
jugosas denotando su frescura. El plato bestial de grande, dos lomos inmensos.
Pero lo acabé. Claro no pedí postre. Expreso y la cuenta. Total 54 coronas,
unos 60 euros. Francamente bien para la calidad y cantidad. El restaurante
relativamente pequeño y bien decorado, aunque también tiene un patio trasero.
El servicio escaso. Dos personas y una de ellas casi siempre en la barra. A las
personas que iban al patio, les avisaban que tenían que pedir en la barra e ir
a recogerlo también. Un poco fuerte, pero todos lo aceptaban gustosos.
Con el estómago lleno, pensé echarme una siesta antes
de salir, pero sabía que iba a ser imposible conciliar el sueño, asi que
adelante y cuando me diera el sueño, aparcar y dormir. Cosa que no sucedió pues
en unos cuarenta kilómetros empezó otro espectáculo visual. Elegí bien y me fui
por una secundaria dando una mayor vuelta pero me daba que mas interesante.
Carretera de montaña en la que no parabas de ver paisajes increíbles. La meta
era pillar el fiordo “Geiranger”, desde esta parte y vaya si mereció la pena.
La subida, la esperaba peor pues leí en una ocasión,
preparando el viaje , que las carreteras estas de montaña no eran muy buenas.
Claro el tío hizo ese viaje hace cinco años y algo ha debido cambiar pues las
he encontrado mas que aceptables. Eso si, de montaña, curva viene curva va y
subiditas al canto. La última, la del fiordo, subes de nivel de mar a unos mil
metros en unos veinte kilómetros., pero cuando llegas arriba y ves desde ahí el
fiordo te entra algo por el cuerpo que te dice “Ha merecido la pena el viaje” .
Es espectacular. La altura, los cortados, la vegetación, esos trasatlánticos
allá abajo, el color del agua, la montaña, la nieve. Todo.
Luego a subir por el otro lado y a seguir viendo otro
tipo de paisaje. Al igual que hice al mediodia, decidí ir por una secundaria
con la meta en Lom, lugar donde empieza la mítica carretera 55 que para los
noruegos es como las “Route 66” de los americanos. Me imagino el motivo. Al ser
hoy domingo, he visto mas Harley Davison adelantándome o viniendo de frente que
en la película “Easy Rider”. Una pasada. Si en Dinamarca y Suecia eran
aficionados, aquí no te cuento. En el paso del Ferry que tuve que coger, hubo
unas ocho o diez que querían colarse en una cola inmensa para ese barco tan
chiquitito. Menos mal que el que controlaba aquello de la naviera, los mandó a
paseo y a la cola. Hasta el tercer barco no pude entrar, pero ellos hasta el
cuarto. Total casi hora y media que me vino muy bien para continuar leyendo el
libro que tengo entre manos. Una de las llegadas del ferry, venia plagado de
coches de época, algunos descapotables con su maletero atrás a la vista y
agarrada su clásica cesta de mimbre con el picnic. Da gusto ver este tipo de
afición. Algunos iban con su auténtica gorra de conductor con orejeras y la
pareja con su sombrero atado con un pañuelo de seda natural. Como debe ser.
Claro cuando tienes lo que hace falta para esos placeres.
Cuando subes por el otro lado como decía, te lleva a la
máxima altura que hoy he cogido, 1200 metros, aunque llega ahaber una carrtera hasta los 1500 metros de altitus. Aquí al igual que en Sierra
Nevada, pero aquí en menos metros, ocurre lo mismo. A los ochocientos ya deja de
haber vegetación de arboles. La nieve empieza a tomar su sitio casi
permanentemente y no deja crecer prácticamente nada. Increíble. Cuando llegas
arriba del todo y te encuentras con lo que en su día fue un glaciar, pero que
hoy es un lago helado que supongo en agosto ya no será ni eso, el panorama es
mágico, desértico. Parece que has subido a una montaña del Everest, a uno de esos campamentos base que están en planos, cuando realmente solo estás a esa pequeña altura en comparación y
los picos mas altos pienso no tendrán ni mil ochocientos metros. Arriba al lado
del lago helado y como parece costumbre en las alturas, puse una pila de cinco
piedras que las pone un montón de gente. La verdad no se que significan, supongo será un poco
fetichista para pedir un deseo y simplemente para dejar constancia de tu
presencia en ese paraje.Al menos tuve un recuerdo para Rosa que le habría encantado el paraje. Allí dejé mis piedras.
La bajada se produce en un descenso de cerca de
cincuenta kilómetros y vas viendo como va cambiando todo poco a poco. Empiezas
con ese paisaje helado y desierto, en unos kilómetros empiezan a aparecer esas
arbustos bajos que parecen secos al igual que en nuestra sierra. Luego empiezan
a aparecer unos arbolitos como muy frágiles y casi sin hojas. El lago se ve
deshelando y empiezan a verse riachuelos que tímidamente quieren emprender la
huida. Kilómetros adelante, los arbolitos ya tienen mas hojas y fuerzas. Se
empieza ver un tipo de árbol muy parecido al pinsapo, pero bajo. Casi igual. En
Cádiz me llamarán sacrílego, por eso que solo se da en aquella sierra . El
deshielo está por todas partes. Sigues bajando y los tipos pinsapos crecen y
crecen, hay una especie de araucarias también. Los ríos empiezan a bajar con
fuerza, tanto que llegan momentos de una intensidad bestial, dado que la
orografía les obliga a estrecharse. Se podría hacer “rafting” pero te jugarías
la vida.
Ya casi al final del descenso, han vuelto los bosques.
Los ríos son anchos y mas plácidos, aunque sin perder la velocidad del agua.
Empieza a haber pobladitos y zonas de labranza. Por fin mi destino, “Lom”,
pequeño pueblo que mañana me enlazará con esa carretera que me llevará al
Glaciar Jospedal.
Me volvió a pasar.
Cuando anoche quise mandar esta entrega como a las 23,30 h., como casi
todos los días, me di una vuelta por el pueblecito para buscar esa necesaria
wifi y nada, todo cerrado a cal y canto. Así que ahora saldré a ver si hay
alguno que la tuviere.
21º Día : De Lom a Fjaerland
Hoy he empezado el día despertándome con una maquina
cortacésped a mi lado. Estaba fuera del pueblo, en un sitio preciosos con otros
colegas de autocaravanas y de pronto la susodicha máquina a todo pasto, nunca
mejor dicho, pues aquí les debe crecer todo de tal manera que hasta cortan las
hierbas del campo cercanas a la carretera con el cortacésped. También es una
manera inteligente de dar trabajo. Deberíamos aprender y mandar cuadrillas
aunque solo sea en carreteras o zonas cercanas a pueblos para que limpien y
recojan esos papeles que muchos tienen la mala costumbre de tirar por la
ventanilla, ya que por ejemplo en la Mancha, césped lo que se dice césped,
poquito.
Bueno,
como adelanté, dormí y me levanté en Lom. Pequeño pueblo que es punto de unión
del Parque Nacional que ayer relaté y que se me olvidó decir que se llama
“Breheimen” y que ya me he enterado, que su pico mas alto llega a los 2047
metros de altitud y el otro Parque Nacional de “Jotunheimen” que es el hoy he visto. El pueblo tiene muy poquitas casa y todas muy iguales y resalta una iglesia del tiempo de los vikingos que data del año 1140.
La
famosa carretera 55 comienza aquí y la verdad que no me extraña le tengan tanta
devoción. Es una auténtica maravilla. Si ayer era bonito el trayecto, el de hoy
no solo no le va a la zaga, si no que le supera en belleza y contrastes. Hoy he subido todavía mas alto, llegando la
carretera a los 1494 metros y llegando su cumbre mas alta a los 2469 metros de
altitud. Llamado “Galdhopiggen”, siendo el pico mas alto de Noruega.
El
camino que relaté ayer, vale pero al revés, en cuanto a flora y agua se
refiere. Lo único que todo mas exagerado. Mas ríos caudalosos, mas cascadas
gigantes por todos lados, mas bosques, mas colorido de árboles, mas nieve, mas
picos, mas salvaje. Otra maravilla. Hasta ahora, pensaba que el país mas
espectacular que había visitado era Nueva Zelanda, pero creo que Noruega
empieza a ganarle la partida. Este Parque Nacional de Jotunheimen es todavía
mas asombroso si cabe, sobretodo a aquellos que nos gusta la montaña, la
escalada y sobretodo la nieve. He visto gente por todos lados, haciendo esquí
de fondo, alpinismo, escalada, nieve a través y otra vez en esta carretera 55,
como no, muchísimos motoristas. Pero hoy que no es festivo han debido dejar las
Harleys aparcadas pues prácticamente todo lo que he visto, han sido motos mas convencionales
y modernas.
La
carretera aparte su maravillosa estética ambiental, tiene su guasa. En
determinados puntos, que son muchos, se estrecha de tal forma que solo caben
dos coches muy juntitos (a veces ni esos), con lo que imaginaros la autocaravana
o lo que es peor si de pronto aparecen dos monstruos de autobuses. Unos
parados, marcha atrás, el otro a saber que hace, en fín una locura de la que yo
me libré pero en la que pude haber caído como se que les pasa a muchos. La
verdad, es que cada tantos metros hay una mini ampliación para solucionar estos
quebraderos de cabeza de los conductores.
En la bajada de uno de los tramos de mucha pendiente, me tuve que parar pues a pesar de ir todo el tiempo reducciendo, los frenos empezaron a echar humo y un fuerte olor a quemado. Ya me pasó bajando Sierra Nevada el día del cierre de la temporada que subí con la furgo. Así que parada y que mejor que un refrigerio, un poco de lectura y una vista que no te quiero ni contar.
Al
final, no subí como era mi primera intención a ver el glaciar Jostadal que dejo
para mañana, así como todo ese Parque Nacional del mismo nombre. Me acordé que
llevaba mucha ropa sucia y debía cambiar aguas al canario, versus furgoneta y
me he parado por primer día en estos 22 que ya llevo, en un camping. La verdad
es que paré en uno en Sogndal que en mi guía le ponía con cinco estrellas y
vaya si me estrellé con tantas cinco puntas, pues los simpáticos, lo tenían
bastante lleno, solo abren la recepción de 8 a 10 de la mañana y de 8 a 10 de
la noche. Total a buscar otro más adelante. Ese me gustó porque el pueblo se
veía muy animado y a lo mejor hubiera salido mas tarde a dar una vuelta.
Veinte
kilómetros ya hacia el Parque Nacional, había otro al lado del final del fiordo
Fjaerland que también es bellísimo. El camping pequeño y muy tranquilo, pero
con unas vistas que merecerán la pena recordarlas en un futuro próximo. Aquí
que me quedé. Ya hice mi colada y aquí ando, acabando de escribir las venturas
y desventuras de este viajero autocaravanista al que conocen por Ne
22º Día : De Fjaerland a Bergen
El día de hoy prometía buenas sensaciones, lo que no
imaginaba es que algunas iban a ser negativas. Me desperté en ese camping tan
tranquilo situado en la ladera en la que arranca el fiordo Fjaerland y como
cada día, desayuno, ducha y paseo a Fifty por los alrededores. El sitio no
podía ser mejor. Cogí el teléfono para ver la hora, las 8,45 y vi que tenía
varios mensajes, el último de un aviso de cargo del Banco de Santander. Me dije
, luego los lees, lo primero subir a ver el Glaciar Jostedal. A unos siete
kilómetros de donde hice noche ya se veía el final de una de las lenguas del
glaciar. Crucé un túnel de unos siete kilómetros y subí un poco hacia un lugar
donde verlo mejor.
La verdad, es tremendo. Es el glaciar mas grande de Europa y tiene muchas
ramificaciones hacia los distintos valles, donde gracias a él, me he enterado
que el que ha producido estos fiordos de este Parque Nacional. Después de ver
esos tremendos bloque de hiel oque poco a poco va soltando el glaciar hacia los
fiordos, bajé de nuevo, ya que justo al lado del camping se encontraba el Museo
de los Glaciares y el Agua, siendo el principal y mas llamativo de Noruega.
Saqué mi entrada y me puse a recorrer el museo.
Realmente lo tienen maravillosamente montado. Tienes tabletas por todos lados
donde te explican en montones de idiomas , incluido el nuestro, lo que tienes
delante en cada momento. Enseguida se me acercó una de las dos chicas que había
por allí y me recomendó que primero entrara en un túnel en el que a lo largo
del mismo te van explicando la evolución de la tierra en Noruega desde la noche
de los tiempos. Muy interesante ver como se forma la tierra, como es inhóspita
inicialmente, como luego llegan las plantas y los dinosaurios (en la zona se
han encontrado restos y colmillos de mamuts, que están expuestos. A
continuación como llega la glaciación y la formación de estos glaciares y por
último con el calentamiento global como vuelve la vida a la tierra, que es la
que vivimos en estos momentos.
Curioso saber que Noruega antes de la glaciación era
un territorio relativamente plano, con suaves colinas y buena vegetación.
Fijaros por ese hecho en lo que se ha convertido en estos tiempos. Ahí explican
y ya no me enrollo mas, como esos glaciares van empujando el subsuelo y con el
agua que va derritiendo como llegan a hacer los fiordos. Muy interesante.
A la salida la otra chica del museo se dirige a mi en
un español muy correcto. Hablamos y me cuenta que tiene amigos en España y que
alguna que otra vez ha ido por Tarifa a hacer windsurf. Tambien me dice que
estuvo a punto de entrar el pasado verano en el Puerto de Sotogrande pues tiene
un amigo belga que se dedica al tema de barcos. No se quien puede ser y ha quedado que la próxima si que entra y
mata dos pájaros de un tiro.
Me voy de allí, ya con dirección hacia mi primera
parada que quería fuera en Kaupander para coger un ferry que me llevara a
través del Fiordo Naeroy hasta Gudvangen para finalmente acabar en Bergen. Cuando llevaba unos veinte kilómetros paré
para hacer una foto a unas cascadas y me dio por aprovechar y leer los
mensajes. Y tate, no creo en las
brujas pero “haberlas haylas”.
Al leerlos me doy cuenta de que en la gasolinera de Lom
donde reposté la noche anterior me habían hecho dos cargos, uno de 850 coronas
que era lo que había rellenado de gasolina (unos 65 litros) y el siguiente a la
misma hora, de la misma gasolinera por 1500 coronas es decir 115 litros mas de
gasolina. Llamo al Santander para avisar y me dicen que de momento están los
apuntes pero que no están confirmados y me suelta el rollo que a veces en esos
países europeos cobran una especie de fianza hasta que cobran el real. Le dije
a la niña, ¡anda ya¡. Llevo todo el viaje echando gasolina de la misma forma
que es la que está implantada aquí y nunca me había pasado esto. El sistema que
ya hay en España en algunos sitios, es de self service con introducción de la
tsarjetsa en las misma máquina. En ella, introduces la tarjeta, te cobra, te
sirves, recoges la Visa y para casa. Al
final nada, como siempre los bancos, no puede hacer nada, que cuando vuelva
haga una reclamación y que ahora anule la tarjeta. Le digo que eso es
imposible pues aquí si no llevas Visa o Mastercard, no te mueves., pues mi otra
tarjeta de Amex no vale en ningún sitio. En fín será mi problema.
Me acordé de la chica del museo y volví para atrás y
la pedí ayuda. El ticket que tenía de la Esso de Lom tenía un teléfono local y
le pedí por favor llamara a ver si podían hacer algo. La chica muy amable me
dijo que llamaría desde el fijo del museo. Nada no funcionaba su línea. Su
móvil tampoco. Otra meiga. Le dije que llamara del mío aunque fuera una
conferencia internacional claro. Le cogió una viejita que no sabia nada de la
gasolinera Esso., era su teléfono particular. Muy amables otra vez la otra
chica buscó por internet el teléfono de la gasolinera y era el mismo. Total
nada hasta que llegue a España.
Seguí adelante, algo cabreado y pensando que pudiera
ser el típico tío que ha pillado la numeración de la tarjeta y puede que me
haga alguna mas. No lo entiendo, pero puede. Paré en un super a comprar pan,
agua y fruta que me faltaba antes de entrar hacia el ferry y así comer durante
el trayecto que era de una hora. Por una vez había elegido uno mas largo para
disfrutar del barco y el paisaje desde el agua del Fiordo Naeroy. Pues nada
otra meiga.
El ferry se había largado cinco minutos antes y oh
casualidad, hoy solo había uno a las nueve de la mañana y otro a las dos de la
tarde. El resto suprimidos. Por cinco minutos que se dice pronto con el tiempo
que llevaba perdido por todos lados. Mas adelante había otro mas cortito y mas
baratito claro, era un paseíto nada mas. Mientras esperaba vi como la gente se
baña y está hasta morena. Me parece a mi que la temperatura es buena 25º, pero
el agua me da a mi que debe estar heladora.
Pero bueno, la vida es así y la tenemos que aceptar
tal cual nos llega. Hizo otro trayecto con muchísimos tuneles y de esta forma
hoy he cogido el complejo de yiyo. Jaja. No, perdón, de Topo Gigo pues he hecho
mas de 100 kms bajo tierra, cual mísero topo. Uno de los túneles de mas de 24
metros y otro también larguito de 16. El resto de 7, 6 o lo que sea. Una
pasada. Y yo que de pequeño, aunque parece que todavía no me he hecho mayor,
era y casi sigo siendo claustrofóbico. Casi nada ya ves. Pues hoy por eso, me
he curado del todo. Un detalle curioso. En el túnel largo aproximadamente cada
siete kilómetros te encontrabas con un agrandamiento en plan plaza de la
carretera con luces azules de led, que de lejos parecía una discoteca. Es una
forma fantástica que el túnel no se te haga tan largo y monótono.
Así que ya se ve, “haberlas haylas”. Bueno, volviendo
al trayecto diré que he visto más cemento o piedra de los túneles que
vegetación y agua. Desde luego cada vez que sales de un túnel, te encuentras
otra vez con cascadas y vegetación por doquier.
Al final llegué a Bergen, tarde pero llegué. Son las once de la noche y
me he dado ya una pequeña vuelta por la city.
Es una gran ciudad con un puerto espectacular, en
tamaño y en embarcaciones. Hay trasantlánticos, cargueros, embarcaciones de
recreo, veleros gigantescos y otros mas normalitos. Pero sobretodo llama la
atención, los pesqueros, el pescado y el marisco. En la zona del puerto, están
en este momento recogiendo los muchísimos puestos de pescado que hay en la
calle. La zona está rodeada de edificios con restaurantes y bares de copas por
todas partes.
El olor a pescado se mantiene como si de una lonja se
tratara y gente a barullo, claro que es sábado. He preguntado a uno de un
puesto y me ha dicho que están “todos los días” de 9 de la mañana a 10 de la
noche. Entre los restaurantes, un par de pescaderías-restaurantes (parece
normal por Noruega) que son super grandes. No solo venden marisco y pescado
fresco, si no que tienen preparados de salmón marinado de diversas formas,
salazones y como no, arenques y bacalao fresco por todos sitios. Todo lo puedes
comer allí mismo en sus mesas ad-hoc o llevártelo a casa. Tremendo.
A la hora mas o menos, ya la una y media, volví y le
dije que me eligiera. Me preguntó que si ahumados o frescos, elegí frescos y
véase también la muestra seleccionamos un trozo de rape, otro de salmón, uno de
bacalao, otro de fletán o halibut, otro de pez gato, 3 vieiras y cinco gambas
frescas tipo quisquillas de Motril. Todo va al peso y tu eliges el corte y el
tamaño. Era una barbaridad pues se ve que es todo limpio y pesaba todo 720 grs.
Y dije “to pa alante” que no todos los días uno puede elegir así el pescado.
Total con bebida, cerveza y pan 500 coronas unos 62 euros. Caro relativo, pues
ya sabemos como se las gastan los noruegos con los precios. Pero eso si,
disfruté como un enano con mi pescado a la plancha, al solecito y con una
temperatura perfecta.
23º Día : Bergen
Hoy decidí quedarme en esta preciosa y animadísima
ciudad, donde además no he parado de ver gente de habla hispana por todas
partes. Puedo asegurar que lo que yo he oído hoy es mas español o castellano,
como quieren los puristas, que lo que había oído en todo el viaje. Por un lado
grupos de españoles. Por otro tres chicas sueltas hablando. Grupos de
colombianos y mexicanos. Y para remate en los dos sitios que entré por el tema
del pescado todo en nuestro idioma.
Me tomé la mañana tranquila en vista de la decisión.
Anoche después de dar mi habitual gira nocturna para conocer la ciudad, acabé
por elegir la zona de la Ciudad Universitaria para dormir. Calles tranquilas,
no así en la primera que paré que había dos bares con la música a tope. Y una
zona donde hay casa de estudiantes y al lado una zona de casas bastante
bonitas, como se ven en las fotos. Acabé por allí y me fui a la zona del puerto
que es donde pensaba pasar la mañana.
Encontré un sitio perfecto muy al final junto a otras
tres autocaravanas. Una de ellas parece un hotel de super lujo. Que maravilla,
pero es inmensa, su marca, Concorde *****, no me extrañan las estrellas. Eso
si, pasta lo que se dice pasta debe costar. Agarré a mi Fifty y nos pusimos a
pasear por el puerto que realmente merece la pena en todos los sentidos. De
hecho, me he quedado luego el día entero aquí., viendo entrar y salir barcos,
echándome una siesta y leyendo luego un rato, aparte del curre del blog que
estoy haciendo ahora.
Después de ese largo recorrido dando vueltas por todas
partes por este puerto lleno de gente paseando, no donde aparqué, con todos los
puestos y pescaderías abiertas, entré en una de estas porque era sorprendente
la variedad , la frescura y la cantidad de pescado que había en todas sus
formas y presentaciones. Estaba viendo uno de ellos cuando una pareja al lado
estaban hablando en nuestro idioma y de pronto la chica del mostrador les
contesta en el mismo idioma. Después ya hablé con ella y es una loca enamorada
de nuestro país. De hecho va tres o cuatro veces al año, me dijo. Lo mas grande
es que el mes próximo se marcha a establecerse en Berlín, ahora a poner un restaurante
de comida española, mas bien vasca y sobretodo chuletones con un par de vascos
que conoce. Ya ves, noruega, en Berlin y a montar un restaurante vasco. Vaya
combinación. Es la chica de la foto.
Seguí caminando, ahora entre esos puestos de la calle,
pero que están fijos todo el año y bien montados, con neveras, expositores,
zona de trabajo, maquinas de vacío, planchas,etc.. me decidí por uno en el que
vi hablaban todos castellano. El primero con el que lo hice era un catalán que
lleva un par de años por aquí y que domina el tema que no veas, el resto de
trabajadores eran argentinos, un portugués, otro catalán y un par de noruegas.
El jefe, alemán, que son los que controlan aquí desde siempre el tema del
pescado.
Eso que dije el otro día que el sitio del pescado era
Ålesund, nada de nada, es este históricamente y además se nota veinte veces mas
importante que aquel. Claro, cada uno siempre tira para casa, pero no existe
comparación, véase las muestra en las fotos. Pues bien me, enrollé con Guillerm
y me contó de todo en este tema. Al final le dije que al cabo de otra
vueltecita volvería a pegarme un homenaje de pescado de verdad.
Estos son los puestos de la calle en el puerto
Esto en crudo
Y esto ya cocinado, ñan, ñan, ñan
Al salir de allí volvió otra meiga, pues justo iba a
hacer una foto a Guillem y se había acabado la batería de la cámara y no
llevaba el móvil. Lo fuerte vino , pues me dije , es igual en la furgo he
dejado cargando otra, pues la tercera ya se había gastado. Pues eso, al llegar
a la furgo y querer reemplazar las baterías, veo que no ha cargado nada y me doy
cuenta que mi cargador de baterías de la cámara no funciona. Total, hoy domingo
tarde, todo cerrado en ese tipo de establecimientos y pensaba haber salido y
hacer unos kilómetros, pues me he tenido que quedar a ver si mañana soluciono
el tema. Si no, mas fotos no habrá por ahora. Espero que no sea así, pues he
visto una buena tienda de aparatos de fotografía y ya me han dicho que ni Media
Markt ni nada parecido hay en esta ciudad. Tocaré madera.
Por cierto, he venido al mismo bar de anoche para
coger la wifi y mandar esta entrega. No comenté que me recordó muchísimo al Midas
antiguo aunque con gente un poco mas talludita. Es bar, cervecería, tiene un
billar, tres pantallas de televisión y por la noche lo reconvierte con pista de
baile en discoteca. Anoche estaba a reventar con todo el mundo bailando, tenía
además grupo en directo que se le unía alguna estridente voz de vez en cuando.
Ahora casi 21,30 de la tarde aquí (por el sol), de la noche allí (por las
sombras) todo está mucho mas tranquilo con gente sentada conversando. Yo en una
esquina con mi Apple (que no comiendo manzana) y una cervecita de la tierra que
entra muy bien por suave que es.
24º Día : De Bergen a Odda
Después del susto de ayer quedándome sin baterías de
la máquina de fotos y teniéndome que quedar a dormir hoy, a los diez minutos de
abrir la tienda de fotos, a las diez en punto de la mañana, había solucionado
el caso. El problema es que el cargador que tenía para el mechero no tiene
suficiente potencia para cargar las baterías grandes de Canon y al final he
tenido que comprarme otro original como el que tengo en casa. Que mas da, este
para la furgo y ya no vuelve a pasar.
Dormí esta vez al final del puerto por dos motivos, primero suponía
que al ser hoy día lectivo, la zona donde dormí ayer iba a estar imposible de ruidos y demás. Y
segundo, la tienda de fotos quedaba a tiro de acercarme andando sin mover el
trasto. De ahí que según volví con mi cargador lo enchufé a mi transformador y
enseguida probé si había cargado algo. Lo comprobé haciendo la foto del velero.
De ahí a seguir y al propio tiempo que siguiera cargando. A esta hora ya tengo
tres baterías a tope de carga.
En el camino, como siempre en este pais, grandes vistas y paisajes fabulosos
Mi destino era el Parque Nacional de Hardangervidda,
que es el Parque mas alto de llanura de Europa, pues está a una altitud que
ronda los mil metros y encima es inmenso
unos 3400 kms cuadrados. Pues para allí que me fui. Además tiene una de las
cataratas de mayor caída La de Voringsfossen, pues es de casi 200 metros de
altura y una caída directa de casi 150 metros. El problema es el acceso, pues lo
ves desde la zona norte del parque pero desde mas o menos la misma altura de
salida de la catarata. La impresión no es la misma ya que estás a bastante
distancia. Lo que separa el desfiladero.
Tenía una obsesión, pues es el Parque que tiene las
mayores manadas de renos salvajes de toda Europa y me apetecía recordar este
animal esbelto y distinguido que ya vi cuando estuve en la Laponia de
Finlandia. Pero no pudo ser. Ya me habían avisado que eras casi seguro que la
nieve me lo impediría , pero no les creí pensando en el otro Parque que vi días
atrás que también era de mucha altura.
Al llegar a un punto que se estrechaba la carretera me encontré con dos
montañistas que fueron los que me dijeron que un kilómetro ya no se podría
pasar por la nieve.
Pero nada, como uno es Tauro y por tanto terco,
decidió buscar otra entrada. Cogí camino hacia Odda y aquí empezó mi Odisea o
mi aventura, como quieras, que esto no es Africa pero también surgen aventuras
arriesgadas. Había parado en un super pequeño a comprar pan y pregunté al “enterado”
por donde se podía entrar al Parque por esa zona, a unos treinta kilómetros
hacia el sureste de la catarata que antes vi. Me dijo que no había nada mas que
uno a unos tres kilómetros hacia atrás en una carretera que ponía algo así como
Gudtersen. Allí que me metí y empecé a subir primero por una carretera
asfaltada y algo estrecha y a continuación por la misma pero ya de gravilla.
Seguí hacia arriba y me voy dando cuenta que cada vez la carretera se vuelve
mas estrecha. Me paro y aparecen dos caminantes cuesta abajo que me miran con
cara de “a donde irá este majareta”. Me bajo de la furgo y les pregunto como
estaba el tema por ahí arriba y si había algún ensanche para dar la vuelta.
Obsérvese la anchura del camino donde paré
Y el rio, me esperaba impaciente
Me dicen que ni una cosa ni la otra y que además cada
vez es mas estrecha y no han visto pasar a nadie con lo que me recomiendan no
seguir. Ellos siguen camino, yo analizo la situación y el terreno. Veo que un
poco mas abjo a unos 100 metros hay como una entradita hacia el rio que me da
la sensación que podría dar la vuelta allí, pues está claro que bajar marcha
atrás por esa camino eras harto arriesgado a la vez de larguísimo. Decido que
es la única solución y dejo caer lentamente la furgo para entrar allí y dar la
vuelta. No me permite entrar de culo, así que la dejo caer un poco mas para
entrar de frente pues vi una explanadita ya al lado del rio donde pensaba se
podía maniobrar y dar la vuelta. Entro y empiezo a maniobrar. Aquello era la
mínima expresión para poder dar la vuelta. Si no era un árbol, era una roca lo
que me impedía. Vi que había una posibilidad en una zona que tenía un cierto
desnivel, pero estaba claro que era la única opción,
Lo miro todo bien y empiezo a hacer esa otra maniobra.
Me voy marcha atrás hacia el desnivel, veo que ya tengo entonces opciones de
maniobrar hacia delante girando el volante y freno, pongo primeras y para
arriba y a la derecha. Pero no. Patinan las ruedas traseras que son las de la
tracción. El peso de la caravana, el desnivel y la cercanía del rio caudaloso
que había humedecido en exceso el terreno, hacia que aquello patinara y no me
dejara salir. De pronto veo que la cosa se pone fea pero que muy fea. Camino
perdido, fuera de la carretera y quien sabe si alguien iba a pasar por allí. Lo
primero tranquilidad. Ne, piensa que para eso te han puesto una cabeza encima
del cuerpo. Fifty que me dice “tu puedes tio”
Pues nada, toca buscar ramas y piedras, escarbar un poquito y ponerlas
delante de las ruedas traseras. MacGiver entra en acción, coloca todo se sube
en la furgo. Ya han pasado mas de tres de hora desde que decidí dar la vuelta.
Ne, tranquilo. Tu puedes. Respiro, por eso de los
nervios, arranco y a toda marcha ahora para arriba. Aquello da un brinco
terrible y hace que la furgo se ladee bruscamente como en el látigo de las
feria, pero se puso en posición y después de volver a ver como estaba todo que
olía a goma quemada que no te puedes imaginar, logré salir de aquel atolladero
y nunca mejor dicho, pues el rio caudaloso estaba a escaso metro y medio.
De allí, ya tranquilo y respirando a gusto, fui
bordeando todo el Fiordo Sorf, por una carretera maravillosa, no es que me lo
pareciera por lo del susto, es que realmente lo era. Tenía entre la carretera y
el Fiordo, al lado de las casa que todas tocan agua, unos huertos cuidadísimos
con frutales a punto de empezar a florecer, parecen manzanos y ciruelos, aquí
toda la cosecha va mucho mas tardía. El contraste del agua, las casas, los
huertos y mas arriba al otro lado de la carretera los arboles, por encima de
estos, esas montañas de roca gigantescas, todas coronadas con el blanco de la
nieve. Realmente una maravilla.
Finalmente llegué a Odda, un pueblo pequeño situado al
resguardo de las montañas y donde está semi nublado, que no viene mal después
de los días de sol que llevamos. La vista al fiordo desde donde tengo la furgo es una maravilla, Ahora me viene muy bien esta paz y tranquilidad que se respira en este lugar
Mañana continuaré hacia otra maravilla que ya
contaré. Entre medias si puedo, entraré por alguna carretera mas civilizada al
Parque Nacional de Hardangarvidda. Si no puedo me compraré una postal de renos.
Un cariñoso recuerdo a Isa mi hermana, gran fotógrafa y que no ha parado de preocuparse por mi situación por la falta de baterias en mi cámara. Ya ves que al final todo tiene solución menos una cosa. Isa, el tema está resuelto como habrás visto.
25º Día : De Odda a Stavanger
La mañana estaba con una luz preciosa lo que me obligó a hacer una
foto desde las alturas cuando me iba de Odda,
el pequeño pueblo donde dormí tranquilamente y que desde esas alturas se veia impresionante.
Ya en ruta y a muy pocos kilómetros de la salida, la
primera sorpresa me la llevé con las cataratas de Espelan y Latefossen, dos muy
cerquitas una de la otra y que fue dificil fotografiar bien porque por un lado
estaba el sol justo encima y provocaba un contraluz y por otro, era tal la
fuerza de la caída del agua que formaba una cortina de humedad que me empapaba
la cámara y por tanto al fotógrafo también. De cualquier forma hice un pequeño
video pues me pareció una auténtica maravilla. El video lo colgaré en Facebook.
Seguí ruta y la verdad que la carretera era
impresionantemente bella y se fue viendo a lo largo del camino, como iba
cambiando el aspecto del bosque y del campo. Dejamos atrás la agresividad de la
alta montaña unida a una temperatura mas fría. Aunque seguían habiendo nuevas
altas montañas y fiordos por doquier, empezaron a desaparecer las cumbres
nevadas de las mismas. El campo se dedicaba mas al cultivo. Vacas, ovejas y
caballos aparecían mas frecuentemente. Hay que entender que ya estoy prácticamente en el sur de Noruega. De hecho,
mañana llegaré abajo del todo.
Tuve que coger el primer ferry del día pues mi próximo
destino era la impresionante altura del mirador del Fiordo Lyse al que llaman
“Preikestolen”, la traducción sería “El Púlpito”. Tiene un grandísimo inconveniente, tienes que aparcar
el coche y empezar una subida de unos cuatro kilómetros y pico. Me llevé a
Fifty y a los doscientos metros vi que eso no era para ella y que sería
imposible que llegara arriba, así que media vuelta y a dejarla en la furgo.
Agarré un jersey pues empezaba a ponerse el cielo oscuro y había algo de fresco
por el viento. Empecé de nuevo la subida y a los quinientos metros mas o menos,
crack, mi rodilla empezó a fallarme. Me di cuenta de la locura que suponía el
ascenso, pero el verdadero peligro para la rodilla era el descenso. En un
camino super empinado de gravilla, no quería arriesgar el resto del viaje y
decidí suspender el ascenso a pesar de las ganas que tenía de llegar al
Púlpito. Bajando solo esos quinientos metros la rodilla notó el daño, no quiero
ni imaginar lo que hubieran sido los cuatro kilómetros. Acerté. Mirar en el croquis la locura del recorrido a pié y el desnivel que hay que salvar
Solución, comprar dos postalitas y hacerles unas
fotitos para que vierais lo que impresionante de la plataforma que está a unos
600 metros en caída libre del fiordo. Por cierto, el año pasado me han contado
un español con las tonterías de ser el mas chulo se acercó tanto que cayó y se
mató como era de suponer. Quede dicho que las dos fotos del “Preiskestolen” son
hechas a unas postales. Por lo menos queda para el recuerdo
Bajé de nuevo al niveles inferiores y cogí dirección a
Stavanger que es donde me encuentro. Tuve que embarcarme en un nuevo ferry y
curiosamente, éste, el de mas trayecto de los que he navegado, unos tres
cuartos de hora, no me cobró ni a mi , ni vi que cobraran a nadie. Sería el día
delavegante, porque no lo entiendo, ya que en este país te cobran casi hasta
por respirar. Una curiosidad de lo que digo es que aquí ningún noruego paga
agua (faltaría mas con la que hay por todos lados), pero sin embargo los
turista si la pagamos. Como? Pues en grifos con monedas en las gasolineras. La
leche. Que mas le dará litro arriba, litro abajo con los millones de metros
cúbicos que se pierden en el mar con tanta catarata, deshielo y ríos.
En la travesía el cielo se empezó a poner super negro.
Antes ya en el Púlpito me había chispeado, pero ahora y antes de entrar en el
puerto de Stavanger empezó a llover bien por primera vez en el viaje. Pero lo
gordo no había llegado todavía. Me puse a dar mi vuelta de reconocimiento a la
ciudad y de pronto eso era como las cataratas de las fotos. Que manera de
llover, hasta levantó una tapa de alcantarilla y véase en la foto lo que
ocurrió. Hasta los paisanos del lugar se quedaron de piedra.
Dije, mala tarde me espera pues eran solo las siete de
las tarde. Aparqué en un sitio que era como una esplanada y a capear el
temporal. A la hora y medio no solo paró si no que prácticamente se despejó el
cielo en menos de veinte minutos. Me dije, esta es la mía. Encendí el motor y
para el centro a ver la ciudad. Me he
dado una gran vuelta por el centro que tiene unas casas realmente bonitas y
características, pintadas de varios colores, aunque es el blenco el que domina.
Es una ciudad bien bonita y se ve que con mucho movimiento , pues tiene modernas oficinas situadas a las afueras, porque lo que es el centro, lleno de restaurantes, bares y tiendas mantiene la estructura de las casas originales de la ciudad perfectamente conservadas, independientemente de sus parque, ¡jardines e iglesias, como la catedral que es basta
Ahora toca cenar y a buscar el bar donde puedan tener
wifi y poder mandar esta crónica del día 25 de mi viaje. Seguiré informando.
26º Día :De Stavanger a Lillesand
Después del largo paseo que me di anoche por la ciudad
y viendo ya lo mas característico de ella en el que destaca sin lugar a dudas
las casas del casco viejo mas todo lo que da al puerto que está lleno de
restaurantes bonitos y terrazas de lo mas agradable.
Eso si, me acerqué a ver los precios de la carta de un
restaurante que tenía buena pinta y no quiero ni decirte como son, una burrada.
Solo te pondré dos ejemplos para que veas lo que te puede salir una cenita en
este restaurante. Una bullabesa (sopa de pescado) valía 285 coronas, es decir
35 euros y un solomillo, átate los machos 590 coronas, al cambio, la nada
despreciable suma de 86 euros. Ya me dirás, si pides postre ,un buen vino y una
copita al final. Sales por no menos de ciento ochenta euros por persona. Diré
que en el bar que estuve anoche descargando el capítulo que mandé, me tomé un
Gin Tonic de Bombay normal y me costo las miniatura 120 coronas, 15 euros.
Bueno a seguir con el viaje. Efectívamente se nota que
hemos dejado la parte dura de la montaña y demás y empezamos a ver campos
cultivados y un paisaje mucho mas relajado y placentero. Aunque se siguen
viendo montañas ya no son tan agrestes y rocosas y aparece el ganado por muchos
sitios. El panorama como digo había cambiado y después de hacerme un recorrido
de casi doscientos kilómetros llegué al punto mas al sur de toda Noruega,
“Lindesnes”. Sobretodo su faro, unos quince mas y que está considerado como el
mas antiguo de los que siguen en funcionamiento en el país. Un sitio realmente
curioso por el cambio tan brusco de lo vivido hasta ahora. Tiene un museo sobre
el tema de la mar y el faro y unas imitaciones en pequeño, a lo largo del
entorno, de otros faros de Noruega.
Comí allí con un tiempo fantástico y me eché una buena
siestecita, que a este paso se me va a olvidar en que consiste, porque además
fue bastante consistente. Al despertar todavía había sol pero se veían nubes
feas. A lo largo del camino se fue encapotando y llegué al que iba a ser mi
destino del día, “Cristiansand”,
chispeando. Me recordó la tarde-noche anterior. Pero no. Era un chirimiri
constante y calabobos, así que después de dar una vueltecita y ver que esta
ciudad no merecía la pena, emprendí nueva ruta hasta “Lillesand”, que era una de las visitas que tenía en mente
para mañana.
Llegué todavía con esa fina lluvia, pero al ratito se
quitó casi del todo. El pueblo es una preciosidad. Con casa de madera en su
inmensa mayoría blancas y muy cuidado. Con un puerto coqueto y una pequeña bahía
que lo recoge. Lo cierto por otro lado y con el tema de la lluvia, es que no se
ve que se diga mucha gente. Pero el lugar merece la pena conocerlo.
27º Día de Lillesund a Oslo
Los peores augurios se cumplieron. El tiempo ha
empeorado de manera brusquísima y aquí cuando llueve lo hace de una forma
exagerada. Ahora entiendo lo de la nieve y el agua por todos lados. Ha sido la
peor noche que he pasado, pues la tormenta, los truenos y sobretodo la intensa
lluvia no me dejó pegar ojo hasta las cuatro y media mas o menos. La autocaravana
no conocía semejante aguacero y claro el que estaba dentro tampoco conocía el
ruido que puede llegar a producir el agua sobre el techo de la misma. Eran ríos
de agua por todos lados.
El día ha sido por el estilo, aunque con menos
intensidad. He recorrido como dije la costa sur, para ver esos pueblos que me
había recomendado una de las hojas turísticas que recoges en cualquier
gasolinera o punto de información turística local. La verdad es que merecen la
pena. Son pequeños y se ve que de veraneantes porque ahora hay poco movimiento
en cualquiera de ellos. Todos como es habitual en toda Noruega de madera. Aquí
con tendencia al blanco que como me llamaba tanto la atención pregunté el
motivo.
Después de salir de Lillesand sali por una carretera
estrecha que mas o menos bordeaba la costa. Digo bordeaba porque por aquí entre
fiordos y otras entradas de agua hacia el interior, una distancia de cinco
kilómetros en linea recta de mapa, se convierten en veinte o treinta. Todo como
siempre rodeado de unos bosque que hoy con eso de la lluvia, ofrecían un
aspecto impresionante con un realce del verde absoluto.
Tvedestrand
Llegué primero a Tvedestrand, un pueblecito del
interior pero al que llega también una entrada de agua del mar. Después fui al
que me habían dicho como el mas coqueto pueblo de Europa según rezaba el
catálogo. Lyngor. Bueno, es bonito, pero creo que no para semejante título. Es
un pueblito de veraneantes como he dicho, de casas muy cuidadas y bonitas, con
un hotelito precioso. Parece que la afición debe ser la pesca pues había en su
embarcadero montones de barquitos de motor y una especie de lonja abierta, para
que la gente al llegar con sus capturas pueda limpiar y embalar el pescado
allí. Aparte de unos lavaderos, tienen cajas de poliespán que serán para
llevarse en ellas los pescados. Aproveché y con una manguera larga que había a
mano, llené mi depósito de agua para que llegara lleno Oslo.
Por último llegué a otro que se llama Risor y ya no
quise seguir pues deben ser muy del estilo todos y la lluvia empezaba de nuevo
a arreciar. Decidí entonces que nada de quedarme por esos lares y cogí ruta
hacia Oslo, la capital, que se encontraba a unos 120 kilómetros del último
pueblo visitado. Vi de paso uno que me hacía mención especial, ya que lo
pluralizaba.
Paré a descansar un poco en un área de servicio que
da gusto como las tiene de cuidadas y bien puestas. Debemos aprender muchas
cosas del civismo de los escandinavos.
Llegué perfectamente a Oslo, no sin antes pedir
consejo a Paco Parra, sobrino de mi gran amigo y mejor persona, Teto Parra de
Zafra. abogado de los buenos, de un lugar bueno para aparcar la autocaravana y
poder dormir bien. El sitio es Sognsvann a unos diez kilómetros del centro de
la ciudad, a las afueras y al lado de la
Universidad junto a un gran lago y un bosque donde no para de llegar
gente a hacer todo tipo de deportes y paseos. Esquís cortos con ruedas,
ciclismo y sobretodo footing y paseos. Gente de todas las edades.
Mañana he quedado con Paco en el centro de Oslo e
iremos Fifty y yo en tren hasta la Estación del Teatro Nacional donde hemos
quedado a la una, por la tarde-noche no puede pues curra el sábado desde temprana
hora. Yo ya me acabo de dar una vuelta por Oslo para situarme como es mi
costumbre. Tarde, que es cuando todas las tiendas están cerradas hay poco
tráfico y puedo situarme perfectamente.
Vuelvo a recordar que si solo queréis ver las fotos,
lo haréis solo pinchando en una de ellas y se agrandará en la pantalla y podréis
ir pasando una a una.
28º Día : Oslo
Primera noche en la capital noruega en la zona de la
Ciudad Universitaria y al lado de la estación del metro. Una zona en principio
muy tranquila, pero solo a partir de las dos o las tres. Al estar tan apartado
y haber una explanada tan grande no paraban de llegar coches con parejas. Pero
bueno, luego todo se quedó totalmente tranquilo y amaneció sin lluvia. Hoy ya
tengo elegido un sitio mas tranquilo muy cerca.
Me fui sobre las 10,30 horas, cámara en ristre y perra
a mi lado, atada claro está, e hice un gran paseo desde la estación del Teatro
Nacional donde llegué, hasta el nuevo edificio de la Opera de Oslo que tiene un
gran diseño arquitectónico.Esta hecha en mármol y vidrio. Una pasada. Después
vuelta hacia el mismo sitio, pues allí había quedado con Paco Parra.
Mientras esperaba, estuve escuchando un concierto
gratuito de música clásica al aire libre, dirigido por una mujer, en uno de
esos clásicos tenderetes. Era un orquesta de al menos 25 personas y sonaban
realmente bien. Al finalizar apareció Paco, un tío majísimo que vive aquí desde
hace dos años. Vino a estudiar y se quedó. Ahora trabaja haciendo extras en un
catering, porque aquí “estudias o trabajas” si no , no puedes quedarte y él ya
acabó los estudios y es la única forma de poder quedarse, aunque sea por horas
o por días el trabajo. Me contó cantidad de cosas de esta ciudad. Domina el
noruego a las mil maravillas.
Nos fuimos a
dar una vuelta por una de las zonas donde no había estado antes, el que llaman
paseo marítimo. Una zona totalmente nuevas y reformada con edificios de diseño
y que está plagada de terrazas con restaurantes. Intentamos comer por allí,
pero fue imposible ya que en ninguna terraza dejaban entrar perros. Nos fuimos
hacia el centro de nuevo y al final pudimos comer en una terraza de un café que
servía ensaladas y bocadillos y en la que si nos dejaban estar con Fifty.
Bueno, eso de que servían, es un eufemismo, pues
realmente te tenias que coger tu lo que quisieras, pagarlo y llevártelo a la
mesa. Está claro que el servicio por aquí es bastante deficiente. Lo que mas me
llamó la atención fue lo que me dijo Paco y es que aquí los noruegos no se
rebajan a servir y la mayoría de camareras que ves son todas suecas. Nunca me
lo pude imaginar. Otra cosa que florece como en todos los países de la Europa
desarrollada, son las mafias de gitanos rumanos de pedigüeños, ladronas y
músicos por todas partes. Son una plaga. Hay que al igual, que en París,
Madrid, Londres o donde sea, estar ojo avizor. De hecho en Paris vi levantar
dos carteras a estos cabritos.
Nos despedimos, no quería dar la lata mas de lo
necesario y quedé que mañana pasaría si se tercia, por el jardín Botánico donde
trabajará en un servicio de bar y nos volveríamos a ver. Según él, merece la
pena verlo. Me volví a mi sitio de estancia para descansar un rato y pasear
alrededor del lago del parque. Por la tarde-noche volví, ahora ya con la furgo
al centro de la ciudad.
Fui a visitar el Parque Frogner. También llamado
Parque de las Esculturas de Viseland. Una locura de tamaño del parque, que además
está muy céntrico, pero mas locura si cabe, son las 212 esculturas, la mayoría
de ellas múltiples, en el sentido que tienen mas de una figura. Lo realmente
sorprendente, es que todas son del mismo escultor Gustav Vigeland. El punto
cumbre del parque está en la escultura central de catorce metros de altura y
que tiene 121 figuras humanas. Increíble todo. Todas las que rodean el
monolito, asi como él, están hechas en granito, el resto esparcidas por el
parque, se hicieron en piedra y se forjaron en bronce. Es un trabajo realmente
fantástico teniendo en cuenta que son del tamaño real de las personas y que
solo fueron hechas por Vigeland sin ayuda de nadie.
Ahora me iré por ahí a dar una vuelta y quizás me quede a ver algo del ambiente de Oslo un viernes por la noche, aunque a refrescado algo, debido fundamentalmente a que hay algo de viento, pues la temperatura es de 17º y está parcialmente nublado, como dicen los meteorólogos.
29º Dia : De Oslo a Sandfjord
El día amaneció muy nublado y con ganas de lluvia y de
fastidiármelo, pero no fue así. Amanecí por la zona universitaria pero en otro
lugar que elegí donde vi que era había zona de servicios y administración de la
propia universidad y que al ser sábado la mañana siguiente, no iba a tener
problemas en ese aparcamiento privado para eso menesteres. Efectivamente sin
ruidos de coches ni escándalos de
personas dormí placenteramente. Y me fui a dar otra vuelta con Fifty por el
lago y el bosque. Aquello se empezaba, como siempre, a llenar de corredores,
patinadores y demás.
Inicié el recorrido en la propia furgo. No pensaba ir
en ella, pero al ver el día con ganas de lluvia y ser sábado al propio tiempo,
sabía que habrías muchos sitios libres, aunque fueran de pago. Mi primera
visita fue al jardín Botánico. Es una maravilla , no solo por el amplio espacio
lleno de arboles, plantas, flores y demás si no por su planteamiento al
visitante, el ordenamiento y explicaciones de los diferentes tipos de plantas.
Tiene además un museo y un edificio con sabor a clásico donde se ubica la
Asociación que fundó el Jardín y que actualmente sigue dirigiendo. Es un
edificio rancio, donde están colgadas las fotos de todos los directores que ha
tenido el Botánico.
Paseando por el Jardín, empezó a chispear y el solo
olor que desprendían las flores y plantas, merecía la pena el paseo, pero es
que además se oía música que acompañaba ese caminar. De pronto me acerqué al
lugar donde salía esas melodías y me encontré un coro de niños con su director
que hacían las delicias de los familiares y visitantes del Jardín, cada vez mas
numerosos. Tenían unas voces preciosas y acompasadas.
Allí me enteré que era en Oslo el día de la música y
además fin de semana largo pues el lunes era día festivo en todo Noruega. Luego
yendo por la ciudad, no parabas de ver estrados con músicos o bandas, tocando
todo tipo de estilos musicales. La gente disfrutaba y a pesar de la ligera
lluvia disfrutaba del día y de la música.
De allí me fui a ver el espectacular salto de esquí de
Holmenkollen en Oslo. Está a las afueras en lo alto de una colina que domina
absolutamente todo Oslo, fiordo y alrededores. Lo del trampolín es una
auténtica locura, como se arriesgan esos esquiadores a subir a esa altura,
deslizarse a la velocidad que lo hacen y dar un salto a veces superior a los
140 metros. A mi me volvió a dar vértigo al asomarme desde allí a la pista de
caída y eso que eso está sobre la mitad del salto. No sé que me pasa, pero
desde hace unos meses que me dio un mareo sin razón aparente, tengo vértigo en
las alturas y eso que antes hasta me he llegado a tirar en Nueva Zelanda desde
un puente de 43 metros de altura. Pero ahora y ya me ha pasado unas tres veces
en este viaje, tengo vértigo si estoy en esas situaciones.
De allí decidí y a visitar a Daniel Molero, amigo de
Miguel Ángel Bizcocho, “Pura Tapa” y cocinero, también de Málaga y antiguo
autocaravanista. El sitio donde trabaja se llama Maschmanns Matmarked y es una
auténtica pasada. Me pasé de largo pues pensé que la zona se llama así y veía
que había múltiple restaurantes. Al final logré ver que uno de llamaba así pero
pensé era un centro comercial. Y no. Es algo así como el mercado de San Miguel
de Madrid, pero en un solo local todo y de un solo propietario. Tiene
pescaderías, carnicería, frutería, quesería, latas de todo tipo, flores y todo
lo que te puedas imaginar en un local gigantesco. Todo unido en su interior
además con un restaurante y una pizzería-panadería increíble, con un horno de
leña hecho por expertos italianas.
El local en su totalidad costo “20 millones de euros”.
Se dice pronto. Las cocinas tienen de todo en cuanto a espacio y
maquinaria. Me quedé a comer allí en
honor de Dani. Me hicieron Salmón Gravlacks en noruego o gravlax en sueco,
bastante bueno con un acompañamiento típico de aquí de mini gambitas cocidas
que no saben a nada con una salsa de yogurt
y eneldo. El precio también bastante bueno como es habitual en el país. 290
coronas, 32 euros, con un vino y un café. El servicio aceptable, diría que
hasta bueno, visto lo visto en Noruega. También era el conocido de uno de los
cocineros y quizás influyese.
Comí en la terraza del restaurante pues se había medio
despejado y me dejaban estar con Fifty. De allí me fui a dar otra vuelta por el
nuevo paseo marítimo. Estaba a reventar. En el camino y allí mismo, música por
todas partes. Las terrazas repletas. Los puestos de helado, está repleto,
vendiendo sin parar. Cola en todos ellos. Al final eran las cinco de la tarde y
cambié mis planes.
Dos días antes había recibido por Facebook una
invitación, si pasaba por su ciudad, de una amiga de Marta Moralo y Patricia
Mompeón. Ya me lo había dicho Marta unos días antes de salir y nos hicimos
amigos en FB, por si surgía. Se llama Cristina Comino. Llevaba dos días
con ese ofrecimiento en la manga y se me ocurrió que dado que en Oslo volvía la
música y que Paco tenía el servicio de catering., desandar algo de lo andado e
ir a visitarla.
La llamé por teléfono, quedamos y me presenté en su
casa de Sandfjord a las siete de la tarde. Ella había salido a por Alicia, la
segunda de sus hijas, pero me recibió su marido Joaquín Obregón que estaba con
María, su hija mayor en casa. Luego llegó Cristina y nos conocimos. La familia
es un auténtico encanto. Simpáticos y muy acogedores. De hecho me tratan como
si nos conociéramos de todas la vida. Él, Ingeniero de Caminos, trabaja para
una importante empresa noruega desde hace dos años. Artífice también de la
construcción del puente de Malmoe a Copenhagen. Cristina, hizo Empresariales,
pero no ha encontrado toda trabajo de su rama, quizás dé clases de español en
el colegio Internacional de la ciudad, donde estudian sus hijas. Las niñas
simpáticas y educadísimas. Curiosamente vivieron en Sotogrande y no nos
conocíamos.
Me prepararon una cena española a tope y vinieron otra
pareja de españoles Cristina y Carlos, una persona muy interesante, por la vida
vivida. Músico en aquellos tiempos. Encima teníamos de amigo común a Curro Ruiz
del Portal, pues vivió en Torrevieja también en la época de Keeper. Tortilla de
patatas, jamón ibérico, queso manchego, croquetas, anchoas de Cantabria, él de Santander, ella de Algeciras y para rematar una paella de mariscos
espléndida. Fantástica velada en todos los aspectos. Después de la cena Joaquín
y yo, nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad para ver el ambiente y tomar
una copita. Allí me presentaron a Manolo, un vallisoletano asentado hace tiempo por
aquí y a un chileno, llamado Iván, con bastante tiempo por aquí también.
Volvimos a casa a las dos de la madrugada que es
cuando cierran todos los garitos. Había una luz fantástica y decidimos bajar
con las cámaras de fotos al puerto que estaba precioso. Joaquín es un grandísimo
aficionado a la fotografías. Así que encantados pues la luz era impresionante.
Este fotón, es de mi amigo Joaquin
Hoy, que es cuando estoy escribiendo esta crónica, me quedaré por aquí hasta la
tarde que cogeré un barco que me llevará a Stromstad para ir luego a Goteborg
30º Dia : De Sandfjord a Goteborg
Hoy ha sido uno de esos días de transición. Después de
haber salido anoche de marcha (relativa) por la zona del puerto de Sandfjord y
como no había hecho nada del blog ni repasado o seleccionadas las fotos que iba
a poner, me he tomado una mañana de ordenador en la furgo para redactar y poder
mandar esa crónica.
A media mañana y después de haber hecho mis deberes
con el blog, entré en la casa de Cristina y Joaquín, por eso del tema de tener
mas fuerza en la wifi y pude mandar el capítulo de ayer. Mas tarde tomamos un
aperitivo y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y ver el tema del ticket
del barco. En la ventanilla me dijeron que se compraba el billete cuando fuera a
entrar en unas taquillas al efecto. Cristina había mirado por internet si era
posible sacarlo, ellos supongo que por residentes tienen descuento con unas
claves, pero no se podía por algún motivo, de cualquier forma vio que estaría
el billete alrededor de 180 euros, creo recordar me dijo.
Dimos una pequeña vuelta por el pueblo pues no tenia
mucho tiempo de sobra. Volví a su casa a recoger a Fifty y la furgo que estaba allí aparcada.
El pueblo es pequeño y tranquilo, roto solamente los fines de semana con la
gente que bebe mas de la cuenta o no saben beber. El puerto sigue siendo el
ballenero mas importante de Noruega. Y sigue habiendo por allí barcos
balleneros activos. Ya sabemos que ni Noruega ni Japón firmaron el acuerdo de
no pescar mas ballenas, según ellos del tipo que pescan hay mas que suficiente.
Ellos sabrán.
Cogí los bártulos, me despedí de ls familia Obregón que
se ha portado conmigo como si me conocieran de toda la vida, espero volver a verlos y subí a Fifty a la furgo
sin dejarla hacer nada por allí, pensando que en la espera de la cola del barco
podría sacarla a que las hiciera. Saqué el billete donde nos dijo la señorita
anterior y de 180 nada, 380 coronas fue el importe. El viaje es de 2,30 horas y
este ya era barco en condiciones de travesía larga. Grande, con casino,
restaurante, cafetería y sobretodo una duty free para que los noruegos compren
algo mas baratito. El destino era Stromstasd ya en Suecia de ahí la tienda
libre de impuestos.
El problema surgió cuando no tuve que hacer cola pues a
pesar de faltar casi cuarentas minutos para la salida, estaban mandando a los
coches entrar en el barco. Ni siquiera pude parar el coche, directamente a la
bodega del barco. Y me dije, pobre Fifty como tenga ganas de hacer sus
necesidades, le quedan al menos tres horas por delante. Al entrar y apagar el
motor, cogí la máquina de fotos para hacer alguna a la salida del barco, cosa
que hice y enseguida bajé de la planta 9ª que era la cubierta del barco a la
planta 3ª que es donde estaba el garaje. Mi sorpresa fue que ya la puerta
estaba cerrada y lucía un cartel que decía que no se volvería a abrir hasta
diez minutos antes de la llegada a Suecia, como así fue. Mas problemas. No
sabía si la perra tenía suficiente agua, ni si le había dejado suficiente
respiración con cristales algo abiertos, pues además en esa bodega hacía calor.
En fín, un dilema que al final resolví después de mas
de media hora en que contando el caso me abrieron la bodega. Estaba todo bien,
pero aún así le rellene el cacharro del agua por si acaso. El marinero me metía
prisas pues era un favor y salí de la furgo y para arriba de nuevo. Lo peor, ni
cogí libro, ni Ipad, ni ordenador, ni ná de ná. Travesía de lo mas pesada que
se pueda hacer, pues ni pensaba comer en el restaurante, ni comprar nada en la
carísima duty free shop. Miré el escaparate y una botella de Ballantines de
litro estaba en 30 euros al cambio. Los que sí compraban allí, eran unos vietnamitas
que según me contó Joaquin se dedican a hacer viajes en el barco, comprar y
luego revender el tabaco, latas de cerveza y alcohol de extraperlo en sus
locales. Me recordó a La Linea con el tema del tabaco de Gibraltar. Cada uno
salía con cuatro bolsones llenos a reventar empujados por carritos tipo maleta
con ruedas.
Llegamos a Suecia y me dirigí a Goteborg que es donde
estoy ahora escribiendo esto a la 1,30 de la mañana y que no podrá salir hasta
mañana, pues paso de salir a estas horas a buscar un sitio abierto en domingo.
Después de las dos y media de barco, algo mas con la lenta salida, otras dos horitas
hasta la ciudad sueca. me di una ligera vuelta por la ciudad aunque aquí ya
no es como en el norte de Noruega con la
luz. Aquí a las once ya era prácticamente de noche,. La verdad es que he bajado
muchos kilómetros hacia el sur y no es igual el tema de la claridad. Ya casi
veo Sotogrande Con eso te digo todo
Aquí el problema, al igual que me pasó en Estocolmo,
lo tuve con el parking de la furgo. Por el centro de la ciudad se pagan las 24
horas del día, pero es que además a partir de las 6 solo puedes estar una hora
y a cambiar de sitio. Lo ponen fácil estos cabritos. Salí un poco hacia las
zonas lde os chalets de las afueras y tres cuarto de lo mismo, todo de pago
desde las 6 de la mañana. Al final preguntando me hablaron de un gran parking
relativamente céntrico que es de pago, pero que puedes estar 24 horas. Y es
aquí donde aparqué al final y donde estoy en este instante. Que le vamos a
hacer, cada hora 14 coronas, 1,60 euros.
Mañana contaré mas de la ciudad natal de mi gran amiga Harriet Hogstrom que vive en Sotogrande desde antes de llegar yo allí, medio sueca, medio andaluza, con su acento del sur y todo. Hoy a descansar.
31º Día :
Goteborg
Después del
espectacular recorrido por Noruega, de la que me voy con un gratísimo recuerdo
en todos los aspectos, hoy me tocaba moverme de nuevo por Suecia y ver esta
gran y bonita ciudad sueca de Goteborg. Ciudad grande, pero cómoda de moverse. Desde
primeras horas de la mañana he estado dando vueltas por toda la ciudad y he
estado viendo sus calles, sus gentes, sus edificios y su gran personalidad. Es
una ciudad donde la gente va y supongo vive también tranquilamente y sin
agobios. No hay atascos y eso que hay bastantes obras urbanas, incluso con
estas, me he movido con la furgoneta sin ningún tipo de problemas y encontrando
aparcamiento por cualquier sitio que he ido. Siempre había un hueco para mi.
Tiene unos
grandes parques maravillosos donde la gente está apaciblemente descansando o
comiendo, porque aquí todo el mundo está comiendo constantemente. Le pasa como
a Noruega que el reino de las salchichas y los helados. Lo cierto es que la ciudad la ves bastante
rápido a no ser que vayas de museos o alguna otra actividad, cosa que no fue mi
caso en esta ocasión.
Miento,
porque al final me acerqué a ver el Museo Volvo, situado al lado de una de las
factorías y las oficinas centrales de esta compañía automovilística. Muy
interesante, aunque no es muy grande que se diga. Ahora le prestan mas atención
en el museo a la Volvo Ocean Race y al Volvo Master de Golf. Lógicamente es lo
que vende ahora y ellos han apostado fuerte en ambas competiciones. No obstante
el museo ves toda la evolución de los Volvos desde su fundación hasta los prototipos
que están por llegar, incluidos los camiones. Impresionantes los motores de los
grandes camiones vistos al descubierto y nuevecitos.
Por cierto,
me ocurrió una anécdota curiosa esta noche. Como a las 4,30 de la madrugada,
oigo voces muy cerca de la furgoneta. Presto atención y me doy cuenta que están
hablando en castellano, pero no son españoles por el acento. Mas bien
sudamericanos. Me mosqueo lógicamente y me asomo por delante a ver quienes
eran, que querían y porqué manporreaban la furgo a esas horas. Lo hago en plan
sobrado para imponer algo de autoridad y
veo a dos individuos diciéndome que abra y que baje. Les dije, pero que dices y
por supuesto, no abrí, a saber cuales eran sus intenciones. Agarré las llaves
por si había que salir pitando y de pronto me doy cuenta que uno de ellos, que
no paraba de decirme hola, es el que por la noche me indicó donde podía
encontrar este parking. Además, tenía bastante buena pinta. Lo mas curioso del
caso, es que antes, todo lo habíamos
hablado en ingles, porque es lo que pregunto primero a todo el mundo, si sabe
ingles porque claro yo de sueco poquito. Skol y para de contar.
Resultó que
eran chilenos y que vivían cerca de allí y al ver la furgoneta y que tenía
matrícula española pues quiso entablar una charla. Les dije, pero no veis que estoy
durmiendo (todo esto por una ranura de la ventana) y me decían que me invitaban
a desayunar, cosa que no acepté argumentando cansancio y sueño, pues seguía
algo mosqueado, pero al decir de nuevo que no después de insistirme, los tíos
se fueron tranquilamente igual que llegaron, en amena charla. Que cosas mas
raras pasan. La verdad es que inicialmente fue un pequeño susto sin ninguna transcendencia,
pero que está claro que tampoco es para fiarse de nadie por muy buena pinta que
tenga.
Por este
motivo y ya que de quedarme a dormir esta noche, lo tendría que volver a hacer
en el mismo sitio, decidí por la tarde que me iría ya para Dinamarca. Fui al
puerto y pregunté en la naviera si había algún barco por la tarde y
efectivamente a las 18,30 salía uno que es donde estoy ahora. El viaje tarda
unas tres horas y media a Frederikshan y aquí que me hayo concluyendo esta
pequeña crónica del día. Me he dedicado a leer en el barco y de pronto se me
ocurrió aprovechar para hacer el blog.
Ah ¡ pero fue
imposible mandarlo, la wifi del ferry tenía menos fuerza que eso que todos sabéis
del mariquita. Tendré que esperar a mañana porque llegaré muy tarde al destino
He de rectificar lo que dije en la crónica de ayer, pues hoy he visto realmente que significa la Selva Negra. Efectívamente es una sucesión de bosques cerradísimos alguno de ellos y efectivamente dentro es de noche, no hay nada de luz y es prácticamente imposible andar por ellos. Todo se va sucediendo sin pausa, valles con campos de labranza cuidadísimos, bosques interminables por todas partes y subidas y bajadas de montañas con vistas espectaculares por cualquier sitio. La verdad, es una maravilla que ayer no aprecié en su justa medida.
Merece la pena destacar los pueblos de Tribert y St Georgen que unido al de ayer de Gengenbach forman un trio de pueblos que es necesario visitar., para hacerse una idea completa de lo que es La Selva Negra con sus carreteras llenas de curvas y vistas maravillosas, difícilmente plasmables en un simple fotografía por mucho que lo intentes. La realidad, siempre supera a la ficción de la fotografía, aunque ésta lo intente.
Al acabar la visita a Tribert, decidí emprender camino hacia Ginebra como meta del día. En principio quería hacer ese recorrido por Francia pasando a Colmasr y bajando bordeando Suiza, hasta un pueblito que está ya a doce kilómetros de Ginebra. Pero mi Tontón o Garmin como es mi mrca, me la volvió a jugar bien. Para situarme le dije me llevara hacia Friburgo, pues desde allí yo conocía el camino hacia Colmar. Pero no, me entendió qque quería ir a Fribourg, se llama igual, y que es un pueblo de Alemania. Empezó a dirigirme y cuando llevaba ya media hora de curvas y subidas por estos montes y bosques, me doy cuenta que me estaba llevando hacia el norte, cuando mi destino estaba situado al sur o al suroeste a lo sumo desde donde partimos.
Di mas vueltas que un trompo y perdí bastante tiempo, hasta que ya me dirigió después de cambiarle la idea inicial, hacia la autopista que cogí para llegar a Ginebra. Lo bueno es que me permitió ver esas vistas maravillosas. De camino, llamé a Alejandra Zehr con la que había quedado para decir que me retrasaba, pero bien, pues ella, como buena ginebrina que ya es, se fue a Francia a comprar a un Carrefour que hay en el primer pueblo, solo a menos de 15 kilómetros de distancia y también se retrasaba. Casi llegamos la mismo tiempo.
Como dije fui hasta Grenoble, viendo esa ciudad rodeada de montañas por todas partes, pues no en balde, es el punto de partida para todas las grandes estaciones de esquí de los Alpes. Ah y del tour de Francia con el Galibier y muchos de esos puertos míticos. Desde muchos kilómetros antes ya se va viendo el coloso Montblanc, que para desviarte hacia Marsella ó Milán ya tienes que coger el famoso túnel. La verdad es que te dan ganas de acercarte a esos sitios que te anuncian y que ves que no están tan lejos. Pero bueno, no se puede ver todo pues sería el cuento interminable.
32º Día : De
Aalborg
a Aarhus
Al final y sin saber como, anoche probé con mi
teléfono a ver si me daba cobertura wifi y vaya si la dió. Era el segundo día
que me respondía bien y pude mandar el capítulo de ayer, anoche mismo en vez de
hoy. Cuando acabe esto que estoy escribiendo, creo que ni probaré encontrar
wifi, ya que no tengo mucha confianza,
pues estoy en un pueblo muy pequeñito que casi ni figura en los mapas, ni
intentarlo con mi móvil, pues no tengo ni cobertura 3G. Ahora bien, el sitio es
de una vista al mar y una tranquilidad que ya lo quisiéramos muchos en nuestra
vivienda habitual.
Lo que está claro es que no voy ni hacer el intento de
buscar un local con wifi, pues cuando pasé por delante, antes de llegar donde
me encuentro, los pocos negocios que vi en el pueblo, estaban todos cerrados.
Así que aquí me quedo al ladito de la mar tan ricamente.
El barco de ayer, llegó sobre las diez de la noche y
decidí conducir al menos los cien kilómetros que separaban Fredierikshan de
Aalborg, donde finalmente dormí. No se me hizo nada pesado a pesar de llegar de
noche, busqué un sitio para dormir con la furgo y lo encontré muy rápido en un
sitio tranquilísimo y sin agobios de tickets de parking.
Es una ciudad de tamaño medio con unos 130.000
habitantes. Ciudad muy cómoda de visitar, pues todo se puede hacer andando , ya
que todo está en el centro y este, está muy recogidito. Anoche lógicamente todo
estaba o cerrado o a punto de cerrar. Eran ya las doce cuando me di esa vuelta
por la ciudad y lo único con luz eran dos pubs irlandeses y ambos me dijeron
que estaban cerrados y recogiendo.
Esta mañana he dado una vuelta por la ciudad y
realmente es tranquilísima y bella. Tiene un casco antiguo en el que se
conservan los mejores y mas antiguos edificios, hoy reconvertidos en sus
plantas bajas en locales de negocios. Tiene una Catedral, o al menos así la
llaman, bastante cutrecilla. Normalmente en todas estas ciudades, incluso la misma
de Goteborg, éstas mal llamadas catedrales, no son nada del otro mundo. Supongo
que es porque los protestantes no son tan ostentosos como lo son en la iglesia
católica.
Cuando daba el mediodía mas o menos, cogí la furgo y
me fui a Aarhus. Esta si que es una ciudad en condiciones. De hecho es la
segunda ciudad mas grande de Dinamarca, después de Copenhagen. Tiene mas de
doscientos cincuenta mil habitantes y curiosamente esta casi rodeado de
colinas. Digo esto, porque este país a diferencia de Suecia y sobretodo Noruega
no es nada montañoso. Pero en Aarhus se da esa circunstancia que la hace tener
dos bosques bellísimos. En medio de uno de ellos se encuentra el Palacio de
Marselisborg, blanco como la cal y rodeado de ese bosque espectacular de
árboles centenarios y con unas vistas al mar del Kattegat preciosas.
El centro estaba animadísimo y como dije antes,
tampoco esta catedral merecía la pena verla. Edificios grandes y muchos de
ellos señoriales. Posee un importante puerto sobretodo de pasajeros, que la
conectan vía marítima con Suecia y Noruega. La ciudad, como casi todas las
importantes, está de obras por todas partes y es un latazo seguir el GPS pues
te manda por calles cerradas por obras, con lo que te vuelves un poco loco y lo
mejor al final, es hacer caso a mi instinto de orientación.
Me fui a ver uno de los lugares mas visitados de la
ciudad. Es una pequeña ciudad dentro de la misma ciudad, donde han se han traído
y reconstruidos casas y edificios históricos de Dinamarca. El lugar se llama
Den Gamle By que significa La ciudad vieja. Merece la pena verlo, pues es como
adentrarte en una ciudad de muchos siglos atrás. Han procurado que cada casa
fuera la de un artesano o un titulado- De esta forma te encuentras desde la casa
del médico hasta la casa y el taller de un carpintero o una tienda de
comestibles. Todos están montados como si sus propios inquilinos vivieran en
ellas.
Aarhus, es además una importantísima ciudad universitaria
y famosa por ser una de esas que eligen mucho los becados “Erasmus”. Esto
supone que tiene fama de ser una ciudad divertida y de marcha, sobretodo por la
calle Aboulevarden a ambos lados del canal. De noche y sobretodo los fines de
semana, me dicen que es tremendo el ambiente. Yo, no me quedaré a verlo.
Ya por la tarde quise adelantar otros cien kilómetros
y me vine hasta la zona donde la ciudad mas importante es Kolding, pero al
estar en interior quise por eso del aniversario de Rosa venirme a la costa para
estar mas cerca de ella y al final acabé en ese pueblo pequeñito que os dije
antes, que se llama Strib.
33º Día de Strib a Ribe y a Hannover
Hoy se ha acabado mi periplo por tierras escandinavas,
motivo y meta de este viaje. Los veintiséis días que he pisado estos parajes
del norte han merecido la pena. Sería imposible ver lo que he visto si no lo
haces en este plan de autocaravana y machacarte un poco el cuerpo. Han sido
5..850 kms los que he hecho por estas tierras, que se dice pronto. Sale a una media de 225 kms diarios de
carreteras, algunas de ellas infernales. A esto hay que añadir unas diez
travesías en barco absolutamente necesarias. Y que decir, de los casi seguro
casi 300 kms de túneles por los que habré pasado. Una bestialidad en cuanto a
cifras se refiere. Pero lo dicho, ole, ole y ole.
El despertar en esa playa, viendo el otro lado de la
bocana y el puente a la izquierda, ha sido uno de los días que mas he
disfrutado del desayuno contemplando esas vistas. Por la noche chispeó un poco o al menos hubo
una niebla súper espesa, pues el coche estaba empapado. A lo largo de la mañana
ha ido levantando y desapareciendo esas nubes. Fui al pueblo mas cercano para
poder mandar el capítulo de ayer y me acerqué a Middelfart que el municipio que
controla estas pequeñas aldeas.
A media mañana cogí carretera con destino a Ribe.
Curiosamente había pasado el primer día de entrada a Escandinavia por él, pero
no me dejaron entrar con la furgo porque había una fiesta local y me di la
vuelta. Luego en el viaje, un par de personas se extrañaron que no lo hubiera
visto. Realemte merece la pena. Es un pueblo que parece sacado de tres o cuatro
siglos atrás. Todas las casa están perfectamente conservadas y restauradas pues
las mantienen en un estado perfecto. Muchísimos turistas por la calle. La
mayoría, tercera edad. Bueno, como yo. Me di un gran paseo por el pueblo e hice
bastantes fotos. Realmente iba a ser la despedida de Escandinavia, aunque a la
salida paré en un lugar que llaman algo así como “vikingland”. Un lugar que
debe ser mas para niños por lo que vi por allí, para hacer batallitas y peleas
vikingas. Al ser dia de colegio, estaba cerrado. Las fotos las hice por el
exterior.
De ahí seguí mi ruta para adentrarme en Alemania, ya
camino de casa. Hoy ha sido un día de los fuertes de kilómetros, pues me he
hecho casi 500 kms hasta la ciudad alemana de Hannover que es donde me
encuentro ahora mismo. Llegué sobre las diez y media de la noche y he
encontrado un sitio por la zona donde deben vivir los universitarios, porque siendo bastante
céntrico, todas estas calles son gratuitas de parquímetros. Una suerte haberlo
visto. Ya era de noche y he decidido no moverme de aquí.
Ahora toca hace grandes etapas para volver a casa cuanto antes, que el duro trabajo ya acecha y hay que ir preparado para el duro verano
34ª Día : De Hannover a Frankfurt
Ya he empezado el regreso a casa después de lo mas
importante que ha sido conocer a fondo Escandinavia. Ahora toca hacer los
kilómetros de vuelta, pero claro, sin desperdiciar tampoco la oportunidad de
visitar ciudades que todavía no conozco.
De este modo, esta mañana, cogí la bicicleta, dejé a
Fifty un rato en la furgo (estaba totalmente en sombra) y me fui con el
ordenador a buscar un sitio desde donde mandar la jornada de ayer. Así de paso
me situaba en la zona céntrica que estaba para mas tarde dar con la perra y la
máquina de fotos, un gran paseo por el centro de Hannover.
Me ha sorprendido gratamente, porque tiene fama de ser
una ciudad industrial. Y a fe que lo es, pues desde que entras desde la
autopista no paras de ver zonas industriales y sobretodo gruas de contenedores
pues hay miles de camiones por todas partes, pero como decía, también tiene un
centro histórico pero que muy interesante. Casas típicas alemanas con esos
colores y esos cuarterones de madera para embellecer las fachadas que realmente
son bien bonitas. El nuevo Ayuntamiento, el Neues Rathaus es impresionante. Un
edificio de 1913 que parece un castillo gigantesco, rodeado de un parque
maravilloso con un lago lleno de patos y plantas acuáticas. Un sitio de
esparcimiento fantástico.
Fui a visitar la Iglesia St. Aegidien, construida en
1347 y posteriores arreglos, fue destruida durante la segunda guerra mundial y
se dejó tal como quedó después del bombardeo, como símbolo de la atrocidad de
las guerras y mas de aquella. De allí me fui por todo el casco viejo que como
decía tiene casas realemte hermosas y un gran ambiente callejero, lleno de
tiendas y terrazas.
Algunos edfificios como el de la farmacia que saco en la foto, con una fachada impresionante
Incluso llegué a ver una celebración en la calle de una
boda cuando salían del Juzgado.
Desde Hannover me hice unos 350 kms. Hasta llegar a
Frankfurt donde estoy en este momento. Son ciudades muy parecidas en cuanto a tamaño,
la primera unos 550 mil habitantes y la segunda unos 700 mil. Esta, algo mas
grande que Málaga por ejemplo. También me ha sorprendido, sobretodo por la
mezcla de los edificios antiguos con otros de máxima vanguardia. Ya de lejos
cuando divisas la ciudad desde la carretera, te sorprenden los rascacielos que
se ven. Una vez dentro se combinan con los edificios antiguos.
Como ya dije antes, Europa está en una permanente obra
y Frankfurt no iba a ser menos. Iglesias, museos y edificios antiguos, es
extraño no verlos con grúas, andamios y vallas de protección. No paro de quitar
con Photoshop las grúas que tanto afean cualquier edificio y por tanto las fotografías.
Mañana quiero ir hacia Baden Baden e introducirme algo
en la Selva Negra, pues desde hace tiempo que he tenido una enorme curiosidad
por verla
35ºDía : De Frankfurt a Estrasburgo
La verdad es que ya se va notando el cansancio. Son
muchos días y todos prácticamente conduciendo. Al final se van a cumplir mis
vaticinios de los catorce mil kilómetros. No me equivoqué. Quizás sea también
la derrota de España, bueno mas que derrota, la humillación que nos han hecho pasar
los holandeses. Estas cosas al final te dan un bajonazo, que hace que ahora
mismo, no tenga muchas ganas de escribir. Curiosamente en el bar que lo vi,
había con ocho holandeses y solo yo con la roja. Que bochorno. Mas callado que
nada, pero sabían por mi cara que era español. Luego en la calle pasaron dos
con la camiseta roja puesta y les abucheaban los ciclistas que pasaban por el
lugar. Espero puedan arreglar esto y por lo menos salir con la cabeza bien
alta.
Por la mañana me di otra vuelta por Frankfurt, pues me
encanta la arquitectura y sus nuevos edificios de acero y cristal. Que le voy a
hacer, soy un arquitecto frustrado, siempre me gustó y es lo que mas admiro o
critico de una ciudad cuando voy por ellas. Me encanta que se conserve lo
edificios antiguos tal cual era, pero si haces algo nuevo quiero que haya
vanguardia y atrevimiento. Esta ciudad tiene unos cuantos edificios así, que
merecen la pena contemplar y porqué no, admirar también. Lo que no es de
recibo, es que con el Edificio tan perfecto que tienen de la Ópera, hagan otra
nueva que es una auténtica patata. Supongo que por dentro tendrá algo, por lo
menos sonoridad, pero me parece un crimen llamar a eso Ópera Nueva cuando
tienes en funcionamiento la Ópera Vieja. Por lo menos no las llames así.
De Frankfurt emprendí viaje a la Selva Negra, dicen
que llamada así porque en su interior al atardecer se hace totalmente oscuro y
no se ve nada. Puede que en algunos lugares, si, pero donde yo he estado, no.
Realmente, no sé porque le llaman selva, porque es un conjunto continuo de
bosques situados en las colinas de montañosas, entre valles cultivados y
pequeños pueblos que efectivamente tiene su encanto. Son michos kilómetros
cuadrados los que ocupa esta reserva natural alemana, entre la que se van
sucediendo pequeñas aldeas y pueblos. Algunos como Gengenbach, realmente bonito
y con mucho encanto. Las distancias son largas y lógicamente vi solo una parte
de la selva, aunque quizás mañana haga otra incursión desde Friburgo que es
otra de las zonas recomendable de la Selva Negra.
Antes de haber hecho este viaje por esos parajes, paré
en la ciudad “pija” alemana por excelencia, “Baden-Baden”. Se ve desde luego el
poderío en las increíbles mansiones situadas a lo largo de la alameda
Lichtentaler. No creo cuesten menos de 20 millones de euros cada una. Una zona
súper exclusiva donde las grandes fortunas alemanas, suizas y francesas tienen
su histórico lugar de veraneo. Ciudad como es lógico , muy tranquila y en la
que no te dejan entrar por muchos sitios. Los vehículos sin pases de
residentes, tienen prohibido su movimiento y hay que dejarlos en trs grandes
parking situados estratégicamente en la ciudad. No estuve mucho tiempo, pues
para ver mansiones no he hecho este viaje.
De allí y después de unos cuantos kilómetros
recorridos a lo largo del día y dado que ya no me daba tiempo (se tardaban
cuatro horas) a llegar a Ginebra, decidí hacer noche y acercarme a Estrasburgo,
ya en Francia y que estaba a 25 kilómetros del lugar que acabé la visita a la
Selva Negra . Está claro que quería ver el partido de presentación de España en
el mundial y ya no voy a hacer mas referencia al mismo.
Después del partido, que lo vi en un bar bastante
agradable del centro que se llama “Au fut et a mesure” que vi tenía televisión
en el interior y previa pregunta a la camarera de la terraza para saber si me
dejarían entrar con Fifty, cosa que así fue, dejé a la perra en la furgo y me
fui a hacer alguna foto nocturna a la
zona donde estaba. Por cierto, la camarera era la dueña y se curró todo el
tiempo que estuve, ella solita todo el marrón, al final del partido llegó un
ayudante que supongo debería haber estado durante el partido al menos, pero se
ve que es tipo Midas que luego bajaron luces y pusieron música. También servían
algo de comer, también tipo nuestro Midas antiguo, pero parece mentira en
Francia, una auténtica mamarrachada de tabla de quesos y embutidos, de cuarta
categoría. Un jamón serrano que cualquiera de Bodega de España está
infinitamente superior, el salchichón era un salami malo, los quesos ni te
cuento, lonchas Philadelfia, en fin, no sigo. Fifty se puso las botas, con eso
digo todo.
Fotos nocturnas y a dormir pues estaba realmente
cansado. Me tuve que cambiar de sitio, pues era zona de marcha de viernes noche
y no te cuento el griterío. Madre mía, como se ponen las ciudades Erasmus por
la noche. Vaya ambientazo, Cuando llegué estaba todo súper tranquilo y no me
podía imaginar el jaleo posterior. Encontré pronto un sitio en la zona
residencial de estudiantes de la Universidad y desde aquí he escrito esta
crónica del día de ayer.
36º Día : De Estrasburgo a Ginebra (Suiza)
Como dije ayer, hice una fotos nocturnas de
Estrasburgo que pongo hoy para dejar constancia de esa escapada. Despues salí
en dirección a la parte sur de la Selva Negra que no conocía y me fui
recorriéndola al menos 45 kilómetros.
He de rectificar lo que dije en la crónica de ayer, pues hoy he visto realmente que significa la Selva Negra. Efectívamente es una sucesión de bosques cerradísimos alguno de ellos y efectivamente dentro es de noche, no hay nada de luz y es prácticamente imposible andar por ellos. Todo se va sucediendo sin pausa, valles con campos de labranza cuidadísimos, bosques interminables por todas partes y subidas y bajadas de montañas con vistas espectaculares por cualquier sitio. La verdad, es una maravilla que ayer no aprecié en su justa medida.
Pueblos típicos del Alto Rhin, alguno con museo y
venta de relojes de todo tipo (se nota la proximidad con Suiza). Casas de
madera, alguna de ellas con cientos de años y mucha labranza en los valles con
fincas cuidadas y preciosas.
Merece la pena destacar los pueblos de Tribert y St Georgen que unido al de ayer de Gengenbach forman un trio de pueblos que es necesario visitar., para hacerse una idea completa de lo que es La Selva Negra con sus carreteras llenas de curvas y vistas maravillosas, difícilmente plasmables en un simple fotografía por mucho que lo intentes. La realidad, siempre supera a la ficción de la fotografía, aunque ésta lo intente.
Al acabar la visita a Tribert, decidí emprender camino hacia Ginebra como meta del día. En principio quería hacer ese recorrido por Francia pasando a Colmasr y bajando bordeando Suiza, hasta un pueblito que está ya a doce kilómetros de Ginebra. Pero mi Tontón o Garmin como es mi mrca, me la volvió a jugar bien. Para situarme le dije me llevara hacia Friburgo, pues desde allí yo conocía el camino hacia Colmar. Pero no, me entendió qque quería ir a Fribourg, se llama igual, y que es un pueblo de Alemania. Empezó a dirigirme y cuando llevaba ya media hora de curvas y subidas por estos montes y bosques, me doy cuenta que me estaba llevando hacia el norte, cuando mi destino estaba situado al sur o al suroeste a lo sumo desde donde partimos.
Di mas vueltas que un trompo y perdí bastante tiempo, hasta que ya me dirigió después de cambiarle la idea inicial, hacia la autopista que cogí para llegar a Ginebra. Lo bueno es que me permitió ver esas vistas maravillosas. De camino, llamé a Alejandra Zehr con la que había quedado para decir que me retrasaba, pero bien, pues ella, como buena ginebrina que ya es, se fue a Francia a comprar a un Carrefour que hay en el primer pueblo, solo a menos de 15 kilómetros de distancia y también se retrasaba. Casi llegamos la mismo tiempo.
Un rato en casa de Alex comentando cosas de Sotogrande
y luego decidimos salir a cenar por la ciudad. A mi se me ocurrió mencionarla
un restaurante marroquí que conocí la vez anterior que estuve en Ginebra y me
dice que estaba deseando conocerlo, pues tiene mucha fama y pasa por delante
muchas veces. Allá que nos fuimos al Mamounia a cenar un Cous-cous. Muy bueno,
pero también muy pesado de noche. Fuimos andando, unos tres kilómetros y
volvimos de la misma manera para bajar ese pedazo de cous-cous, a pesar que a
la ida hubo un momento que mi rodilla volvía a fallar. La vuelta fue mucho
mejor y no se me resintió de nuevo, solo ligeros tironcillos.
Ahora, acabo esta entrega pues además estoy a punto de
acabar de digerir esta comilona y ya va siendo hora de dormir un poquito. Mira
que me he hecho giri por estas tierras. Vaya horarios que cumplo. Bueno, ya
pronto llegará mi normalidad de horarios y salidas. Mañana quiero dar una
vuelta por Ginebra que al ser domingo se podrás circular bien y después seguiré
ruta hacia el sureste de Francia.
37º Día : De Ginebra a Avignon (Francia)
Después de la agradable velada pasada la tarde de ayer
con Alejandra e incluso con esa opípara cena, pude conciliar el sueño y dormir
muy bien. Me levanté, desayuné, bañé a Fifty y me fui a dar una vuelta por
sitios donde no había estado la vez anterior que vine por Ginebra. la verdad que es una ciudad para perderse entre la cantidad de museos que posee de todo tipo
En principio había quedado en llamar sobre las 11 a
Alejandra por si tomábamos un café o algo parecido y así nos despedíamos, pero cuando
hablé con ella ya había quedado con unas amigas a tomar un brunch en algún
sitio y yo decidí seguir entonces mi camino.
Una pena pues al no verla, tampoco pude descargar la
entrega de ayer en internet. Y por culpa de ese despiste mío, hoy en tenido el
día no tonto, tontísimo con ese tema. No exagero si he parado e ido como a
siete sitios y por una razón u otra (la mayoría me decía que no tenían
internet, cosa que no me creo), me ha sido totalmente imposible encontrar una
wifi en condiciones. Así que se me acumulan dos días con el de hoy que estoy
ahora haciendo. Ya veremos si mañana soy capaz de encontrar un sitio. Seguro
que acabo en el socorrido hotel pidiendo el favor que tengo que mandar una
crónica al periódico.
Parece mentira lo difícil que te lo ponen los
franceses con este tema. Todo lo contrario que los escandinavos que todo eran
facilidades por todos sitios. Bueno pues a seguir con el viaje, aunque no mande
de momentos estas crónicas. Como dije antes me di otra vuelta por Ginebra y en
vista que no volvía a ver a Alex me largué camino de Grenoble, aunque al final
he acabado en Avignon para acelerar mas la vuelta. Ya estoy bien cerquita de
casa, solo a 1300 kms, si fuera directo y por el camino mas corto, que serán
bastantes mas conociéndome como me conozco, pero bueno ya casi se ve la meta.
Ahora me toca decidir por donde voy que no lo tengo claro. Si por la costa
mediterránea, si por Madrid, si por Extremasdura, si….. ya saldrá.
Como dije fui hasta Grenoble, viendo esa ciudad rodeada de montañas por todas partes, pues no en balde, es el punto de partida para todas las grandes estaciones de esquí de los Alpes. Ah y del tour de Francia con el Galibier y muchos de esos puertos míticos. Desde muchos kilómetros antes ya se va viendo el coloso Montblanc, que para desviarte hacia Marsella ó Milán ya tienes que coger el famoso túnel. La verdad es que te dan ganas de acercarte a esos sitios que te anuncian y que ves que no están tan lejos. Pero bueno, no se puede ver todo pues sería el cuento interminable.
Desde allí, decidí seguír camino, pues era pronto y no
quería quedarme en Grenoble. Me vine hasta la ciudad donde estoy ahora, que es
Avignon. Me he quedado impresionado de las murallas que tiene y que rodean toda
la ciudad, que además no es para nada pequeña. Tiene muchas entradas o puertas
al recinto amurallado y dentro está la ciudad. Pensé que no sería tanta
distancia ir de un sitio a otro y aparqué en un sitio que luego me di cuenta
que estaba en el quinto pino. Nos pegamos una caminata de campeonato y además,
con tan mala fortuna que no paró de chispear. La ciudad es preciosa y antigua y
me ha encantado decidirme a verla pues realmente bien merece la pena.
Llegamos un poquito mojados y algo cansados, pero todo
sea por lo visto.
Llegado a este punto debo decir que colgar estas dos paginas en internet ha sido una auténtica odisea, pues nos wifis de los sitios que me lo ofrecían tenían menos fuerza que un enfermo terminal. Que locura, el tiempo que he perdido yendo de un sitio para otro y encima dando las gracias por el favor de dejarme conectar. No se que tipo de banda tendran pero desde luego es minúscula por lo lenta que va. Este lugar último que he llegado, parece mas rápido, así que espero se cuelgue bien.
Catedral de Nimes
Llegado a este punto debo decir que colgar estas dos paginas en internet ha sido una auténtica odisea, pues nos wifis de los sitios que me lo ofrecían tenían menos fuerza que un enfermo terminal. Que locura, el tiempo que he perdido yendo de un sitio para otro y encima dando las gracias por el favor de dejarme conectar. No se que tipo de banda tendran pero desde luego es minúscula por lo lenta que va. Este lugar último que he llegado, parece mas rápido, así que espero se cuelgue bien.
38º Día : De Arlés a Nimes
De Avignon hice ruta hasta Arlés y Nimes. Tierra de
gran afición a los toros. De hecho es en 1830 mas o menos, cuando leí que
habían empezado a celebrarse las corridas de toros en este foso francés de
Arlés y sobre 1860 en el de Nimes. No solo siguen teniendo grandes carteles en
sus las grandes ferias taurinas que se celebran en ellas, es que además en
Arlés se corren los toros al estilo Pamplona en San Fermín. Lo que no se es
cuando empezó esta afición por los toros en Arlés y Nimes, tendré que leer algo
al respecto.
He tenido un gran recuerdo especial para mi amigo
Alfonso Guardiola, fallecido hace ya mas de un año, ganadero y que dejó en esta
tierra grandes amigos, pues venía anualmente por aquí. Una vez me regaló una
botellita de Armagnac que por estos lares se la habían etiquetado con su nombre.
Anfiteatro de Nimes con homenaje a los toreros
Anfiteatro (Arena) de Nimes
En ambas ciudades se respira y se ve la huella que
dejó Roma. Las dos ciudades, tiene unos anfiteatros romanos impresionantes, que
es por supuesto donde se celebran las corridas de toros y de ahí les viene el
nombre de Arena que es como se les denomina aquí, no anfiteatros. Ambos están muy
bien conservados, pues mantienen restauraciones permanentemente. En ambos hubo
un tiempo, sobretodo por la invasión musulmana, en los que se hizo en su
interior una fortificación con viviendas y todo, al estilo de una pequeña
aldea. En ambas se siguen haciendo miles de eventos de música, danza y teatro,
independientemente de las corridas de toros.
Arena de Arlés
Arlés, es una ciudad también amurallada, aunque no tan
grande ni tan bien conservada como la de
Avignon. Está en una colina y por tanto tiene bastantes cuestas también., es
por ello por lo que se fortificó también por el exterior del anfiteatro. Al
tener el rio Ródano, que es navegable, tiene también mucho movimiento de barcos
que no solo mueven mercancías, si no turistas también que los llevan de recorrido turístico por la zona, hasta el
delta del rio en la desembocadura, pues a su paso por la ciudad se divide en
dos brazos.. En la margen opuesta a la ciudad hay algunas de estas barcazas que
se han convertido también en viviendas de sus propietarios.
Me han gustado mucho las terracitas, los bares y
restaurantes. Al haber tantas placitas, quedan estos muy coquetos y están bien
puestos. Son a la vez de muy agradables de estar, ya que corre corriente al
estar en alto y entre calles y hoy hacía falta pues hemos llegado a los 31º de
temperatura. También se respira un aire español muy acentuado, solo hace falta
ver la cantidad de nombres de nuestro país en sus locales, no se si regentados
por franceses o por compatriotas nuestros, pero lo cierto es que hay muchísimos
con nombres españoles.
Arlés
Nimes, es prácticamente el doble de grande que Arlés,
teniendo alrededor de ciento cincuenta mil habitantes, de ahí que sea mucho mas
agradable pasear y moverse por esta última que rondará los sesenta mil
habitantes como máximo. Arlés, por tanto, es mucho mas acogedora y para mi
tiene muchísima mas personalidad y atractivo para estar y vivir.
Nimes
Catedral de Nimes
Arena de Nimes
Al final, he decidido quedarme a dormir en Arlés, pues
el sitio que encontré esta perfecto para moverte por la ciudad, ya que está al
lado de la puerta principal de acceso al recinto amurallado.
Entrada de Arlés
Mañana por tanto,
emprenderé viaje hacia la Costa Brava que es donde quiero hacer mi próximo
parada, ya que pensaba ir hasta Sitges pero mi amigo Aleix se ha ido ya a
currar con nosotros a Sotogrande, así hago menos kilómetros y ya no paro en
Sitges cuando pase por Tarragona.
Recordaba que allá por el año 1979 con Rosa, hacíamos una ruta gastronómica (que nos encantaba hacer) por Gerona y claro no podía faltar El Bulli que ya sonaba mucho, pues ya le habían dado no recuerdo si una o dos estrellas Michelín. No había ni aparecido Ferrán Adriá en escena todavía, debía ser un chavalín, El que llevaba el restaurante era Jean Louis Neichel y era famoso por la presentación de los platos, aparte de la calidad. Parecían cuadros, decían los que habían estado. Nosotros no lo pudimos corroborar. Recuerdo que iniciamos el recorrido de Rosas a la Cala Montjoi donde estaba y no pudimos acabarlo. La carretera era infernal, estrecha y con miles de baches. No cabían dos coches. El precipicio a tu derecha imponía porque ni siquiera tenía quitamiedos y Rosa en un momento dado me dijo que era imposible que hubiera un restaurante famoso por esa carretera. En cuanto encontramos un huequecillo nos dimos la vuelta.
Ahora a descansar. Mañana visita a la zona y después salida para Madrid. A mi largo viaje, solo le quedan tres o cuatro días, pero en principio, a no ser que vea o suceda algo curioso, ya no contaré mas, pues todo será mucho mas familiar y casero. El lunes toca trabajo que ya va siendo hora.
39º Día : De Montpellier a Vinaroz (Castellón)
Antes de ir a dormir a Arlés pensé que era mejor
empezar otra etapa e ir a Montpellier que me habían hablado bien de la ciudad.
Yo a partir de hoy tengo una opinión dudosa sobre la misma. Y no es porque la
haya conocido, todo lo contrario. He intentado entrar por el centro y aparcar
por algún lugar para darme una vuelta, verla y después adelantar algo del
camino. Me he tirado sin exagerar hora y media en la furgo, sin parar, en
continuo atasco ysin ver el mas mínimo sitio para aparcar. No es que estuvieran
ocupados, es que no había. Calles estrechas y las anchas con anclajes para que
no aparque nadie y todo prohibido. Moverse por esa ciudad es caótico. Hice una
foto del Arco del Triunfo desde la autocaravana a través del cristal delantero
en un pleno atasco. No he podido hacer mas, así que decidí largarme. A donde?
Pues empecé a conducir y ya vería donde según fueran las cosas.
Arco del Triunfo de Montpellier
Y donde me llevaron las cosas?, porque todo cuenta,
claro está. Las ganas, el cansancio y la cabeza que va pensando que cosas hacer
y que también cuenta. Pues así kilometro a kilómetro decidí que quería vlver a
intentar ver El Bulli en Rosas. Y para allí que me fui. Llegué tarde
lógicamente, pero encontré al lado del puerto de Rosas un lugar recomendado y
perfecto para dormir. A la mañana una vueltecita y a encontrar el puñetero
camino al Bulli.
Rosas
Recordaba que allá por el año 1979 con Rosa, hacíamos una ruta gastronómica (que nos encantaba hacer) por Gerona y claro no podía faltar El Bulli que ya sonaba mucho, pues ya le habían dado no recuerdo si una o dos estrellas Michelín. No había ni aparecido Ferrán Adriá en escena todavía, debía ser un chavalín, El que llevaba el restaurante era Jean Louis Neichel y era famoso por la presentación de los platos, aparte de la calidad. Parecían cuadros, decían los que habían estado. Nosotros no lo pudimos corroborar. Recuerdo que iniciamos el recorrido de Rosas a la Cala Montjoi donde estaba y no pudimos acabarlo. La carretera era infernal, estrecha y con miles de baches. No cabían dos coches. El precipicio a tu derecha imponía porque ni siquiera tenía quitamiedos y Rosa en un momento dado me dijo que era imposible que hubiera un restaurante famoso por esa carretera. En cuanto encontramos un huequecillo nos dimos la vuelta.
Terraza de "El Bulli"
Hoy día, 35 años después (ya ha llovido), he estado a
punto de hacer lo mismo, pero he pensado o estoy equivocado o si es por aquí,
olé sus huevos. Y los mios claro, porque vaya tela como ha podido llenar este
genio este restaurante durante años teniendo que hacer la gente ese recorrido.
Al final, era verdad. Allí estaba. Cerrado claro, todos sabemos la historia y
me hice la foto para dejar constancia de mi fe y admiración por ese genio de la
cocina. No de sus discípulos o mal
imitadores, porque Ferrán es uno, el resta nada. Es curioso, porque incluso el
chalet en el que estaba instalado, ni siquiera dice nada, ni es ninguna
maravilla. Pero madre mía, vaya revolución universal de la cocina que ha salido
de ese garito.
Con El Bulli a mi espalda
Preguntando a un paisano que pasaba en excursión con
niños por allí, si había alguna actividad, me dijo que ninguna. Por lo visto,
hay un contencioso con La Generalitad, pues Adriá quiere hacer una Universidad
de la Gastronomía y aquello es Parque Natural protegido y dicen que nanai. Ya
veremos. El caso es que en Cala Montjoi, aparter del chalet del restaurante,
hay cuatro o cinco chalets mas y un camping. Y encima, en un “Cul de Sac”,
luego hay que volver por el mismo camino y hacer otra vez esos siete kilómetros
que parecen cien.
De allí, volví a coger carretera, ya tenía decidido
donde iba a ir. Lo que no sabía, es lo que me iba a ocurrir en el camino. Creo
que de toda la costa española de cabo a rabo, solo había unos ciento y pico
kilómetros que no conocía y eran los que hay entre Tarragona y Valencia. Es
decir la costa de Castellón. Pues mira por donde, se me antojó darme un
homenaje por este regreso a España después de casi 40 dias y eso de la comida
tira lo suyo. Así que me dije, vamos para Vinaroz a probar esos famosos
langostinos. Un antojo.Y aquí que estoy.
Entre medias, ocurrió que al parar en una gasolinera a
unos 50 kms de Barcelona se me acercó un chaval joven, extranjero y me preguntó
que si les llevaba. Iban él y una chica a Gibraltar me dijo. Yo le contesté que
iba a echarme un sueño. Él se fue a un camionero de al lado a preguntar lo
mismo. Yo me eché y a dormir unos 15 minutos que son mis siestas. Me levanté y
fui a la cafetería a tomarme un expresso. Al entrar no vi al chico por fuera,
pero vi a la que parecía su pareja. Joven y guapa. Con dos mochilas en el
suelo. Me dije bueno, parecen estudiantes les voy a decir que ok y les llevo a
Barcelona o cerca.
Al acabar el café, salían dos chicas con mochilas del
servicio al que yo iba también. Acabé y al salir de la cafetería ahí estaban
las dos chicas con sus mochilas. La otra de antes hablando con otro
automovilista y vi al chico que se acercaba a su pareja. Le iba a llamar o acercarme
a él y vi que el otro al final se decidía a llevarles. Una de las otras dos
chicas hablaba en inglés con otro conductor junto a mi y este les decía que no
entendía nada y que no. Me miró la otra y cuando me iba a preguntar, me
adelanté y le pregunté yo. Me dijo que iban a Gibraltar. Supuse eran amigos de
los otros y les dije, vamos os llevo a Barcelona.
Ya en la furgo, hablamos y me dijeron que eran checas.
Que estaban en una competición en la que iban doce parejas de Praga a Gibraltar
y vuelta a Praga. De premio, aparte de regalos pues hab
ía varios sponsors unos seis mil euros en cheque
regalos para viajar o comprar. Este,solo para el ganador que cubriera en menos
tiempo el trayecto. Todos habían sido despedidos de Praga el día anterior por
unas quinientas personas y tienen una serie de reglas. Llevan todos el mismo
dinero. Muy poco. No pueden pagar taxis ni a nadie por llevarles, el dinero
solo para transporte público en ciudad o comida si no llevan en la mochila.
Cada vez que paran deben decir donde están al resto mediante sms. No pueden
usar internet. No pueden dormir tampoco en hoteles ni pensiones. En cualquier
lugar del camino y antes de los últimos 50 kilómetros a Gibraltar deben subir a
pié con las mochilas a cuestas una montaña, pendiente o lo que sea de 150
metros de altura. Llevan altímetros y deben hacer fotos, abajo, en medio y
arriba de la montañita o lo que hayan elegido.
Yo iba a Vinaroz, miraron su mapa y me dijeron que las
dejara en una gasolinera que había antes de esa salida. Cuando llegábamos a la
gasolinera, a mi derecha una montañita perfecta para que hicieran su prueba.
Las dije que había un problema, no se puede salir de una autopista pues hay
vallas de protección que lo impide. En plan guay les dije que salieran conmigo
y como veíamos una vía de servicio paralela a la autopista las llevarías por
ahí al pié de la colina. Salimos y empezamos a buscar esa vía de servicio.
Entramos por varios caminos y no veíamos la forma de encontrar esa paralela a
la autopista. A punto estuve de no poder dar la vuelta en uno de ellos pues se
acababa en la entrada cerrada de una casa. No podías prácticamente dar la
vuelta. Al final lo conseguí y ellas de los nervios se pusieron a aplaudir.
Al final, media vuelta, entrada en sentido contrario a
la autopista e hice otra vez el cambio para dejarlas en la gasolinera.
Pretendían quedarse en el peaje de entrada a la autopista de la salida a
Vinaroz y les dije que ahí se iban a comer un rosco. Uno es un caballero de los
de antes. Jaja Total, espero que ganen mis compis checas de unos 130 kms de
viaje.
Ya en Vinaroz, gran homenaje. Pregunté a un paisano
por un buen restaurante para comer esos famosos langostinos. Fui al Faro. Me
dijeron que era el mejor, pero caro. Esto siempre es así. De entrada unos
langostinos espléndidos, Me parecieron baratos, diez de buen tamaño, unos 300
grs mínimo, 20 euros. Me parecieron tan ricos y buenos como los de Sanlucar.
Después un insuperable lenguado, por el punto y la frescura. Barato también, 15
euros. De postre un flan cremosos de queso con helado casero de vainilla. Muy
bueno. Precio normal 6 euros. Dos blanco del Penedés 4 euros. Barato también. Café
y pan. En fin, todo 52 euros pues no
estaba incluido el IVA.
Ya me había comido cuatro
Ahora a descansar. Mañana visita a la zona y después salida para Madrid. A mi largo viaje, solo le quedan tres o cuatro días, pero en principio, a no ser que vea o suceda algo curioso, ya no contaré mas, pues todo será mucho mas familiar y casero. El lunes toca trabajo que ya va siendo hora.
40º y 41ª Días :
De Vinaroz a Madrid (18,19 y 20 de Junio)
Por solicitud sobretodo de mi amigo Teto, voy a tener
que contar también estos últimos días, aunque como ya dije serán mas tranquilos
y familiares.
Antes de salir de Vinaroz, me fui al mercado ya que
como la noche anterior dormí al lado del Puerto Pesquero, vi como descargaban
la pesca del día y sobretodo los langostinos de la zona y me quedé con la
copla. Pregunté, pero ellos no vendían allí a nadie, pero uno me dijo uno que
tenía puesto en el mercado de abastos.
Allí que me fui por la mañana y le
compré un kilo para “celebrar en casa de Antonchu, mi hermano, el triunfo
esperado de España ante Chile.
Después
me di una vuelta por Peñíscola, antes de irme para Madri, pues que
estaba a unos diez kilómetros de Vinaroz y tampoco conocía
De triunfo nada. Allí los únicos que triunfaron fueron
los langostinos que había traído de Vinaroz y que había cocido en casa de Isa.
Estaban “pa rabiar”, de buenos. Del futbol, mejor ni hablar y dejarlo para
próximas competiciones. Vaya fracaso general.
Dormí en casa de Isa y al día siguiente nos lo tomamos
con calma. De entrada una ducha en condiciones después de 40 días controlando
en la furgo el consumo de agua y gas. Que maravilla, como sientan de bien esos
lujos que te faltan en ese tipo de viaje. Después nos fuimos a comer al nuevo
centro que han puesto en el antiguo cine Carlos III de la calle Goya y que está
lleno de tiendas con todo tipo de comidas. Fuimos a uno de embutidos y quesos y
después a Mamá Framboise a tomar unas riquísimas tartas. De allí a descansar un
poquito mas a casa de Isa
Por la noche, nos fuimos a cenar con las amigas de Isa
a “Cazorla” un restaurante, que está en una calle al lado del Ministerio de La
Gobernación por la Castellana. Todo bastante rico, a base de calamares, cazón,
boquerones, anchoas, tomate aliñado y un riquísimo tocino de cielo. Una cena muy agradable con
todo el grupo.
A la mañana siguiente cogí dirección Zafra (Badajoz)
para ver a mis amigos Marta y Teto, pues siempre que puedo paso por allí.
Durante el viaje, paré primero en
Oropesa, quería recordar el lugar donde se casó mi hermana Maité y lo que
ocurre a veces con eso de lo pequeño que es el mundo. Me encontré comiendo allí
en un restaurante a pie de calle a Rocío Benjumea y Fernando Larios con una
amiga austriaca. Me senté un ratito con ellos de charla mientras tomaba un
café. Parece mentira como te encuentras amigos por los lugares menos esperados.
Mas tarde hice una paradita en Trujillo para hacer
unas fotos
Y ya de allí me fui a Zafra donde me esperaba Teto. Dimos una vuelta
por la ciudad y vimos la salida del desfile de los personajes vestidos de la
forma medieval de una Fiesta que llaman “De la luna al fuego” y en la que mas
tarde daban el pregón delante del Parador de Turismo. Allí ya no fuimos.
Se juntó Marta con nosotros dos y estuvimos tomando
una cenita en un bar de la zona, con el ruido final de la traca de la susodicha
fiesta. Los fuegos artificiales por otro lado, bastante birriosos. Mas tarde, una
copita en un local bastante animado y agradable “La Casa Bar”. De allí y ya era
la 1,30 a dormir, que ya tocaba.
42º Día : De Zafra a Sotogrande (Fin del viaje)
Después de despertarme y ducharme , subí a casa de
Teto a desayunar como habíamos quedado la noche anterior al despedirnos, ya que
dormí justo debajo de su casa en Zafra. Un excelente, suave y armonioso aceite
de oliva de Majadas (Cáceres) en las tostadas, fue el protagonista del
rico desayuno que me prepararon.
De allí nos fuimos a dar una vuelta por el centro de
Zafra, mientras Marta acababa su sesión de peluquería (tenían boda ayer
sábado). Cuando volvió aparecieron también por allí mis entrañables amigos
Begoña y Juanlu que no querían que me fuera sin verles y nos fuimos a tomar
juntos un café acompañado de una buena charla. De allí ya emprendí de nuevo la
última escala de mi viaje y el destino era Tarifa.
Llegué a Tarifa sobre las ocho de la tarde y me
acerqué hacia el centro pues me apetecía ver el partido del mundial de Alemania
contra Ghana y saber si esos teutones están tan en forma como dicen los
periódicos. No encontré a primera vista ninguna tele en alguna terraza para
poder ir con Fifty y decidí volver a la furgo donde por segunda o tercera vez
enchufé mi pequeña televisión y allí que lo vi. Mi idea era quedarme a tomar
alguna copita después por la zona de los bares.
Cené un poco y me fui para “Pepepótamos” el bareto de
mis amigos Sergio y Miguel. Eran las 12,30 y allí de momento, no estaban ellos,
ni había ambiente. Era demasiado pronto para ese sitio. Me di una vuelta y
aquello estaba petado por todos sitios. Por la calle, casi ni podías pasar,
claro era sábado. De cualquier forma, me resultó impresionante ver tantísima
gente. No sabía que se ponía tan bien las noches tarifeñas.
Al ver tanto jaleo y ya antes había comprobado que las
zonas donde normalmente he ido otras veces a pasar la noche con la
autocaravana, estaban igualmente a rebosar, tomé la decisión a la 1,30 de la
madrugada de acabar el viaje y venirme a “mi casa” a Sotogrande, que es donde
ya me encuentro. Pensé que el domingo lo tendría que aprovechar para
organizarme de nuevo aquí y evitar la locura de playa que podría ser Tarifa,
aparte del atascazo que supongo habrá de vuelta hacia Algeciras y esta zona.
Así que a la 2,30 mas o menos de hoy día 22 de Junio doy por finalizado mi
viaje a Escandinavia 2014.
He recorrido hasta llegar a casa de vuelta, 13850 kms
en 42 días de viaje, lo que hace una media de 330 kms días. Una barbaridad,
pero que no me ha costado nada hacerlos. Solo dos o tres de esas etapas largas
de mas de 600 kms se me han podido hacer un poco pesadas, sobretodo en al vuelta a casa, pero el truco ha estado
en no hacerlo todo seguido, ni las de seiscientos ni las de trescientos. Si lo
partes en dos o mas tramos con cosas que hacer entre medias, se hace todo mucho
mas llevadero.
Ahora solo queda empezar a pensar en un próximo viaje
y esperar que sea tan fantástico y provechoso como este. De momento toca
trabajar el verano. Luego ya veremos que hacemos. Gracias a todos los
seguidores de este blog con los que realmente, me encontrado encantado de
compartir mis experiencias. Espero que haya sido también entretenido y provechoso
para todos vosotros. Hasta siempre.