1º- DÍA SOTOGRANDE- LONDRES
Estos días en Londres es más un viaje a ver a la familia inglesa que otra cosa. No obstante incluiré alguna foto, dado que mas de una vuelta me daré por la ciudad.
Salí de Málaga el 09.02.17, en vuelo de Ryanair, al mediodía. Como suele ocurrir con estos vuelos y compañías, aparte de llevarte a las puertas más lejanas, tanto de embarque como de llegada, suelen llegar también con retraso. Una media hora mas o menos.
Llegué al aeropuerto de Stansted, el maálejano del centro. Había contratado online el billete del bus que me llevó a Victoria Coach. Terminal de autobuses y que queda al lado de la casa de la prima Margarita, donde me quesaría a dormir estos tres días en London. El bus, tarda casi dos horas en llegar a su destino. Andando a casa y saludos a la familia. En la casa estaban Quentin, marido de Margarita y Jaime, su hermano. Ahora vive aquí, pues sufrió un “ictus” que le ha dejado inválido. Estuvo prácticamente dos días en su apartamento tirado, sin que nadie se diera cuenta. Ahora su recuperación prospera, pero muy lentamente.
Llegó Margarita y después de contarnos las visicitudes familiares y demás, nos ofreció Quentin una buena cenita con unos espléndidos vinos.
2º- DÍA : LONDRES (10.02.17)
Después de una buena dormida, me levanté. Desayuné con Jaime y me dispuse a dar una vuelta por la ciudad. Andando desde Eaton Terrace, su calle, me fui hasta Sloane Square a coger el metro. Antes, compré una tarjeta “Oyster”de 15 libras, para poder moverme estos días por el transporte público. De allí me fui a la estación de “Embankment”, para desde allí moverme al lado del Támesis hacia el Parlamento y Westminster Abbey.
Estuve recorriendo este tramo y haciendo alguna que otra fotografía del “London Eye”, esa noria gigantesca, del Parlamento y de la Abadía. Crucé al otro lado del Támesis por Westminster Bridge, para desde el St. Thomas Hospital, hacer alguna fotografía del Parlamento y su famoso Big Ben en toda su extensión.
Luego andando me dirigí hacia St. James Park. Pensé en llegar hasta Buckingham Palace, pero decidí darme la vuelta pues no iba a tener suficiente tiempo y ya había estado dos o tres veces por allí.. De camino pasé por la famosa calle del Premier Británico,
De allí volví a coger el metro para dirigirme hacia la estación de “Marylebone”. Callejeando me pasé por la Royal Academy para ver una exposición de fotografía, pero la estaban montando y no logré ver nada. Así que decidí irme a comer al restaurante “Carousel”. Aquí trabaja, Ollie, el novio de mi amiga de Sotogrande Olivia Dobson. Comí francamente bien. Había el típico menú de mediodía y elegí unos mejillones en una salsa al curry y luego una completa ensalada de salmón. para terminar, un postre riquísimo. Una “Orange curd tart”. Un acierto.
Salí de allí y pasé a ver la torre de la Television de Londres, camino de Marylebone. Allí hice un foto de la torre Luego, seguí paseando por Marylebone. Pasé por delante de la “Royal Academy of Music”, en la que entraban y salían jóvenes con sus instrumentos musicales, después de haber tenido o ir a alguna clase o práctica. De fondo se oía el sonido de una suave música de violines. Un poco mas adelante pasé delante de la puerta del Museo de Madamme Tuseau. No entré. No es una cosa que me atraiga en absoluto.
Cogí el metro y para casa. Antes de volver al metro para volver a casa, saqué una foto de la estatua de Sherlock Holmes que se encuentra en esta calle que es donde él residía. Antes había pasado también por un hotel al que el famoso detective dio su nombre.
Por la tarde habíamos reservado dos entradas en los mini cines “Curzon Victoria” en el 53 de Victoria Street. Me fui con Jaime. Lentamente por su problema del ictus, ya se lanza a la calle y llamamos a un Uber y para allí que fuimos. La película de moda, “La La Land”, fue la elegida. Se estrenaba después de su éxito en los Globos de Oro. Está muy bien hecha, aunque no creo valga tanto como crítica y público andan diciendo. Tienes altibajos. Al menos no es al 100% musical. Lo cual, se agradece.
Acabé la jornada con cena en casa de Margarita y a dormir.
3º- Dia – LONDRES (11.02.17)
Hoy es el día señalado para ir a ver a la Tía Tatines. Ha estado ingresada y anoche le dieron el alta y se fue a su casa. Iremos por la tarde a verla.
Antes y por la mañana temprano, volví a coger el metro en Sloane Square para ir hacia Hyde Park. El día se estaba poniendo mábones feo y empezaba a chispear. Aun así, recorrí el parque andando, desde la entrada donde está el Hyde Park Corner hasta la salida por “Lancaster Gate” en Bayswater Rd.. Antes paseé bordeando el “Serpentine”, el lago en medio del parque.
Salí, como dije por Lancaster Gate y desde allí, me fui caminando hacia Piccadilly Circus, entre calles. Hay varias embajadas por la zona. No pares de ver los mejores coches que te puedas imaginar. Estos diplomáticos se lo montan siempre bien a costa del los que pagamos. Pero bueno. Esto es ley de vida.
Entre las diferentes calles, pasé por Carnaby Street, también de grandes recuerdos de los sesenta. Había ido a ver la Royal Academy of Arts, pero el edificio, está en obras. Lo están reconstruyendo entero con motivo de su 250 aniversario. Y porque estaría muy deteriorado, digo yo.
Curiosamente, no encontré tanta gente en Piccadilly Circus como en otras ocasiones. Bien es cierto, que estamos en pleno invierno. Pero vi pocas personas sentadas en la fuente de Eros. Como estaba cerca, me di una pequeña vuelta por ese conocidísimo barrio del Soho, que ya no es tampoco lo que era. Pero en fín. Hay que verlo de vez en cuando. Acabé pues me llamaron para ir a ver ya a la Tía Tatines. Entré en el metro de Picadilly Circus y de nuevo a Sloane Square para llegar a casa.
De allí a ver a mi querida Tía Tatines. La encontré mejor de lo esperado. Tiene 92 años y sufrió una caída importante que le dañó la pierna. En el hospital cogió una pulmonía que a esa edad podía ser terrible. Pero no. Ella es dura como un roble y sobretodo sigue teniendo una cabeza privilegiada.
Después de la visita de nuevo a casa. Cena y tertulia. Habíamos pasado por una Fromagerie, que me encantó. Tenía todos los quesos que puedas imaginar. Compramos de cuatro tipos diferentes que los deglutamos en la cena. Fantásticos. De sabor y de punto de afinación.
4º - Día Londres (12.02.17)
Sobre las nueve salí de nuevo hacia el centro de Londres. Hoy el día era algo mas lluvioso. Decidí visitar museos, dado el cariz meteorológico.. De entrada, me acerqué de nuevo a Sloane Square. Antes pasé para hacer una foto, a modo de recordatorio, de la quesería de ayer tarde donde compramos los excelentes quesos
Luego, cogí el metro hacia Knightsbridge. Al salir, ya llovía. Entré en Harrods. Siempre merece una visita. Pero he de decir que esta vez me ha decepcionado bastante. Cuando voy por Londres, paso por estos Grandes Almacenes porque merece la pena ver toda la planta baja de alimentación. Esta vez, la pescadería daba pena. Supongo que la crisis está haciendo efectos hasta en Harrods. No era digno, ese pescado, de la reputación de la mas conocida gran tienda de la ciudad.
Después me fui a ver la exposición de la “Wildlife Photographer of The Year”, en el Victoria & Albert Museum Son las mejores fotos del año en cuanto a animales y naturaleza se refiere. Algunas, impactantes. Otras, entre las que habían obtenido premio, no estaba tan de acuerdo. De todas formas, es una exposición que merece la pena. Tomé los datos de la página web del concurso, pues puede que el próximo año presente alguna de mis fotos de Namibia. Como por ejemplo, una de estas dos que pongo aquí abajo.
De allí me fui al “Victoria & Albert Museum” a ver la exposición “You Say You Want a Revolution? Records and Rebels 1966-1979”. Espectacular. Me encantó. Claro ha sido un recuerdo de mi juventud. Aquellos sueños que la mayoría ni se pudieron cumplir. Estábamos todavía en la España profunda y represiva. Un padre no te dejaba ir ni por asomo al Festival de Woodstock del año 1969 en Sullivan County en el Estado de Nueva York. Aquello fue imposible. Ni pasta, ni permiso, ni nada de nada. Fue la explosión del movimiento hippy en el mundo y al menos me sigue quedando el recuerdo de su música.
La exposición perfectamente organizada. Te dejaban unos auriculares Sennheiser. Para mi los mejores. Según te movias por la exposición, bien por las salas, bien viendo fotografías, la música iba cambiando de acuerdo a lo que ibas viendo. Una pasada. Aparte de los cientos de recuerdos, fotografías, libros y ropa de la época, al final de llegaba a una gran sala con un sonido espectacular. En ella y en tres pantallas que ocupaban tres de las cuatro paredes, se proyectaba los mejores momento del concierto de Woodstock. De igual forma se entrevistaba a los músicos. Fue un “Deja-Vu” maravillosos. Que música. Que tiempos mas increíbles. Algo de aquello me queda al menos.
Tambien, aproveché para ver mas cosas de estos Museos, al tiempo que iba a ver esas exposiciones. Fantásticas las salas de maquetas de edificios o monumentos históricos del mundo.
Después de estas visitas culturales y ya algo cansado, me volví para casa. Mañana salgo temprano para Dublín. Allí, estaré cuatro días visitando la capital y el sur de Irlanda. A las 11 más o menos me fui a la cama. Cogeré de nuevo el Bus desde Victoria Coach Station hasta el aeropuerto de Stansted. Es mi tercera visita a Londres en estos últimos cuatro años y se que volveré pronto. Es una ciudad que me encanta.
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